USHER BE-718 DIAMOND
Un poco de historia…
La isla Formosa (en portugués Hermosa -Taiwán-) fue avistada por los portugueses en el S. XVI y ha sido controlada también por españoles, holandeses e incluso japoneses hasta su actual situación formando parte de la República de China. De controvertido pensamiento y marcada diferencia de ideologías respecto a la república de la que forman parte, su población actualmente se debate entre mantener su anexión actual a China o su independencia. Dentro de este resumido y complejo escenario me encuentro ante una de las marcas de audio más interesantes del panorama actual, Usher Audio Technology.
Localizada en la Ciudad de Taichung (Taiwán central) se encuentra la enorme factoría de esta ya venerada firma oriental con más de 40 años de experiencia y amplia reputación a lo largo del globo, que se ha ganado por méritos propios situarse en una de las posiciones de privilegio en el mundo de la Alta Fidelidad.
La firma, liderada por Mr. Lien-Shui Tsai, tiene un portfolio sumamente interesante compuesto por siete series de altavoces bien diferenciados, una gama de electrónica -formada por un preamplificador y una etapa de potencia-, diversos stands de bella manufactura y la friolera de 23 drivers de fabricación propia, entre los que se encuentran uno de los componentes que siempre me ha causado mayor respeto y admiración, y al que sólo muy pocas firmas han accedido, debido a su alto coste de producción y desarrollo, el tweeter de diamante.
Diseñadas por una asociación entre Mr. Lien-Shui Tsai y el gurú norteamericano Dr. Joseph D’Appolito (creador de la famosísima configuración MTM –midwoofer/tweeter/midwoofer-), no cabe duda de que las diversas cajas y componentes que ofrece Usher Audio llaman poderosamente la atención, dada su muy cuidada estética y soberbios acabados. Apetecen. Así pues, en mi siguiente incursión en el mundo de las cajas acústicas, me enfrento a un monitor de origen Taiwanés, fabricado con drivers in house con tweeter de diamante y, como se puede apreciar en las fotografías que complementan este análisis, unos terminados tales que simplemente me han dejado atónito.
Desembalaje y ¡sorpresa!
Tras una dilatada y entretenida charla telefónica que mantuve con su importador y distribuidor en España, Francisco Gutiérrez (Director de Lyric Audio Elite), las cajas llegaron a mi domicilio. Embaladas en caja de cartón y protegidas por una espuma de color blanco, me encuentro dos bultos envueltos en unas bellas fundas de tacto sedoso, y su correspondiente manual de instrucciones en inglés. ¡Impresionante! Esta expresión me salió sola, nada más desenfundarlas. Unas terminaciones y trabajo de ebanistería, simplemente excepcionales a cualquier nivel de precio. Laterales en madera de abedul de bello acabado, cuerpo principal lacado en negro piano, bornes traseros de gran dimensión y robustez de altísima calidad, con posibilidad de biamplificación/bicableado tanto para spades o bananas, acertado diseño… Sin lugar a dudas una sorpresa muy grata, sabiendo el “modesto” precio de venta al público al que mis invitadas se ofrecen.
En un cuerpo de algo más de 17 kilos el monitor ha de ser cogido con precaución, pues no es ligero, para su correcto análisis. Al no disponer de los stands originales (de ídem calidad en acabados por lo que observo), utilicé mis clásicos Mission Stance, desacoplados de las cajas por Atacama Gel Pads. Con una sensibilidad de 87 dB @ 1w / 1m, una impedancia nominal de 8 ohms y un puerto bass réflex delantero, son unos monitores de estantería no muy complicados de atacar en cuanto a entrega de corriente, y aún menos de posicionar para un adecuado control del medio/grave, dando muy buenos resultados ubicados cerca de una pared trasera, como bien pude comprobar. Tras esta breve toma de contacto y absoluta emoción por lo bellos que lucen en mi sala de escucha es hora de conectarlos y que empiece la función.
