Unison Research Simply Italy

Amplificador integrado estereofónico Unison Research Simply Italy: concepción personalísima para un sonido extremadamente preciso y vital

Su ruido de fondo es perfectamente equiparable al de -por citar dos de mis referentes históricos en perfeccionismo extremo aplicado al universo del audio doméstico- una electrónica de amplificación de Accuphase o Esoteric aunque cuesta una fracción de su precio. Funciona en Clase A pura con arquitectura cien por cien a válvulas y su aspecto combina clasicismo con un toque de personalísima elegancia que le permite marcar la diferencia. Pero, por encima de todo, su sonido aúna precisión y fuerza en grado sumo tanto en su “ecosistema” natural -o, si lo prefieren, lógico-, léase el de las cajas acústicas de alto rendimiento, como en el de los sistemas de altavoces convencionales, por llamarlos de algún modo. En definitiva, es una electrónica tremendamente placentera que por relativamente poco dinero permite descubrir hasta qué punto un diseño bien planteado y debidamente ejecutado puede romper moldes a la hora de devolver la música a la vida. Nada nuevo bajo el sol, cierto, pero la realidad es que el Simply Italy de la italiana Unison Research logra crear su propia leyenda precisamente por una deslumbrante relación calidad/precio que pone todas y cada una de las ventajas del concepto de amplificador integrado a válvulas al alcance de todo el mundo.

Situando el texto en su contexto: un descubrimiento que comenzó en 2019

No me malinterpreten: conozco Unison Research desde hace un montón de años, pero entre que por un lado el anterior importador para España no era muy dado al marketing –por lo menos a la manera clásica- y, por otro, que en el certamen Munich High End la marca no solía estar muy por la labor de realizar demostraciones, mi relación con la firma transalpina era menos estrecha de lo deseable. Pero con el nuevo importador la cosa cambió, en especial desde que en el ahora mismo muy lejano –por cortesía de “Mr. Bug”- 2019 celebró, bajo los auspicios del especialista en sonido e imagen Supersonido y junto con otro importador patrio, en esta caso el madrileño Magnetrón, varias audiciones -2 en Barcelona, 2 en Bilbao y 4 en Madrid- en las que pude conocer a fondo algunos de los modelos más emblemáticos de Unison Research en combinación con las versiones más recientes –en aquel entonces- de las cajas acústicas de la legendaria gama Heritage de la estadounidense Klipsch. Unos eventos que por lo demás sirvieron a más de uno para conocer en directo una de las asociaciones más clásicas –pero no siempre debidamente planteadas- del sonido doméstico de alto nivel: la formada por electrónicas a válvulas y cajas acústicas de alto rendimiento. Fue precisamente el producto que protagoniza el presente análisis uno de los 3 amplificadores utilizados en esas 8 sesiones de escucha: el muy compacto y atractivo Simply Italy, un auténtico superventas como consecuencia del fantástico equilibrio entre prestaciones y precio que ofrece en el contexto del diseño de componentes de audio genuinamente audiófilos y por lo tanto con muy pocas concesiones a la galería. Eso sí: estamos hablando de un amplificador a válvulas y además con una potencia de salida muy baja, condiciones ambas que hay que tener muy presentes a la hora de buscar las cajas acústicas asociadas.

Unison Research: “kilómetro cero” en electrónicas a válvulas a la italiana

Tan o más importante que lo que acabo de comentar es el conocimiento de la particular operativa de Unison Research como empresa, que Bartolomeo Nasta, uno de sus propietarios y carismático “brand ambassador” de la marca, se encargó de resumir –pese a su condición “no técnica”- en las presentaciones que precedieron a varias de las demostraciones antes apuntadas. Porque, claro, da la sensación de que en el diseño de amplificadores a válvulas todo está inventado y la verdad es que no es el caso porque, pese a su aparente simplicidad formal –en particular si los comparamos con los modelos “solid state” más elaborados- cualquier astucia en la topología circuital empleada y, por supuesto, cualquier cambio en los componentes clave –tanto activos como pasivos- pueden marcar diferencias sustanciales en lo que al sonido final se refiere. De ahí lo relevante que resulta saber que Unison Research fue inicialmente la traslación al ámbito empresarial de las ideas de un “sabio” y ”friki” a la vez llamado Giovanni Maria Sachetti, un alma inquieta nacida en 1945 que después de especializarse en electrónica simultaneó la docencia con el diseño de productos para Unison Research.

La calidad de fabricación del Simply Italy es impoluta. Más interesante aún es lo que no se ve: las astucias que definen su exquisita personalidad sonora.

De la filosofía de Mr. Sachetti destaca en especial su predilección por las electrónicas integradas, no sólo por los ahorros de costes que conllevan sino, sobre todo, porque permiten optimizar la integración de los diferentes subsistemas que las constituyen a la vez que minimizar el siempre potencialmente conflictivo cableado interno. Una filosofía que se combina con otra para definir la personalidad de Unison Research: el uso de componentes “kilómetro cero”, que en este caso significa –Mr. Nasta dixit- “accesibles en un radio de 2 horas en coche” desde la sede de la compañía en el próspero nordeste italiano. Y, muy importante: la prioridad absoluta otorgada a los transformadores de salida, responsables últimos de la calidad sonora de un amplificador a válvulas (para ser exactos, de la inmensa mayoría ya que hay algunos pocos diseños que no utilizan dichos componentes). Particularmente representativa de la operativa que les acabo de reseñar es el hecho de que del amplificador integrado Simply Two, el primero de una larga serie de proyectos basados en el uso de etapas de salida –es decir de amplificación de potencia- single-ended en Clase A, se vendieron unas 10.000 unidades durante 4 años sólo en Japón. Pues bien: el Simply Italy es heredero directo del espíritu del Simply Two, del que adopta muchas soluciones técnicas/de diseño y mejora otras con el fin de ofrecer una presentación del sonido todavía más poderosa y transparente.

Elegancia clásica sin barroquismos e ingeniería minuciosa

Comparado con otras electrónicas de precio similar, el Simply Italy es francamente bonito gracias a la incorporación de unos pocos adornos que lo despojan de la tosquedad de diseños menos agradables a la vista, aunque ya se sabe que, “para gustos, colores”, y más aún en audio High End, que al fin y al cabo es el ecosistema en el que hay que englobar a nuestro invitado a pesar de su nada elitista precio. Puesto que a un servidor de ustedes le gusta conocer y dar a conocer los entresijos técnicos de los productos que analiza, todo ello sin faltar a la célebre máxima de Linn “si suena mejor, significa que es mejor”, me permitiré subrayar los elementos más significativos del diseño del pequeño Unison Research. A nivel estético, lo que tenemos es una lograda modernización –aunque sin renunciar a su toque clásico- del antes citado Simply Two, cuya potencia de salida –unos 12 vatios por canal en Clase A pura- también se mantiene aunque los 6 ohmios de impedancia de salida de nuestro invitado le permiten lidiar con autoridad con cajas acústicas tanto de 4 ohmios como de 8 ohmios. Por lo demás, las láminas de acero inoxidable que hay detrás de las válvulas no sólo embellecen el conjunto sino que contribuyen a mejorar la disipación térmica y por tanto a incrementar la fiabilidad del conjunto. En lo que respecta al diseño circuital, es 100% a válvulas, funcionando todos los dispositivos de vacío empleados –dos pentodos EL34 para la sección de amplificación de potencia y dos dobles triodos ECC82 para preamplificación y ataque- en Clase A pura. Mención especial al respecto merecen los transformadores de salida, diseñados, desarrollados y fabricados por Unison Research para crear una etapa de salida, para cada canal, consistente en uno de los citados pentodos EL34 funcionando en configuración single-ended ultralineal, una configuración que, recordémoslo, es propia de las topologías que utilizan triodos… de ahí el mérito de los citados transformadores de salida por cuanto permiten a un pentodo funcionar casi como si fuera un triodo. En lo que respecta a las ECC82, fueron seleccionadas por dos motivos críticos: su excelente linealidad y, muy importante en términos de musicalidad, por la virtual ausencia de distorsión de orden impar. Más detalles: el primero de los dos triodos contenidos en cada ECC82 se utiliza para amplificar y no utiliza realimentación global ni local, un pequeño hito que se ha logrado eliminando el clásico circuito de polarización –bias- automática vía cátodo por uno que lleva a cabo la conocida como polarización iónica, al parecer la única capaz de garantizar la ausencia de realimentación y una rotación de fase mínima en la señal amplificada. Además, esto permite elegir el nivel de realimentación global del amplificador, lo que a su vez permite mejorar la sinergia con las cajas acústicas, los cables y el ambiente de escucha.

Una conectividad clásica ejecutada en consonancia, con conectores de calidad y cero concesiones a la galería.

Continuaré la descripción técnica del Simply Italy comentando otro elemento clave de su diseño: la fuente de alimentación, protagonizada por un transformador toroidal llamado Sinfonia que ha sido concebido específicamente para reducir las pérdidas eléctricas y contener la dispersión del flujo magnético. Como sabiamente apunta Unison Research, lo ideal hubiera sido utilizar un transformador de alimentación para cada uno de los canales de nuestro invitado, una solución descartada por obvias restricciones de espacio, peso y, presupongo, presupuesto. Pero ello no impide al citado Sinfonía marcar diferencias por cuanto en realidad el suministro de energía se dobla vía separación de todas las etapas de preamplificación para minimizar la diafonía y la distorsión.

Por lo demás, el Simply Italy está repleto de pequeños detalles que reflejan el cuidado puesto en su concepción: componentes pasivos de grado audiófilo (resistencias anti-inductivas, condensadores electrolíticos), botones de control fabricados en acero inoxidable no magnético, zócalos de cerámica pura para las válvulas, placas de circuito impreso de vetronita, elementos de madera ubicados en puntos estratégicos para control de las resonancias, minimización de los trayectos de señal y de masa y una fabricación orientada en todo momento a maximizar la fiabilidad y minimizar el mantenimiento.

El sonido: garra, transparencia, calidez y un ruido de fondo increíblemente bajo

Aunque, como les he comentado, en 2019 asistí a esas 8 sesiones de escucha protagonizadas por cajas acústicas Klipsch Heritage y amplificadores integrados Unison Research, la prueba del Simply Italy la realicé en una de las salas de Supersonido Barcelona el pasado 19 de febrero. Como fuente se utilizó un servidor de música Innuos Zen Mini MK3 combinado con un procesador digital de audio Mytek Brooklyn DAC+, siendo las conexiones confiadas a AudioQuest (Rocket 88, cajas), QED (Reference Audio 40, línea) e IsoTek (Optimum, red). Y en cuanto a cajas acústicas, elegimos unas Sonus faber Lumina I y unas Klipsch Forte III a fin de comprobar la sinergia existente entre el Simply Italy y dos tipos de sistemas de altavoces muy diferentes. En lo que concierne a los contenidos vía streaming, se utilizó en exclusiva material de Qobuz.

La calidad de una electrónica bien diseñada se refleja en su versatilidad, y la verdad es que el Simply Italy se atreve con todo. Aún así, para que sus 12 vatios luzcan no sólo en lo cualitativo sino también en lo cuantitativo, el recurso a cajas acústicas de alto/muy alto rendimiento –más de 96 dB- es imprescindible salvo –nunca se sabe- que la escucha a niveles de presión sonora realistas no interese.

¿Qué decir de nuestro pequeño italiano para dejar bien claro lo que es capaz de hacer? De entrada, que si queremos decibelios hay que optar directamente por cajas acústicas de alto/muy alto rendimiento, en nuestro caso las Klipsch, ya que si no es así la tímbrica sigue siendo divina pero falta “caña”. Pese a ser una obviedad para cualquier conocedor de los entresijos de la Alta Fidelidad, tenía que dejarlo bien claro. Dicho lo que acabo de decir, lo primero que impresiona del Simply Italy es su extraordinariamente bajo ruido de fondo, hasta el punto de ser asimilable, como afirmo en mi presentación del presente análisis, al de una electrónica “japa” de estado sólido de muy altos vuelos. Un ruido de fondo que refleja una concepción minuciosa en términos de circuitos y componentes y cuya recompensa en la escucha –por ejemplo en el espléndido “Were We Used to Live”” del Esbjörn Svensson Trio- se traduce en una capacidad de análisis de microinformaciones soberbia y en unos contrastes dinámicos –tanto micro como macro- perfectamente delimitados con una pegada fantásticamente controlada. Además, la combinación de funcionamiento en Clase A pura y alto rendimiento bien diseñado –hablo de las Klipsch Heritage- hace que la distorsión brille por su ausencia y la curva tonal mantenga su equilibrio a medida que aumenta el nivel de volumen.

¿Puntos débiles? En mi opinión, sólo alguna arista en determinados registros vocales a volumen elevado –el excelente “Primavera en Nueva York” de Martirio- y ciertas limitaciones –aquí la toma de sonido es crítica- en la presentación espacial de formaciones orquestales de gran envergadura. Por lo demás, tengo muy claro que por el precio a que es ofrecido, el Simply Italy es una verdadera ganga que invita por todo lo alto a introducirse en el universo de las electrónicas a válvulas y descubrir de este modo una estética –carácter si lo prefieren- sonora que en función de las preferencias del usuario puede llegar a ser la que estaba buscando desde hacía años.

Características Técnicas