Excelencia y precios del mundo real en conectividad digital
El presente artículo es la primera parte de un viaje a través de la propuesta más reciente del reputado y ya veterano –“nació” en 1992- fabricante de cables estadounidense Wireworld Cable Technology, alias Wireworld: la Serie 10. Una gama dedicada específicamente al audio que, en línea con la filosofía de la marca, combina rigor extremo en términos de concepción con el uso de estrategias de ingeniería muy elaboradas -con muchas astucias exclusivas- y materiales minuciosamente seleccionados para que las mismas rindan al máximo de su potencial. Todo ello aderezado por una calidad constructiva del máximo nivel y un elemento fundamental en términos de mercado: la obsesión por maximizar la relación calidad/precio en el contexto del High End, donde la presencia de cables extraordinariamente caros es cada vez más habitual. En definitiva, se trata de aplicar una vez más las ideas del fundador y alma mater de la compañía, el imaginativo David Salz, un diseñador industrial que, contrariamente a no pocos de sus competidores más “esotéricos”, parte de la premisa de que la superioridad de sus creaciones debe poder ser, por encima de todo, demostrada objetivamente, es decir con mediciones de laboratorio concluyentes. Dicho esto, en las líneas que siguen reseñaremos algunas particularidades sobresalientes de Wirewold Cable Technology y las generalidades más relevantes de la Serie 10 para comentar seguidamente las aportaciones de los cables “digitales” de la misma, dejando para un artículo posterior las correspondientes a sus homólogos analógicos.
La clave del éxito: ideas muy claras por encima de todo
Ya les adelanto que el sitio web de Wireworld –https://wireworldcable.com/pages/about-us– es de lo más ameno y completo, por lo que quienes quieran conocer con un buen nivel de detalle la manera de actuar de la marca obtendrán allí debida satisfacción a sus deseos. Por lo tanto, considero que para que un artículo como el presente tenga sentido hay que complementarlo con informaciones que permitan a quienes lo lean valorar con la debida perspectiva la trayectoria de una empresa que desde siempre se ha caracterizado por preservar sus valores fundacionales en todas y cada una de sus realizaciones. Así que, dándole vueltas a mi “CPU”, me acordé de que hace unos 15 años, cuando Wireworld estaba cerca de cumplir su vigésimo aniversario, envié un cuestionario al importador exclusivo de la marca -que lo continúa siendo en la actualidad- para nuestro país, la madrileña Sound & Pixel Planet, a fin de que las hiciese llegar a David Salz, quien lo devolvió generosamente cumplimentado y del que me permito la libertad de publicar algunos párrafos, que, en mi opinión, son harto significativos a la hora de entender el qué y el porqué de la compañía estadounidense.
Preguntado sobre los inicios de su trayectoria profesional, el fundador de Wireworld comentaba: “En 1978 –cuando tenía 21 años- inauguré una tienda de componentes de audio para el automóvil. En aquel entonces, la idea de mejorar cables de audio era muy nueva y me sorprendieron las diferencias que percibí entre los cables que escogí. Pese a que seleccioné unas pocas marcas de cables para vender en mi tienda, llegué gradualmente a la conclusión de que sonaban diferente porque estaban suprimiendo y distorsionando diferentes zonas del espectro. En 1980 llegué a sentirme frustrado como consecuencia de los efectos sonoros creados incluso por los mejores cables del momento, lo que me llevó a probar un nuevo enfoque. Desconecté mi preamplificador y mi etapa de potencia y los volví a conectar con adaptadores macho/macho, eliminando de este modo un metro de cable de interconexión. La verdad es que con este “puenteo” escuché mucha más música que la que entonces había oído a través de un cable. Cuando volví a poner los cables, las pérdidas provocadas por los mismos me parecieron mucho más evidentes que antes. Este resultado me dijo claramente que ninguno de los cables que había escuchado hasta entonces estaba adecuadamente diseñado y construido, por lo que decidí pronto que mi carrera profesional estaría orientada al diseño de cables. Fundé mi primera compañía de cables, Straigthwire, en 1981, diseñando y fabricando cuatro generaciones de cables hasta que la vendí en 1991. En 1992 fundé Wireworld con la intención de crear nueva tecnología para cables basada en mi década de experiencia con la metodología de evaluación perceptual objetiva que estuve desarrollando. Además de desarrollar muchos cables de gran reputación basados en nuevos conceptos de diseño, mejoré mis sistemas de evaluación inventando unos dispositivos de conmutación llamados “Cable Comparators”, que ganaron uno de los galardones a la Innovación del CES de 1996. En los 30 años transcurridos desde mi primera prueba con el “puenteo” de cables he utilizado esta metodología para poner a punto cables cuyo comportamiento se acerque lo máximo posible a la pureza extrema de una conexión directa.”
De premonitoria habría que calificar la respuesta de David Salz cuando se le preguntó si consideraba que los amantes del Computer Audio querrían cables de alto nivel: “El rápido éxito de nuestros cables USB Ultraviolet y Starlight me ha convencido de que los fanáticos del audio “informático” están muy dispuestos a pagar más para tener una fidelidad mejorada. En la actualidad hemos tenido muchas peticiones para que creemos cables de audio USB de nivel superior, por lo que presentaremos dos nuevos modelos de referencia en el CES del 2011.” Preguntado sobre si creía que los fabricantes de cables, en especial los de High End, tenían unos objetivos claros, afirmó: “Creo que el objetivo de la mayoría de fabricantes de cables es simplemente crear diseños con una presencia imponente, una historia técnica plausible y unos efectos sonoros que resulten satisfactorios en sus propios equipos. Algunos audiófilos creen que las sustanciales coloraciones producidas por la mayoría de cables de High End pueden ser útiles para corregir o afinar la estructura armónica de un sistema de audio, pero yo discrepo completamente con esta idea. En mi experiencia, los cables extremadamente neutros pueden resolver muchos problemas mientras que las coloraciones de los cables rara vez mejoran algo, en especial desde el momento en que los mecanismos que crean dichos efectos también reducen la dinámica y emborronan el sonido.”
Y así llegamos a la pregunta del millón: que nos resumiera las soluciones, tanto en términos de concepto como de tecnología, que marcan la diferencia entre los cables Wireworld y el resto. Su respuesta fue la siguiente: “El concepto de diseño básico de Wireworld es lograr unas prestaciones que se acerquen lo máximo posible a una conexión directa. La práctica totalidad de nuestros competidores están de acuerdo en que la neutralidad es el objetivo a conseguir, pero da la impresión de que somos la única compañía que realmente prueba cables para verificar su neutralidad. Hay muchas teorías interesantes sobre el diseño de cables, pero probarlas cambiando simplemente un cable por otro sólo revela diferencias entre dichos cables, no el efecto real provocado en el sonido por uno cualquiera de ellos. La evaluación científica exige el uso de una prueba de control y en el caso de los cables la única prueba de control posible es el “puenteo” (es decir un “bypass”) de los mismos. Nuestras soluciones de diseño son únicas y numerosas a la vez, aunque la que salta más a menudo a la vista en nuestros cables es la geometría de conductores DNA, que utiliza bloques superpuestos de conductores planos, cada uno de ellos compuesto de hilos de sección circular dispuestos en paralelo en el interior de un aislante extrusionado. Las drásticas mejoras en el sonido aportadas por los conductores DNA son resultado de la mejora del control de los efectos relacionados con los campos electromagnéticos.” A modo de conclusión, preguntamos al Sr. Salz cuál era, en su opinión, el parámetro más importante en el diseño de cables, sentenciando al respecto lo siguiente: “Son muchos los parámetros que pueden ser audibles, pero el perfil conductivo básico de un cable, que depende ampliamente de los efectos de los campos electromagnéticos, es el parámetro más consistentemente audible y a la vez más consistentemente despreciado del diseño de cables. Este único y complejo parámetro provoca la mayoría de efectos armónicos y espaciales que diferencian a los cables entre sí.”
Serie 10: una nueva generación a todos los niveles
En sintonía con las reflexiones de David Salz en el ya lejano diciembre de 2010, tiene todo el sentido del mundo que Wireworld Cable Technology presente en 2025 su particular rincón en el ciberespacio con esta frase de su fundador: «Un buen cable es resultado de mucho más que un calibre más grueso y buenas intenciones». Parafraseando lo que hemos podido oír en un montón de películas, “se puede decir más alto, pero no más claro”, y así llegamos a la propuesta más reciente de la compañía estadounidense, la Serie 10, cuya parte “digital” protagoniza las líneas que siguen, aunque antes de entrar en materia creo que vale la pena comentar algunas generalidades de la misma.
A grandes rasgos, puede decirse que la esencia de la nueva gama es que los modelos que la constituyen incorporan varias mejoras técnicas y estéticas con respecto a su predecesora, la celebrada Serie 8. Así, los exclusivos -y patentados- diseños DNA –“Delineated Neutralizing Array”- Helix, una de las indiscutibles señas de identidad de Wireworld, han sido mejorados con la adición de grupos de filamentos -hebras- adicionales que reducen las pérdidas electromagnéticas -corrientes parásitas, turbulentas o de Foucault- a fin de incrementar la resolución, la capacidad de focalización y el contraste dinámico. A ello hay que sumar la tecnología de aislamiento más reciente puesta a punto por Wireworld, materializada en un material compuesto llamado COMPOSILEX 5, que minimiza el denominado “Ruido Triboeléctrico” -del que hablaremos más adelante- para proporcionar unas texturas sonoras más limpias y unos fondos más tranquilos que los materiales aislantes previamente disponibles. La envergadura del trabajo realizado por la firma estadounidense para dar forma a la Serie 10 queda reflejada en el hecho de que requirió un proceso de I+D de 5 años de duración.
En lo que concierne a la composición de la nueva gama, señalemos que incluye una vasta selección de cables -todos ellos para aplicaciones de audio- de interconexión, conexión a cajas acústicas y de alimentación -que Wireworld prefiere denominar “Cables Acondicionadores de la Señal de Red” por motivos que expondremos en la segunda parte del presente reportaje- en el ámbito analógico y de interconexión digital de 75 y 100 ohmios de impedancia, Ethernet, USB y HDMI en el digital. Todas estas categorías están estructuradas en diferentes niveles de sofisticación y precio, aunque respetando en todo momento la apuesta innegociable -incluso en los modelos destinados al High End más elitista- de Wireworld por precios “del mundo real”.
El ecosistema digital: la ventaja de ser un visionario y un pionero
Una de las cosas que más me gusta de Wireword es que su pasión por el rigor técnico objetivo no es ni de broma un argumento de marketing más sino su auténtica razón de ser. Esta “ideología” se refleja a la perfección en la calidad y cantidad de información sobre tecnología publicada por la marca con el objetivo de explicar al detalle lo que hay detrás de cada una de sus realizaciones. Como pueden imaginar, en el ámbito práctico todo depende del grado de sofisticación de cada cable, aunque las innovaciones genuinamente “Serie 10” están presentes en el grueso -hay excepciones- de la gama. Volviendo a la “justificación técnica” de los Serie 10, en el “Wireworld Glossary” encontramos interesantes explicaciones de términos clave, siendo uno de ellos el antes mencionado “Ruido Triboléctrico”, término que se refiere al ruido generado en cables por la inmediatez física, es decir la interfaz, entre materiales conductores y aislantes, donde son inducidas cargas estáticas y efectos de descarga por el movimiento, la vibración y la energía de la señal. Evaluaciones técnicas efectuadas por Wireworld demostraron que el citado ruido provoca una parte sustancial de la coloración que percibimos en cables al ser el motivo primario de que diferentes materiales aislantes produzcan efectos sonoros diferentes. De ahí la obsesión de la marca por ese componente crítico, plasmada en los Serie 10 por uso del COMPOSILEX 5.
En el caso concreto del audio digital, hay que saber que los convertidores de digital a analógico o DAC’s son extremadamente sensibles al Ruido Triboléctrico, por lo que la incorporación a los cables de interconexión digital coaxial, tanto de 75 como de 110 ohmios, del aislante COMPOSILEX 5 aporta una ventaja competitiva clave. Y esto lo podemos encontrar tanto en la élite, con el modelo Platinum Starlight Balanced Digital de 110 ohmios -para conexión balanceada, léase AES/EBU- en lo más alto como en el muy asequible -no balanceado- Chroma Coaxial Digital de 75 ohmios. Para que se hagan una idea de la riqueza “ingenieril” del primero de ellos y la mejora que comporta con su predecesor, baste con saber que incluye 18 grupos de filamentos de plata maciza OCC-7N de 0’4 mm2 de grosor (contra los 13 del mismo tipo y grosor de su equivalente de la Serie 8) y aislante COMPOSILEX 5 (contra COMPOSILEX 3), sin olvidar la característica -y fundamental- configuración DNA Helix y un diseño global encaminado a reducir el crítico -en audio digital- “jitter”. Sobra decir que si a los cables coaxiales, todo un clásico, se les presta tanta atención, ni que decir tiene que a los de Ethernet, responsables último del acceso a la mejor -la conexión inalámbrica puede ser muy robusta, pero no es lo mismo- “Hi-Res” les sucede tres cuartos de lo mismo. En este caso, la complejidad estructural es notablemente mayor como consecuencia de las especiales características de las señales en liza, una singularidad bien debidamente reflejada en los Wireworld Twinax, cuyo modelo superior, el Platinum Starlight 10, combina conductores de plata maciza OCC-7N de 0’26 mm2 de grosor con el exclusivo esquema de aislamiento del ruido de la red de datos Tite-Shield -en su versión con blindaje triple- para optimizar el streaming de audio y vídeo.
Me despido ya de ustedes hasta la publicación de la segunda parte del presente reportaje, no sin antes recordarles que los productos de Wireworld Cable Technology son importados y distribuidos en exclusiva en nuestro país por www.sound-pixel.com