Una caja “pequeñita”
Desde que hace ya unos cuantos años adquiriese mi Wadia 861 he tenido la suerte de escuchar varios modelos de estos carros de combate americanos. Porque está claro que eso es lo que son estos aparatos. Máquinas que se tragan el primer CD que le echen y encima lo hacen con una solidez, solvencia y calidad de sonido, capaz de rivalizar con el mejor artilugio reproductor de discos plateados que alguna mente enfermiza sea capaz de concebir.
A pesar de algunas vicisitudes económico – empresariales que la han llevado en varias ocasiones casi hasta el mismísimo limite de su desaparición. La incombustible marca americana ha seguido poniendo en el mercado modelo tras modelo, en los que podemos apreciar sin duda alguna, que no ha desfallecido su calidad, ni ha variado un ápice su impecable manera de diseñar y fabricar sus aparatos.
Viene incluido un mando a distancia de aluminio, un cable de conexión a la red eléctrica con su fuente de alimentación fuera del chasis, a lo teléfono móvil, y con enchufe macho americano, detalle totalmente impresentable en un aparato de esta categoría. Habría agradecido sin duda alguna su cable con enchufe europeo. Incluye un lápiz USB en el que vienen incluidas las instrucciones del aparato y algunos drivers.
Por otro lado a pesar de su ligereza el acabado está a la altura de cualquier otro aparato de Wadia. Me gustaría destacar especialmente el detalle de las puntas de desacoplo de goma. Cumplen perfectamente su cometido de aislar el equipo de la superficie en la que se coloca y a su vez permite situar el DAC 121 en ubicaciones que serían imposibles si tuviese las inconfundibles puntas afiladas que equipan típicamente los reproductores de la marca americana.
Entremos más en detalle
En cuestión de conectividad llama la atención como se ha podido implementar tal cantidad de conexiones en tan poco espacio. Tiene el protagonista de este artículo entradas digitales AES/EBU (XLR), coaxial (RCA y BNC), Toslink óptica y USB, y admite datos de 44,1 khz, 48khz, 88,2 khz, 96 khz, 176,4 khz, 192 khz y hasta 24 bits.
Tiene salidas analógicas RCA y analógicas balanceadas XLR, que pueden ser utilizadas indistintamente y al mismo tiempo. Tiene este Wadia igualmente un control de volumen digital de 32 bits con lo que puede ser utilizado como previo. También se puede regular los niveles de salida analógicos para adaptarse totalmente a la sensibilidad del aparato al que va a atacar el DAC. Por último esta provisto el protagonista de estas líneas con una salida para auriculares que se encuentra en el frontal del equipo. Utiliza igualmente tecnología de upsampling de 32bit/1.4Mhz utilizando el algoritmo “Digimaster” y tecnología de filtrado exclusiva de Wadia.
La conexión es muy simple y el manejo del DAC es bastante fácil. Lo escuché a partes iguales con el transporte TEAC VRDS de mi Wadia reproduciendo grabaciones de compact disc y con el disco duro del Olive reproduciendo algunos archivos Flac 24-92.
Compruebo que la personalidad del Wadia 121 es homogénea en ambos formatos presentando características idénticas al decodificar desde ambas fuentes y con diferentes resoluciones con lo que en principio mis opiniones vertidas sobre el aparato en cuestión se referirán de ahora en adelante a la escucha global, independientemente del formato o reproductor utilizado. Tengo que reseñar como punto negativo, el molesto sonido de “clik clack” que hace repetidamente el aparato cuando se pausa la reproducción. Circunstancia bastante molesta y al que Wadia debiera encontrar solución.
Es el Wadia 121 un DAC honesto, con un precio bastante contenido, para ser de la marca que es. Ofrece un sonido que a mí personalmente no me defrauda. Habiendo escuchado ya varios aparatos de la marca, el 121 ofrece un sonido con la impronta de Wadia, aunque con algunas características propias que en particular lo hacen muy adecuado para el tipo de cliente y trabajo para el cual ha sido enfocado y diseñado.