¡¡¡Allegro!!!
¡Ya era hora! Había tenido la oportunidad de ver en varias ocasiones fotos por internet, había tenido el gusto de escucharlas en la última edición de Elitexpo, donde claramente no dieron de sí todo lo que muchos esperábamos de ellas. Pero finalmente se presentaba el momento de escucharlas en condiciones para mí óptimas.
En pocas ocasiones uno tiene el honor de probar unos altavoces y que sea su creador el que venga con ellos debajo del brazo. Por lo tanto el acontecimiento se presentaba como algo único y que seguramente tardará mucho en repetirse, aunque nunca pueda descartarse. En este caso el invitado en cuestión era Suso Ramallo y su creación las “Allegro”. ¿Qué puede contarse de Suso que muchos de vosotros no sepáis ya? Creo que si hay alguien en este país con los conocimientos y gusto necesario para desarrollar y construir unos altavoces, es nuestro amigo Suso. Presidente de la AES (Audio Engineering Society) de España, el Alma de Allegro by Ramallo, es además una excelente persona que se divierte, como sólo él puede, explicando de una forma amena, pero profesional, las intimidades de su proyecto. La verdad es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto escuchando hablar a alguien de esta afición, que me tiene desde hace tiempo tan absorbido. Es un gusto cuando oyes ciertas explicaciones y procesos de creación, que de otra forma no puedes ni siquiera intuir. Escuchar las motivaciones detrás de un diseño, detrás de un proyecto, detrás de una forma. Y así entrar en las motivaciones existentes bajo las más diversas cuestiones. Es como poder escuchar una ópera de Mozart con el compositor al lado contando cada minucia de su obra musical. Vamos algo impagable.
De esta forma llegaron las Allegro a mi casa. La presentación de las cajas es exquisita. Vienen estas embaladas en una “flight case” muy a lo “pro”, pero que ciertamente cumple su función con una eficiencia impecable. Nada que ver con las presentaciones habituales en cajas de cartón que acaban deteriorándose con el tiempo. ¡No! nada de eso. Este envoltorio es duro y a la vez manejable, ya que viene con ruedas y unas manillas retráctiles donde agarrar firmemente, lo cual se agradece a la hora de transportarlas. Si alguna vez fuese necesario trasladarlas para un mantenimiento o mudanza, no hay más que introducirlas de nuevo en su envoltorio y viajarán a cualquier lugar sin sufrir ningún percance, y con toda facilidad y comodidad para el transportista.
Mano a mano, Suso y yo las desembalamos y procedimos a introducirlas en mi sala. Allí tuve la oportunidad de observarlas detenidamente e incluso ver en vivo y en directo su filtro, todo un espectáculo visual para los que gustamos de observar este tipo de pornografía audiófila. Y desde luego un lujo poder ver a su creador dando unos últimos retoques a su creación delante mío, mientras me iba contando algunas intimidades de su filtro, tales como su punto de corte y pendiente y el por qué de ese difusor que se encuentra delante del cono de medios graves. ¡Que disfrute! La explicación fue tan minuciosa que sinceramente me encuentro totalmente incapaz de transmitirla sin seguramente meter la pata en numerosas ocasiones. Lo que si me quedó muy claro después de nuestra conversación es que las Allegro son unas cajas acústicas con una distorsión mínima. Posiblemente las mejores del mercado en lo que a este punto respecta.
El acabado es por otro lado impresionante, a la altura sin duda del precio que habríamos de pagar por ellas si caemos rendidos ante sus encantos. En mi sala se ven bastante más grandes de lo que me habían parecido en otras ocasiones, y la verdad es que visualmente no desmerecen al lado del las Wilson Audio W&P. Aunque sin duda alguna si estas cajas hubiesen sido para mí, las habría pedido en un color algo más alegre. Un rojo Ferrari quizá.