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Para el accionamiento de giro tiene dos botones de aluminio, uno para 33 rpm y otro para 45 rpm. Por la parte trasera encontramos otro botón con tres posiciones, la posición O que indica que el plato está apagado totalmente, la posición I que indica que el plato está en stand-by (tiene un pequeño consumo) y la posición II que es la posición que deberemos activar cuando vayamos a conectar el cargador de la batería. Thales recomienda entre uso y uso dejar la posición O para que no se reduzca el estado de carga, con lo que habrá que estar siempre atentos al terminar la audición de accionar el interruptor. Finalmente destacar el clamper, que a diferencia del modelo tope de gama TTT-1 que va roscado (personalmente lo prefiero así), es por peso y es del mismo material en su base que el resto del conjunto.

El brazo viene en un maletín de plástico, en el cual al abrirlo, encontramos perfectamente acolchado y exquisitamente presentado el bloque principal (pilar más tubos) y una serie de elementos sueltos (elevador, portacápsulas, protractor, contrapesos, antiskating, llaves, tornillos…) que deberemos montar y/o utilizar durante el ajuste.

Tras el montaje del elevador del brazo me dispuse a instalar el bloque principal en el plato. Una vez atornillado y bien fijado gracias a una plantilla conseguimos que el pilar quede instalado en su ángulo correcto de ataque.

El siguiente paso sería instalar la cápsula en el portacápsulas pivotante. Como ya he mencionado, es aquí donde reside toda la ingeniería del brazo y por ello no se realiza de un modo normal. Para la instalación de la cápsula debemos sacar parte del portacápsulas y una vez atornillada de modo leve mediante dos tornillos (incluidos y de varias longitudes), deberemos disponerlo en una plantilla desde la cual ajustaremos ya su alineación. Tras unos cinco minutos de reloj siendo muy meticuloso finalmente conseguí cuadrarlo, sin duda un sistema de protractor tan especial y único como el brazo que nos acontece.

Vienen tres tipos de contrapesos para cápsulas de mayor o menor masa, en mi caso el intermedio fue el que mejor se ajustó al de mi cápsula. Una vez nivelado junto con la cápsula, era momento de encontrar el VTA (o ángulo vertical de lectura) más adecuado.

 

En este caso con el Simplicity podemos mover de arriba abajo el pilar y con ello dejar el tubo en su posición más horizontal posible durante el momento de lectura de la cápsula. Además una vez fijado éste, disponemos de un tornillo que nos permite un ajuste fino, sin duda útil pues como todos sabemos un VTA del brazo perfecto no implica un ángulo de ataque ideal, dado que las cápsulas de alta gama están hechas a mano y el SRA (o ángulo de inclinación de la aguja), en todo caso, nunca es el mismo de una cápsula a otra (aún siendo el mismo modelo).

Mi recomendación si no disponemos de un microscopio digital que nos dé el dato real de SRA, es que dispongamos el brazo lo más horizontal posible al platter con un disco de grosor medio ya en posición de lectura y ayudados de una regla intentar conseguir en los dos extremos del tubo la misma distancia a la parte superior del disco. Una vez el brazo con el VTA adecuado ya podríamos jugar con el tornillo para el ajuste fino del SRA.

Si bien el azimuth viene pre-ajustado de fábrica de modo ideal, esto es portacápsulas totalmente paralelo al platter, sí que es cierto que en algunos casos nuestras cápsulas tienen ligeras desviaciones que a menudo hay que corregir con el propio brazo. El Simplicity no iba a ser menos y dispone de un ajuste de azimuth mediante dos llavecitas que en un caso sube hacia un lado y en el otro sube hacia el otro desde la parte del brazo que lo une al pilar.

Para el ajuste de VTF (fuerza vertical de lectura) como ya había incorporado uno de los contrapesos y nivelado el brazo lo único que tenía que hacer era poner los deseados 1,70 gramos recomendado por Jonathan Carr (diseñador de las cápsulas Lyra), para lo cual me ayudé de una báscula digital (no suministrada). He de decir que para conseguir clavarlo necesité más tiempo del que me hubiera gustado, dado que su ajuste es moviendo el contrapeso para atrás o para delante pero sin ningún tipo de microajuste o ajuste fino, sin duda una solución lenta e incómoda que considero podría ser pulida.

Finalmente me ayudé del disco Hifinews Test LP para calibrar el bias o antiskating. Entre varias pruebas que realicé con este disco me sorprendió el buen tracking (lectura) que obtuve. La calibración del antiskating se realiza rotando una pieza que está en la trasera del contrapeso y que previamente añadí para poder calibrar el VTF adecuadamente.

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