Publicidad

Convertidor D/A, previo y amplificador de auriculares Asus Essence III
Tres en uno

Cuando mi amigo Miguel Castro –gestor de HIFIlive– me ofreció probar este aparato, confieso que debí buscar referencias. Sabía que Asus, una de las grandes marcas del mundo informático, tenía una buena gama de tarjetas de sonido -estuve a punto de tener una suya muchos años atrás-, y que últimamente esas tarjetas habían evolucionado, en aparatos externos totalmente asimilables en funciones a algunos conversores dedicados de marcas audiófilas. Pero no sabía lo lejos que habían llegado en este mercado, y “tan lejos” es con este Essence III, un aparato con acabados lujosos y funciones al nivel de rivales tan populares en nuestro mundo como, por ejemplo, el conocidísimo Benchmark.

Y es que el Essence III es un auténtico multiuso: es un DAC, tanto para ordenador (con entrada USB avanzada compatible con formatos PCM y DSD) como para fuentes tradicionales (vía SPDIF o AES/EBU); también es un previo, pues podemos regular el nivel de salida analógica e incluso hacerlo con la entrada analógica auxiliar disponible, con lo que podría ser el centro neurálgico de un equipo con varias fuentes digitales -incluido un ordenador-, más una analógica (plato con previo de phono independiente). Además, el Asus es también un avanzado amplificador dedicado para auriculares, que cuenta a parte de la salida normal (Jack estéreo), con una salida balanceada, la forma óptima de mover unos auriculares, unos que podamos recablear de esa forma, eso sí. Se trata de usar dos líneas totalmente independientes para cada auricular -derecho e izquierdo-, de forma que no compartan el negativo o masa, como ocurre al usar un Jack y la conexión normal. La conexión balanceada ofrece un potencial de mejora notable, por su nula interferencia entre canales y la mejor posibilidad de manejo de cada driver directamente.

Asus Essence III front_MG_5164

Descripción

La construcción interna es impecable, por diseño y componentes –más detalles sobre eso enseguida–, y por fuera la presentación es muy buena también, con una caja metálica de muy notable espesor. Seguro que quien lo levante se sorprenderá como yo lo hice por su peso: una buena señal. Por detrás tenemos múltiples entradas digitales, en realidad, una de cada, una entrada analógica y las dos salidas analógicas RCA y balanceada, con un interruptor para seleccionar si queremos que sean de nivel fijo o variable. Por delante, las salidas para auriculares –Jack estéreo y balanceadas con poco usuales mini-XLR–, dos controles de volumen para la salida de línea y para la de auriculares, y unos botoncitos para encenderlo, seleccionar entrada -de respuesta muy lenta- y seleccionar salida.

Asus Essence III trasera_MG_5158

El diseño es atractivo y el acabado bueno, pero la ergonomía no tanto. El mando de volumen es un poco extraño: funciona internamente como un atenuador de 24 pasos, pero el mando –ambos, pues hay dos, uno para la línea y otro para los auriculares– en sí gira de forma continua y suave… con lo que choca moverlo suavemente y no apreciar ningún cambio de volumen, o que llegue de repente. Con el mando a distancia pasa algo parecido. Hubiera sido mejor un control por pasos también “táctiles”.

Asus Essence III botones_MG_5162

 

Tengo que hacer una mención negativa, ésta acerca de la documentación con que viene el aparato: es un buen detalle que nos den una lujosa hoja con gráficas de mediciones varias mostrando sus cualidades, pero ni en papel ni en la web encontraremos gran cosa más que un listado de sus características y dibujos de a qué corresponde cada entrada, salida o control. Pero sin más, es difícil adivinar cómo usar por ejemplo los diferentes potenciómetros de ajuste traseros: parecen interesantes ajustes del nivel de entrada analógico y de salida de las dos fases balanceadas… pero preferí no tocar por si acaso. Supongo que el origen informático de la marca les lleva a dar por hecho que quien compra su producto sabe qué hacer con él… pero como producto de audio doméstico, esto es mejorable.

En cuanto a los detalles de fabricación internos, lo cierto es que aquí la nota es muy alta. Mi única duda es si podrían haberlo fabricado al ancho normal de 43 cm, para separar un poco más algunas partes –alimentación, entrada, parte digital…–, porque cuando lo abres te das cuenta de por qué pesa tanto. Chasis aparte, está repleto de circuitos, con una placa de entradas digitales superpuesta a otra –principal–. La alimentación corre por cuenta de un muy dimensionado transformador toroidal y es por lo tanto cien por cien lineal, con rectificación y filtrado de calidad y regulaciones globales y locales, con una buena selección de componentes pasivos y reservas de energía situadas al lado de cada circuito que lo necesite. ¡Excelente!

Asus Essence III interior todo fuera_MG_5143

Las entradas digitales usan chips conocidos: el Cmedia para la USB, que le permite trabajar en modo asíncrono y con señales PCM hasta 192 kHz o DSD, y un Burr Brown PCM9211 para las digitales corrientes. Aseguran un bajo nivel de jitter dos cristales de calidad –uno para las frecuencias múltiples de 44’1 y otro para las de 48 kHz–. Las señales digitales pasan después a los chips encargados de convertirlas, los DAC en sí, que son una pareja de AD1955 montados en doble diferencial, es decir, cada uno se ocupa de un canal, entregando tanto la fase positiva como la negativa. A partir de aquí el circuito es totalmente balanceado, salvo para las salidas no balanceadas lógicamente. Toda la parte analógica usa amplificadores operacionales, pero unos muy especiales y casi retaría a quien quiera montar otros –fácil porque van sobre zócalos–, a ver si es capaz de mejorar el resultado porque Asus ha echado el resto, usando AD827 y Muses 02 entre otros. Como veremos esto marcará en cierto modo el perfil sonoro del Essence III. Por cierto que trabajan duro –clase A–, como es obvio por la temperatura que alcanzan en marcha –cerca de 50 grados medí en sus cuerpos–. El control de volumen como apunté más arriba es por pasos: un conjunto de relés en miniatura conecta una red de resistencias para conseguir esos 24 pasos… que se hacen tan extraños al manejar el volumen a mano. Las salidas para auriculares usan chips LME 49600, de nuevo piezas “boutique”… y de las que Asus se muestra muy orgullosa por cierto –quizás en exceso, a costa como también apunté de un manual más “de usuario”–.

Asus Essence III interior_MG_5152

Escucha

Aunque por tamaño pueda parecerlo, no es éste un aparato “portátil” sino más bien “portable” como mucho, pues pesa y necesita una conexión a 220V para funcionar. Aunque el mío debió de llegar a mi poder bien rodado, lo dejé puesto en el equipo de mi habitación/despacho con unos auriculares sonando unos días. Allí pude aprovechar para un primer acercamiento y, ya que tenía el ordenador, me dediqué a comparar algunos temas procedentes de dos fuentes de “streaming”, la popular Spotify Premium y la nueva Tidal –transmite sin compresión–. Aunque cada vez que las comparo me choca lo diferentes que suenan –muy a favor de Tidal y no sé si habrá “trampa” porque cuando comprimo un disco mío no noto tanta diferencia–, estaba claro que el Essence ofrecía suficiente transparencia como para apreciar esos matices. Aunque probé algunos auriculares IEM que uso cuando viajo, y comprobé así el bajo ruido de fondo presente –excelente–, centré mis pruebas en los Sennheiser HD600 que tan bien conozco y que han sido los supervivientes a mi pasada fiebre auricular… Pero seguiré con esa parte de la prueba más adelante, porque la escucha con auriculares ya no es mi prioridad –de ahí lo de “pasada”– y sí sentía muchas ganas de poner a prueba este DAC en los equipos de altavoces “grandes».

Asus Essence III salidas _MG_5160

Primera parada, equipo del salón con las Vivid V1.5 y amplificación de válvulas Ars Sonum Gran Filarmonía o “vintage” –una sorprendente etapa Sony ES que me di el capricho de quedarme hace poco–. Enseguida identifico un tipo de sonido “grande”, con una escena amplia, pero con cierta suavidad general, dulce incluso, algo oscuro tal vez. Pero la escena sonora ofrecida es anchísima y muy profunda, verdaderamente me sorprendió este rasgo en un aparato digamos a priori, de una marca “informática” y no “audiófila”… No sé cuánta gente lo probará en un equipo mínimamente acondicionado con altavoces bien situados y acústica decente, pero desde luego el potencial está ahí para entender por qué “estéreo” viene de la palabra griega que significa “sólido” –léase tridimensional–.

En cuanto al perfil sonoro, enseguida identifiqué ese toque suave que dan los aparatos bien hechos en torno a la tecnología de amplificadores operacionales de calidad, por ejemplo previos o DAC de Mark Levinson de hace dos décadas. No falta detalle, hay cero agresividad, y el sonido es sobre todo agradable, escuchable. Sólo la comparación con algo que vaya un paso más allá, por ejemplo mi DAC Buffalo con chip Sabre, puede hacernos descubrir microinformación añadida… pero como digo será poca, y a cambio quizás la escucha fuera demasiado “analítica”. El Asus ofrece suficiente análisis, percibes claramente cómo en algún tema tienes voces situadas al fondo y otras en primer plano, y percibes también que hay “aire” entre ellos… sí, el Essence tiene cierto carácter de sonido “valvular”. Por cierto excelente “maridaje” el de este DAC/previo con la etapa Sony, un sonido que daba mucho qué pensar… y que disfrutar.

Continúo con el equipo del sótano, con las 802D y la etapa Pass XA30.5, y por tanto paso de conexión RCA a balanceada XLR. El perfil de sonido se mantiene, ese sonido algo aterciopelado pero detallado y muy preciso, ¡otra vez me acuerdo de los Mark Levinson!, y una escena sonora de profundidad destacable. Aquí el volumen por pasos me dio más guerra, pues cajas más sensibles y mayor ganancia en balanceado daban como resultado muy pocos puntos prácticos de regulación –o muy bajo o muy alto–. Aproveché para probar la entrada analógica con otro DAC cuyo volumen podía regular –Meridian 568–, para comparar la influencia del Asus en el trayecto de la señal. El resultado fue claro: el Asus es mejor DAC que previo, además detecté que se colaba algo de señal de la entrada analógica por las salidas sin tenerla activada, con lo que recomiendo si lo usamos así apagar la fuente analógica en uso digital.

Asus Essence III _MG_5166

Auriculares

Cuando tiempo atrás decidí poner fin, o mejor dicho pausa, a mi pasión loca por los auriculares, decidí quedarme con lo que al final más escuchaba: los Sennheiser HD600 y mi amplificador Beta22 –es un extraordinario diseño para autoconstrucción–. Se fueron los HD800, Denon 5000, los Audio Technica, AKG, varios Grado… ¡he perdido la cuenta de los que tuve! Así como un altavoz debe probarse en la sala donde irá, un auricular debe probarlo uno mismo en su cabeza y con sus oídos, más únicos aún que la sala para unos altavoces, y por eso no es tan infrecuente que los aficionados tengamos nuestra propia “colección”, también porque no siempre un perfil sonoro sirve para cualquier música y cualquier situación.

Dicho esto, fue muy fácil para mí probar el Essence III frente a mi Beta como amplificador recibiendo la señal de línea del Asus, cambiando la salida de éste –para eso sirve el botón “output”–: como esperaba, ese “algo” –fuerza, suavidad, ambiente– que el Beta da a los HD600 no es algo al alcance del Asus, aunque tampoco esperaba tanto, no en vano el Beta costaría él solo tanto como el Asus. Pero ésa es una combinación extraordinaria -por eso me la quedé- y la comparación injusta, porque lo cierto es que por cómo recuerdo que sonaban algunos amplificadores de cierto renombre y que también tuve –Rudistor o Meier entre otros– sí puedo afirmar que el Asus está a su altura, con un sonido que mantiene el perfil de la parte de línea, con detalle y sin agresividad, y con energía por abajo.

Asus Essence III volumen aurics_MG_5161

La clave aquí está en la conexión balanceada, algo que siempre quise probar pero nunca di el paso. Significa tener que montar el doble de componentes en el amplificador, y como comenté recablear los auriculares, cosa en algunos casos más delicada que un simple cambio de conectores. Pero Asus nos lo pone fácil al ofrecer esta salida en el Essence, así que… bueno, tenía un cable de recambio para los HD600, pues soldador y tijera en mano, convertí ese cable en balanceado usando los conectores mini-XLR que necesita el Asus –y que son poco comunes, por cierto, hubiera sido mejor el habitual de 4 pines–.

Asus Essence III entradas_MG_5159

La diferencia me cogió por sorpresa: el sonido gana en claridad, en espacialidad, en ambiente… es como pasar del Essence al Beta pero dando un paso más. La teoría es que la conexión balanceada mejora la separación entre canales, baja el ruido y aumenta la dinámica. Lo que yo percibí fue más bien un aumento del detalle que define el ambiente, todo sonó más claro, más refinado, y no necesariamente más “fuerte”. Sin duda, mejor. Ahora entiendo por qué tantos aficionados a los auriculares han dado ese salto, y por qué todos los auriculares de gama media y alta actuales traen conectores para poder cambiar de cableado fácilmente. Sinceramente es un punto muy a favor del Asus, que nos ofrece esta posibilidad “gratis”, y es algo a tomar muy en cuenta si estamos buscando un DAC y vamos a usar o tenemos auriculares. Confieso que, pasados los días de pruebas en los demás equipos, seguí disfrutando del Asus con mis redescubiertos HD600 en balanceado…

Conclusión

Me ha gustado este Asus como DAC porque ofrece un sonido algo diferente de lo que he escuchado últimamente, no sé si será la búsqueda de la perfección, o por todo lo contrario -algunas implementaciones USB todavía dejan pasar demasiados ruidos y se nota el uso de cables o alimentaciones externas mejores-, o el querer destacarse al reproducir pistas DSD… Pero, por lo que sea, hay en el mercado ahora muchos convertidores que pecan de ser “analíticos”, cosa que no es mala de por sí, salvo que nuestro equipo ya esté rozando la frontera del análisis y la de resultar poco escuchable. El Essence III me ha sorprendido con un sonido opuesto a eso: es muy escuchable, muy agradable, cálido… Como previo está a un nivel correcto para su precio, pero no es un matagigantes que nos permita prescindir de ese elemento en un equipo de cierto nivel. Algo distinto ocurre con el amplificador de auriculares: si compartimos esa parte de la afición y no contamos ya con un amplificador dedicado, desde luego lo puedo recomendar sin duda, sobre todo si además podemos recablear nuestros auriculares y aprovechar las salidas balanceadas. En ese caso la compra será perfecta porque habremos comprado tres buenos aparatos en uno solo.

Puntos destacados

+ Sonido de perfil neutro, suave, ligeramente cálido
+ DAC compatible con PCM y DSD vía USB
+ Buen amplificador de auriculares (con el “plus” del balanceado)
+ Completa conectividad global
+ Construcción interna de gran calidad
+ Mando a distancia
Sin compatibilidad por encima de 192kHz o DSD 1x
Ergonomía de mandos mejorable

PVP: 1.699 euros

Distribuye Sound Pixel Planet, www.sound-pixel.com . Tel 918 259 954

FICHA TÉCNICA

Entradas digitales: 1 AES/EBU (XLR), 1 SPDIF Coaxial (RCA), 1 Toslink, 1 USB 2’0. Entrada analógica: RCA. Formatos admitidos: PCM hasta 192 kHz y 32 bit, DSD a 2’8 Mhz sólo por USB. Salidas analógicas: 1 pareja XLR y 1 pareja RCA. Nivel de salida ajustables por 24 pasos, y ajustable en su máximo por panel trasero: máximo balanceado 4 Vrms, RCA 2 Vrms, salida auriculares 7 Vrms. Relación señal-ruido 117dB. THD+N de 0’0005% (-115dB). Dimensiones (An x Prof x Al) 322 x 228 x 71 mm.

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • B&W 802D
  • Vivid Audio V1.5

Amplificación

  • Pass XA30.5 (etapa estéreo)
  • Ars Sonum Filarmonía (integrado estéreo)

Fuentes

  • Meridian 568.2
  • Buffalo 32 (DAC)

Cableado

  • Nordost, Kimber, Siltech

 

Comments are closed.