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“Sonus faber for Maserati MC20”: adrenalina total… ¡y musicalidad!

Fue la experiencia cuya crónica figura en las líneas que siguen el fruto de una cordial invitación que se materializó el pasado mes de junio. Cordial, cierto, pero por encima de todo una de esas invitaciones que no aparecen cada día y, por supuesto, de las que no te olvidas. El motivo, doble: por un lado, conocer de cerca las instalaciones del que sin lugar a dudas es uno de los nombres más brillantes del panorama audiófilo mundial: la italiana Sonus faber. Y, por otro, evaluar sobre el terreno un sistema de audio de muy altas prestaciones desarrollado específicamente por la prestigiosa firma de Arcugnano para el sensacional MC20, primer “superdeportivo” propiamente dicho –creado para competir directamente con nombres tan ilustres como Ferrari, Lamborghini, Aston-Martin o Porsche- puesto a punto por la legendaria firma italiana Maserati. El resultado, como he dado a entender al principio, fue no sólo una experiencia en el sentido literal de la palabra sino, por encima de todo, una experiencia única.

Fiore Capelletto, Director General de la Automotive Division del McIntosh Group y responsable último de que la colaboración entre Sonus faber y Maserati tomara cuerpo, posa junto al Maserati MC20 en el “showroom” de la marca en Módena.

El texto en su contexto: Sonus faber-Maserati, una asociación natural

¿Un reportaje en Hifilive relacionado con un sistema de Car Audio? Según como se mire, léase si dicho sistema vale o no la pena y, a las malas, la excepción que confirma la regla. Desde mi punto de vista, la idea es compartir con todos ustedes la parte más singular –tiempo habrá para dedicar un artículo al cuartel general de Sonus faber- de un viaje tan bien planteado e intenso como, a la vez, tremendamente relajado. Para ello, he organizado mi texto en tres bloques independientes: uno para explicar la relación entre Sonus faber y Maserati, otro –y además con un buen “pack” de fotos- para dar a conocer el automóvil para el que se ha creado el sistema de Car Audio en cuestión y otro para hablar del sistema en sí, todo ello aderezado con anotaciones sobre lo que pude ver, oír y sentir sobre el terreno. Puesto que los responsables de comunicación de Sonus faber se tomaron la molestia de dar muchas explicaciones sobre el que sin duda es una colaboración de gran relevancia para ellos, utilizaré parte de la documentación que nos hicieron llegar. Por lo demás, antes de entrar en materia me gustaría decir que la asociación con Maserati ha sido en gran parte fruto del talento, la convicción, la paciencia y la perseverancia –con cientos de e-mail y decenas de reuniones presenciales de por medio- de Fiore Cappelletto, flamante Director General de la división Automotive del McIntosh Group, actual matriz de Sonus faber.

Visto todo con cierta perspectiva, tiene su lógica –las famosas sinergias- que una marca que siempre ha hecho gala de una gran distinción como es Sonus faber haya acabado asociándose con otra conceptualmente muy similar aunque situada en otro sector. Cierto que podría haber sido Ferrari, que de hecho está situada en la misma zona geográfica –el próspero norte de Italia- que la marca de Arcugnano, pero acabó siendo Maserati, y además en un modelo de nueva factura –fue presentado en sociedad en septiembre de 2020- que incluye un motor hecho a medida para el mismo íntegramente desarrollada por la firma de Módena y no, como se ha estado haciendo desde hace bastantes años, por su vecina de Maranello. Con el muy explícito encabezamiento “Sonus faber y Maserati colaboran para celebrar lujo y herencia” se da a conocer la esencia de una colaboración que se describe con estas palabras: “Unidas por su compromiso con la excelencia artesanal, Maserati y Sonus faber están conectadas por valores comunes, el amor por la cultura italiana y la misión de ofrecer una experiencia de marca extraordinaria con el lujo, las prestaciones y la innovación como protagonistas. Combinando el rugido del motor del Tridente y el sonido natural del sistema Sonus faber, cada marca sigue arraigada en la tradición y se dedica a mantener su reputación como líder en, respectivamente, la industria de la automoción y del audio. La fusión de ambas marcas muestra cómo diferentes sectores se complementan entre sí y dan como resultado una experiencia armoniosa que se encuentra en el superdeportivo Maserati MC20, impulsado por el renombrado sonido natural de Sonus faber.

Paolo Tezzon, actual “Brand Ambassador” de Sonus faber y cabeza del equipo de diseño acústico de la marca, fue el encargado de afinar el sistema de audio puesto a punto para el Maserati MC20.

En palabras de Paolo Tezzon, máximo responsable del ajuste sonoro del sistema de Sonus faber y actual “Brand Ambassador” de la marca, «Esta colaboración representa una perfecta superposición de valores, identidades y culturas, hasta el punto de hacerte sentir casi como si volvieras a casa y fueses rodeado por un abrazo que sólo tu familia te puede proporcionar. Sonus faber está muy orgullosa de la colaboración entre dos clásicos italianos». «El calibre de los detalles que conlleva la fabricación de un automóvil Maserati encaja perfectamente con la atención por los detalles que caracteriza a Sonus faber y ha inspirado a nuestro equipo para centrarse en lo que ha definido a la marca a lo largo de los años: artesanía experta y sonido natural sin parangón«.

De izquierda a derecha, David Mascioni (McIntosh Group), Julia Lescarbeau (McIntosh Group), Paolo Tezzon (Sonus faber), Fiore Cappelletto (McIntosh Group), Jeff Poggi (Sonus faber/McIntosh Group), Livio Cucuzza (Sonus faber) y Marta Vecellio (Sonus faber).

Concretando ya un poco con el viaje propiamente dicho, les diré que tuvo lugar entre los días 9 y 11 del pasado mes de junio con el nombre “Sonus faber Brand Immersion”, estando a su vez dividido en dos bloques: una visita a la fábrica de la marca el día 10 y la denominada Maserati Experience del día 11. Como he dicho anteriormente, tiempo habrá para hablarles del centro de producción –que también engloba el departamento de I+D- ya que desde mi última visita al mismo –marzo de 2014- ha sido objeto de mejoras sustanciales en instrumental de medición, salas de montaje –la reservada en exclusiva a las tan elegantes como monumentales y musicales Aida me gustó muy especialmente- y salsas de audición dedicadas para Alta Fidelidad y Cine en Casa. Lo que sí les diré es que este viaje fue realmente “VIP” por cuanto los periodistas invitados fueron muy pocos –creo que unos 12, procedentes de EE.UU., Italia, Holanda, Alemania, Francia y España- y por otro lado había una potente selección de ejecutivos del McIntosh Group, empezando por el co-CEO del mismo y CEO de Sonus faber, Jeff Poggi, y el Vicepresidente de Ventas y Marketing para EMEA del McIntosh Group, Lionel Nunney, pasando por la plana mayor de I+D y diseño de Sonus faber –con el citado Paolo Tezzon y Livio Cucuzza como miembros destacados- y terminando con el también mencionado anteriormente Fiore Cappelletto, Marta Vecellio y Julia Lescarbeau, estas dos últimas responsables de comunicación de, respectivamente, Sonus faber y McIntosh Group. No se trata de dar coba a nadie pero la verdad es que todas las personas mencionadas, aparte de unas cuantas más de cuyo nombre desconozco, se preocuparon para que todo funcionara realmente como una seda, desde la logística básica –con PCR incluida, claro- hasta los momentos de ocio.

 

La “Maserati Experience”

Habiéndonos desplazado a Módena, cuna de Maserati, el día 10 de junio justo inmediatamente después de completar nuestra visita al cuartel general de Sonus faber, el día 11 fue ocupado en buena parte por la “Maserati Experience”, sin duda el plato fuerte de esta invitación incluso para quienes estamos mucho más por la música que por los automóviles. Seré breve: fue, insisto, una experiencia “VIP” porque a las preceptivas explicaciones en el “showroom” de Maserati –que por otro lado es de acceso público- tuvimos el privilegio de visitar con todo lujo de detalles -¡y además con autorización para fotografiar todo, lo que nos viniese en gana, algo nada habitual en este tipo de eventos!- las naves dispuestas específicamente para fabricación y evaluación final del MC20. ¿Qué vale la pena destacar para los lectores de un medio como Hifilive? En primer lugar, la enorme similitud de los procesos utilizados por Sonus faber y Maserati al combinar tecnología punta en los componentes, montaje artesanal –la componente humana y el compromiso son fundamentales- y acabado minucioso de cada producto. Sólo hubo un área en la que se nos pidió amablemente que no hiciéramos fotos: la destinada a probar exhaustivamente cada motor de cada MC20, lo que no impidió que se nos diesen las debidas explicaciones sobre las particularidades del primer superdeportivo firmado por Maserati en su dilatada –fue fundada en 1914- trayectoria.

A modo de resumen “comprimido”, les diré que el motor –que, como he comentado con anterioridad, ha sido desarrollado íntegramente por la firma de Módena… y además en un proceso que duró la cifra récord, por corta, de tres años- es un V6 biturbo de 630 caballos potencialmente electrificable que alcanza los 100 km/h en 2’9 segundos y una velocidad máxima de 325 km/h. El diseño externo es, como no puede ser de otro modo en un producto tan exclusivo hecho en Italia, absolutamente deslumbrante a la vez que elegante, en mi opinión el que merece un producto destinado a convertirse en un clásico.

Pero la visita a fábrica fue sólo la primera parte de la “Maserati Experience” porque después de hacer un “break” para comer en el centro de Módena nuestros anfitriones nos llevaron al “Autodromo di Modena”, donde un espacio elegantemente habilitado sirvió para presentarnos “oficialmente” tanto el MC20 –ingenieros y responsables de comunicación de Maserati mediante- como el sistema de audio desarrollado por Sonus faber para el mismo. Pero hubo aún más porque un piloto profesional de la firma italiana permitió conocer en directo el comportamiento del MC20 a cada invitado dando dos vueltas al mencionado circuito para seguidamente ser el invitado en cuestión quien tuviera el privilegio de conducir el Maserati otras dos vueltas.

El sistema de audio de Sonus faber para el Maserati MC20 

¿Y la prueba del sistema de audio? Mientras unos invitados daban vueltas por el circuito, otros estaban en un espacio contiguo donde Paolo Tezzón, responsable del afinado acústico de dicho sistema, explicaba, en el interior de un segundo MC20, las particularidades del equipo. Un equipo del que ya les adelanto que no es particularmente espectacular ni caro –unos 3.500 euros- pero sí conceptualmente impoluto y en el que el objetivo último no es otro que la obtención de un sonido lo más natural posible… a la manera de Sonus faber, para entendernos. Por cierto: el equipo se vende como extra, lo que tiene su sentido porque tengo muy claro que a muchos de los potenciales compradores del MC20 -216.000 euros la versión de base- el único “sonido” que les interesa escuchar es el del motor, un sonido que, por cierto, no es nada “macarrónico”.

Antes de proceder a mi valoración del equipo me permitiré, una vez más, incluir algunos comentarios dignos de consideración procedentes de Sonus faber con el fin de, una vez más, situar con la máxima precisión posible el texto en su contexto.

  • Sonus faber utilizó su particular proceso de afinado en la configuración del habitáculo del MC20 para garantizar que cualquier sonido presente en el mismo fuese natural, claro y detallado a la vez, proporcionando al usuario la capacidad de distinguir las diferentes voces e instrumentos dentro de cada tema.
  • La característica firma sonora de Sonus faber se consigue mediante la aplicación coherente de las mismas tecnologías clave y el mismo enfoque de diseño que conforman la filosofía que hay detrás de las cajas acústicas para aplicaciones domésticas de la marca con el objetivo de garantizar una experiencia auditiva emocional increíble para el usuario.
  • El icónico sonido asociado a la conocida como «Voz de Sonus faber» se consigue optimizando el alineamiento fase-amplitud entre los altavoces de medios y agudos.
  • Se utilizan en todo momento materiales naturales combinados con un diseño y una construcción únicos con el fin de obtener el contrastado equilibrio tonal de Sonus faber en todo el habitáculo del vehículo.
  • Se ha logrado una gama dinámica sin precedentes gracias a la combinación de un amplificador de alta potencia -695 vatios en Clase D- gestionado por dos “chips” DSP a 400 MHz y una fuente de alimentación sobredimensionada capaz de suministrar dos veces la corriente la requerida por dicho amplificador con el nivel de volumen al máximo.
  • La linealidad de la curva de respuesta en frecuencia en toda la gama de audio y la extensión y precisión de la escena sonora son aseguradas por un conjunto de 12 transductores excitados individualmente, concretamente 3 tweeters (45 W para cada uno), 3 altavoces de medios (60 W cada uno), 2 tweeters para sonido envolvente (45 W cada uno), 2 altavoces de medios para sonido envolvente (45 W cada uno) y 2 woofers (100 W cada uno).
  • Para promocionar el sistema, se montó un expositor en “dealers” de Maserati en el que había un gran panel con la composición del sistema y un equipo de Alta Fidelidad –con el visto bueno de Maserati- formado una pareja de cajas acústicas Sonus faber Sonetto VIII con acabado blanco y electrónicas McIntosh.

La hora de la verdad: naturalidad y capacidad de discriminación espléndidas

Como decía anteriormente, fue Paolo Tezzon quien demostró personalmente a cada invitado el sistema del audio del MC20. Yo fui el último o el penúltimo –para variar- y la verdad es que la experiencia valió la pena. Aquí hay que reconocer que teníamos la ventaja añadida del alma purista de Mr. Tezzon, percepción reflejada en su selección de contenidos musicales –muchos de ellos marcadamente audiófilos, como el fantástico “Witches’ Brew” interpretado por la New Symphony Orchestra of London, cuya versión en vinilo adquirí a Kleifri Records nada más volver de Italia- y en el hecho de que, al igual que un servidor, consideraba la escucha mucho más natural con la sección de sonido envolvente desactivada. En estas coordenadas, dos son las consideraciones –ambas con la misma relevancia en el contexto de la escucha en el interior de un automóvil con unas particularidades acústicas concretas- a tener en cuenta: la primera, la total ausencia de asperezas en la curva tonal y la segunda, el mantenimiento de una muy notable capacidad de discriminación incluso a niveles de volumen muy elevados. El sonido, en efecto, tiene mucho más de cálido que de frío, con una buena recreación de la escena sonora justo delante de nuestras narices, lo que tiene doble mérito. Todo ello preservando la gama dinámica y conteniendo la distorsión, como se encargó de demostrar el siempre atractivo en lo musical y efectivísimo para probar sistemas de audio “Money For Nothing” del álbum “Brother in Amrs” de los Dire Straits. Aquí aproveché para comprobar el nivel de aislamiento sonoro de la cabina –íntegramente construida en material sintético ultraligero- poniendo en marcha el motor del MC20 y subiendo el régimen del motor hasta 8000 rpm justo en el momento en que entra la batería: el coche experimentó una especie de pálpito pero la música se podía oír con claridad, lo que demuestra el excelente trabajo realizado por los ingenieros de Sonus faber y Maserati al entender los primeros las restricciones de la creación de los segundos. No les he comentado ningún detalle de la electrónica de amplificación y gestión del sistema de audio porque los creadores del equipo han sido más bien parcos en información al respecto, pero me comentó un experto en Car Audio presente en el evento que es de origen japonés. En cualquier caso, su solvencia en lo cuantitativo y lo cuantitativo quedó fuera de toda duda. Y aquí termina mi crónica, momento que aprovecho para dar un agradecimiento especial a quienes hicieron posible este viaje: Juan Rubio Jr, de Sarte Audio Élite, y el antes citado Lionel Nunney.

 

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