Absolare: estreno en España

Una tarde de descubrimiento

Cuando Jorge Sánchez me envió la invitación para la presentación de las electrónicas Absolare, en su recién estrenada tienda AudioElite en Las Rozas (Madrid), confieso que le confirmé mi presencia más por compromiso que por verdadero interés. Una rápida consulta por internet me dejó la impresión que esta nueva marca americana tenía sus objetivos centrados más en el lujo que en el sonido, con sus previos y etapas de válvulas acabados en piel dignos, como digo, más de una marca de alta costura o moda, que de un fabricante de aparatos de alta fidelidad…

Pero como se suele decir las primeras impresiones suelen estar equivocadas, y enseguida descubrí que debía haber profundizado más en mis averiguaciones previas. Afortunadamente el pasado jueves seis de Marzo la meteorología nos regaló una magnífica tarde y, también afortunadamente, encontré tiempo para pasar buena parte de esa tarde en AudioElite para «ver» las Absolare. Enseguida descubrí que además de disfrutarlas con el sentido de la vista, incluso el del olfato, estas electrónicas han nacido -y muy bien «paridas» si me permitís- para el oído. Había escuchado el mismo equipo en la misma sala pocos días antes y creía haberme forjado una buena idea de cómo sonaban esa fuente (reproductor Aurender con DAC Gryphon Kalliope) y esos altavoces (Gryphon Atlantis), pero… ¡estaba equivocado! Con el previo y las etapas monofónicas Absolare allí había algo nuevo, una conexión directa con la música, una visión prácticamente real de los intérpretes, un sonido absolutamente delicioso.

¿Pero no iba yo con la idea preconcebida de que esto eran «joyas» más bonitas que eficaces?

Minimalismo extremo

Sí que son joyas, pero no sólo como elementos decorativos, aunque las fotos no les hacen justicia, porque en directo tienen un aspecto más impresionante. El «concepto» de Absolare es aparentemente simple: diseñar previo y etapas lo más sencillas posibles, pero maximizando la calidad de cada parte. Así, tanto el previo como las etapas utilizan la topología más sencilla posible, es decir, circuitos «single end» no balanceados. Los componentes activos son realmente mínimos, la señal pasa, de fuente a altavoces, por una válvula (doble triodo 12AU7) en el previo, entra en la etapa a través de una pareja de válvulas (de nuevo dobles triodos, aquí 6N7) y recibe la amplificación seria con otra pareja de tremendos triodos 845, conectados para la salida «single end» como comenté más arriba. En total, pues, apenas cinco válvulas por canal.

Con circuitos tan sencillos, la clave está en los detalles y aquí no se deja nada al azar, muy al contrario. Las válvulas en sí están muy bien elegidas -NOS las de señal, PSVane las 845- y, de hecho, en el previo podemos elegir entre montar una pareja de origen RCA o unas Telefunken -enseguida vuelvo sobre eso-. En la etapa me sorprendió que las dos 6N7 no eran iguales, sino que montaban una JAN (Sylvania) y una RCA. Por lo visto es la combinación que mejor suena aquí. La otra parte, los componentes pasivos, es por supuesto fundamental. El cableado, los condensadores, las resistencias, incluso el chasis -mecanizado en aleación ligera por rigidez y estabilidad aunque no sea visible- y sus acabados -sobresaliente la piel-, todo está muy pensado y probado para un resultado óptimo, sin escatimar recursos sobre todo en estas versiones que yo disfruté, las «Signature». Aquí destacan los condensadores Duelund Cast -que superan fácilmente los 300 euros por unidad y por ello sólo montan las Signature-, pero incluso las versiones «estándar» montan cableado interno de auténtico lujo en aleación oro-plata-paladio y origen Echole -que en este equipo eran también los usados en modulación externamente-… materiales nobles incluso en conectores -los Oyaide de plata-paladio-, y también el uso de material Bybee. No en vano Jack Bybee forma parte del equipo de Absolare. Hasta el tipo de conexiones usadas internamente -soldaduras o crimpado- se ha estudiado para un resultado óptimo.

Un lujo… para los oídos

El precio de las Absolare no es bajo, no podría serlo si vuelves a repasar la lista de componentes, pero al contrario de lo que yo pensé, «a priori» no se justifica por su lujosa estética, sino por esta combinación de simplicidad en el diseño -cuyo planteamiento viene de un experto equipo con el veterano japonés N. Komuro a la cabeza- y atención al detalle. Es decir, lo diseñas con un mínimo de componentes y usas los mejores posibles en cada ubicación… ¡parece fácil pero no lo es!

Cuando te das cuenta del trabajo que hay detrás es cuando empieza la música. Por circunstancias de la agenda -el día de la presentación-, mi audición fue con las Absolare apenas iniciado el rodaje -menos de diez horas tenían-, pero pienso volver en cuanto pueda y esté el conjunto más rodado. Más arriba lo he comentado, ya había escuchado ese equipo en esa sala y, sí, la tremenda garra con que la bestial etapa Mephisto sujeta el grave de las Atlantis se podía echar de menos, pero os aseguro que lo cambio una y cien veces por todo lo demás que me estaba ofreciendo el conjunto Absolare. Estás deseando que el reloj se congele, cuesta concentrarse en el «análisis» del equipo y te pierdes en la música, porque este equipo consigue a la perfección ese mágico efecto que en mi experiencia solamente la amplificación con válvulas logra. El de trascender la electrónica y conectarte directamente, emocionalmente, con la música y los intérpretes que en su día la grabaron.

Por destacar un «factor» de análisis podría señalar hacia la transparencia de estas electrónicas, el obsesivo cuidado con el detalle de sus padres, la simplicidad del circuito y la calidad de materiales utilizados, se traduce en una transparencia impresionante. Tras un buen rato de escucha y con la sensación que algunas cuerdas y voces podrán, tendrán, que mejorar con el rodaje, Miguel Carvalho de Ultimate Audio, decidió probar la otra pareja de válvulas que vienen con el previo. El cambio fue notable y a todos nos gustaron más las Telefunken, aportando un pequeño plus de suavidad sin perder extensión ni detalle, aumentando ese efecto «humano» de las Absolare. Pocas veces me ha parecido tan notable un cambio de válvula en un previo, otra señal que apunta a la transparencia y pureza del diseño.

Cayó la noche y tuve que dar por terminada la audición, toda una revelación para mí, sinceramente. Con lo que a mí me gusta la filosofía minimalista -«less is more» como dicen los anglosajones-, Absolare me ha encajado de forma que no podía imaginar: bravo.

Equipo en audición