“El Cable Sound Clear es un producto que nos ofrece Terpsicore Audio, empresa de origen español, que abrió sus puertas allá por el año 2.000…”
Sound Sevilla, liderada desde el año 1995 por Pedro Asencio y dedicada a la distribución y venta de productos de alta fidelidad de excepción en nuestro país, me envió a mi domicilio hace ya algunos meses un producto el cual, nada más llegar, ignoraba para qué servía y qué efectos podría procurar.
La primera impresión que me causó fue sorpresa, pues pensé sin duda que se trataba de otro componente esotérico más, que simplemente adornaría mi equipo y que, como tantos otros, poco o nada iba a aportar más que sorpresa o curiosidad para aquel que lo viera en el sistema.
Pues bien, nada más lejos de la realidad; tras numerosas pruebas y ubicaciones finalmente aportó al sonido global de mi sistema un plus cualitativo que en adelante intentaré explicar del modo más conciso y accesible posible.
El Cable Sound Clear es un producto que nos ofrece Terpsicore Audio, empresa de origen español, que abrió sus puertas allá por el año 2.000, especializada en mobiliario para componentes de Alta Fidelidad pero con un vasto catálogo de elementos complementarios como Eleva Cables, Clamps, Bases de desacople, baldas, especiales, etc…
Viene presentado en un envase cilíndrico duro. Abriéndolo nos encontraremos dos cierres elásticos terminados en enganche metálico y una especie de “mantita acolchada” muy bien terminada (costuras, tacto…), ligeramente pesada y acabada en color oscuro. Terpsicore Audio recomienda ubicarla abrazada a los cables de red de nuestro sistema, concretamente en la parte más cercana al componente asociado y con ello evaluar los resultados sónicos producidos.
Tras comprobar su resultado en diferentes componentes concluí que el cambio más evidente se produjo en el cable de red de mi amplificador, una etapa potencia Krell FPB 300cx que, como mucho de vosotros ya sabréis, integra su cable de red sin posibilidad de poder utilizar ningún otro (así es en toda la serie FPB-cx). Sin duda una solución que, acertada o no, está claro que asegurará ser el más adecuado según opinión del fabricante.
“Tras realizar varias pruebas finalmente pasé a instalarlo al componente que Sound Sevilla me había recomendado previamente, el amplificador”
Como ya he comentado con anterioridad, es evidente que el equipo sufre sónicamente cambio en algunos matices modificando el sonido del sistema, que en algunos casos será muy interesante y en otros casos no tanto. Como sólo he tenido oportunidad de probarlo en mi equipo y con el sonido que actualmente propone intentaré desvelaros sus cualidades, las del actual sonido que dispongo, y lo que en mi sistema ha conseguido producir la adición del Cable Sound Clear.
En los últimos meses y tras mis últimas revisiones de componentes el sistema está sonando con una tímbrica muy de mi agrado -situado en la zona neutral- con buena dinámica y densidad, especialmente en la zona media. Silencioso y limpio, el sonido me satisfacía en lo que a agradabilidad y musicalidad se refería. De igual modo destacaré la corporeidad y tridimensionalidad de los sonidos proyectados, los cuales mejoraron sumamente a raíz de la incorporación del cableado MIT de la serie Shotgun S1 que actualmente dispongo y se extiende a lo largo de casi todo el equipo. El caso es que tenía claro que había que pulir algún detalle, como un mejor control del medio/grave, ligeramente menos rápido en el tiempo que el resto de frecuencias, y conseguir un punto más de amplitud escénica (tamaño lateral) pero siempre y cuando no desvirtúe los actuales atributos ya expuestos.
Como ya he explicado en anteriores ocasiones para mí hay tres factores importantes en el sonido de un equipo para que me agrade, a saber: tímbrica, dinámica y control del grave. Si somos capaces de equilibrar los tres a un mismo nivel personalmente a mí me agradará el sistema que escuche, sea el que sea. Con ello lo que finalmente alcancé con la adición del Terpsicore Cable Sound Clear a mi equipo, fue ni más ni menos que conseguir un puntito más de equilibrio entre estos tres elementos.
Tras realizar pruebas tanto en el cable de red del lector integrado de CD Wadia Digital 302 como en los previos de fono LFD MC-2 y AcousticPlan Phonomaster SE sin demasiada repercusión, pasé al componente que Jorge Castellanos, representante de Sound Sevilla en Madrid, me había recomendado por las experiencias ya obtenidas en las instalaciones de Sound en la capital hispalense con la veneradas Kaiser Kawero asociadas a la electrónica Vitus Audio: el amplificador.
Una vez ubicado abrazando su cable de red no empecé a evaluarlo en el mismo momento, simplemente compaginé su uso con el acto de escuchar nuevos discos e incluso componentes que había adquirido. No fue hasta aproximadamente tres semanas después cuando me puse en serio a evaluar qué estaba sucediendo en el sonido del sistema.
Para ello recurrí a alguno de mis ya más que conocidos discos en formato CD y en formato LP que ya más de una vez os he mencionado en el análisis de otros componentes.
En el apartado operístico con el triple vinilo de una de mis obras favoritas de Verdi, Rigoletto (dirige Carlo Maria Giulini a Domingo, Cappuccili, Cortrubas. DG) pude comprobar cómo la escena se encontraba un punto más estable en todo tipo de frecuencias, con ello conseguía focalizar de un modo más fácil voces e instrumentos y así de un modo inconsciente, debido a esta mayor facilidad en la búsqueda de los sonidos por el escenario, encontré un punto de mayor naturalidad y por ende de musicalidad.
De igual modo se produjo en su justa medida un escalón más de control (o reducción) de la lentitud en el medio grave que venía arrastrando, equiparándolo ya en rapidez y precisión con el resto de frecuencias del espectro, esto redundó en una mayor sensación de micro ataque y como consecuencia en una apreciación de mayor rapidez y precisión. Uno de los discos donde más me llamó la atención fue en Die Röhre – The Tube: Works by Boccherini del sello audiófilo alemán Tacet donde dinámica y transitorios están a la orden del día.
