The Strokes: “Comedown Machine” (RCA\Sony) (2013)
Etiquetas: Rock
El nuevo álbum de The Strokes me ha hecho recordar la primera vez que escuché hablar de ellos.
En la Plaza de las Flores en Cádiz, justo detrás de Correos, existía una pequeña tienda de discos, creo recordar, si mi memoria no me engaña, algo borrosa esos años por los excesos de la juventud, que se llamaba “Mala Música” y tenía una especie de duende como logo.
De las muchas que había (por aquel entonces necesitabas un mes para descargarte un cd por internet y la gente podía vivir vendiendo música) ésta tenía una selección de disco muy cuidada donde podía encontrar los grupos que me gustaban y de la cual me convertí en un cliente asiduo. Me encantaba perderme horas en aquel lugar y hubo más de un día que abrí y cerré la tienda con el dueño.
El caso es que un día cualquiera de esos el propietario estaba esperándome con el cd encima del mostrador y me dijo que a pesar de que no era el estilo de música que a mí me gustaba tenía que escucharlos porque eran muy buenos.
Qué razón tenía. El primer LP de los neoyorquinos, “It This Is”, era una bocanada de aire fresco, gamberro, irreverente, loco y con aire retro ochentero. Rompieron los esquemas de lo que entonces había. Se llegó a decir que venían a salvar al rock de su oscuridad.
Pues bien, doce años después y con cinco álbumes en sus espaldas poco queda de todo aquello. No deja de ser una lástima, pero es lo que hay.
La evolución del grupo es un tanto peculiar, al “It This Is” le siguió “Room on fire”, creo que injustamente maltratado, y “First Impressions of the Earth” donde el grupo tomó un sonido más roquero, crudo y cañero. Personalmente me encantó y esperaba que los tiros siguieran por ahí.
Sin embargo su cuarto álbum “Angels” fue un paso atrás en cuanto al estilo. Se podría decir que estaba a caballo entre su segundo y tercer LP. Después de cinco años de silencio fue un poco decepcionante. Si bien es cierto que había varios temas muy buenos, el resto de los cortes me parecieron bastante mediocres. Fue un cd falto de fuerza y con una aparente falta de ganas. Pero que esperaba que sirviera para engrasar la maquinaria y limar las asperezas y problemas que había en el seno del grupo.
Tras sólo dos años aparece este “Comedown Machine” donde hay un intento de la banda de recuperar la gloria perdida, con nuevos trucos de sintetizador (que conste que no me parece mal que lo hagan pero el resultado no ha sido lo esperado) un Julian Casablanca abusando de falsete en algunos temas y un marcado acento techno-pop de los ochenta que lo condena.
Y es que tras muchas escuchas uno no deja de preguntarse del por qué este LP viene con el nombre de The Strokes y no un disco en solitario de Casablancas, ya que el amor que procesa éste por el New Wave de los ochenta marca todo el álbum.
Así nos encontramos con canciones como “One Way Tigger” en la cual no puedes dejar de pensar en A-HA o “Welcome To Japan” que recuerda por momentos a Duran Duran.
Cuando escuché el primer single del álbum, “All The Time”, pensé que esta vez lo habían conseguido, si bien es cierto que la canción es un poco mas descafeinada y plana de lo habitual, también es cierto que tiene un sonido más cercano a los primeros discos. “50/50” o “Partners In Crime” por destacar un par de ellas y poco más se puede salvar de este largo.
Lo peor es que las mejores canciones de este álbum no alcanzan la brillantez necesaria para poder salir del aburrimiento, como pasaba en “Angels”.
El resto de canciones sigue una línea desigual, con mucha base rítmica y ausente de buenas melodías, magia o chispa. Con un Julián Casablanca al que no le pega nada el falsete y que parece que se ha pillado los cataplines con la tapa del piano, como decía la canción.
Un disco que queda para incondicionales, nostálgicos y amantes de los ochenta. Para mí ha sido la excusa perfecta para poder hablaros de los tres primeros discos del grupo que sí merecen la pena y a los cuales hay que dar, al menos, una escucha si no los conocéis ya.
Calidad Artística: 5
Calidad de Sonido: 7
