En la primera sala, con la presencia de Hanss-Jürgen Kaiser, propietario de la firma alemana, se ofrecieron charlas sobre sus modelos y pudimos disfrutar de las Kaiser Kawero Ultimate -conocidas ya para mí, pues las escuché anteriormente en el showroom de Sound Sevilla-, y del nuevo monitor modelo Chiara. Acompañaba una electrónica deslumbrante en precio y sonido, toda formada por piezas de la danesa Vitus Audio Serie Master Piece, a excepción de las nuevas etapas monofónicas SM-102 de la Serie Signature. Novedad también en nuestro país fue el giradiscos instalado en el sistema, el pequeño de tamaño pero grande en sonido y refinamiento, Bauer Audio DPS 3.
Aunque inicialmente, según me comentaron los responsables, la intención era la de hacer sonar las Kaiser Kawero y solamente exponer los monitores Chiara, ante la petición del numeroso público asistente durante los dos días del evento, se alternó la audición de los dos modelos de cajas. Ambos ofrecieron un sonido de gran calidad y amplio confort de escucha. Las Chiara mostraron aparte de una belleza y calidad de construcción deslumbrante, ser capaces de llenar una sala de considerable tamaño guardando siempre la compostura y con exquisito refinamiento. Las frecuencias graves fueron poderosas como viene siendo habitual en los productos de la firma alemana, y los agudos se mostraron suaves y detallados. A pesar de ofrecer un sonido que transmitía una dosis muy alta de placer musical, las emociones se dispararon cuando las Kaiser Kawero entraron en escena.
La superioridad fue palpable desde las primeras notas, con un agudo que roza la perfección y proponiendo una escucha más alegre y viva que con las Chiara. Pero en ningún caso resultó su extensión e intensidad excesiva, y las frecuencias medias no se vieron ensombrecidas a su lado. Sonido cálido y carnoso en los medios, beneficiados también por el plus orgánico que confieren a la escucha, tanto la electrónica Vitus, como los cables Fono Acústica. Los graves volvieron a resultar como siempre en Kaiser poderosos y amplios, arropando a la perfección al resto de frecuencias.
El giradiscos Bauer DPS 3 demostró su valía, y a pesar del altísimo nivel de la conversión digital expuesta, certificó que cuando un vinilo se reproduce bien, sobra todo lo demás.
