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AUDEZE LCD-2

AURICULARES ORTODINÁMICOS DE REFERENCIA

Introducción

Hasta hace relativamente pocos años -más o menos un lustro- el sector de auriculares de alta gama estaba gobernado principalmente por creaciones cuya tecnología se basaba en transductores dinámicos y recintos de naturaleza abierta. Modelos como los Sennheiser HD650, los AKG K701 o Beyerdynamic DT880, en su momento buques insignia de sus respectivas marcas, apenas eran cuestionados como los máximos exponentes del mercado.

Es cierto que siempre han existido modelos concretos que han empleado diferentes tecnologías en los transductores y la configuración del recinto, y que han servido como ejercicio de capacidad técnica para diferentes marcas. Pero, aún siendo considerados referentes en su momento, tenían un carácter excepcional y atípico que los dejaba fuera del mercado genérico, y se dejaban entender como modelos de una calidad extraordinaria pero de reducida difusión.

Me refiero a auriculares como los AKG K340, que poseía dos transductores, uno dinámico y otro electrostático, AKG K1000, dinámico pero con una concepción única del recinto -concretamente carecía de él-, Sennheiser Orpheus, electrostático, considerado por algunos como el mejor auricular creado, cuyo precio era -y es- absolutamente prohibitivo y que sin duda desarrolló la marca a modo de demostración de su poderío técnico, algunos modelos ortodinámicos de la marca Fostex, y otros muchos de similares características.

Mención aparte merecen los auriculares electrostáticos de la marca japonesa Stax, que ya tienen cierta solera en el mercado y que hoy en día son considerados los auriculares más capaces técnicamente. Su precio, también elevadísimo, y la necesidad de amplificación específica -no pueden conectarse a un equipo convencional-, amén de lo difícil de conseguirlos en el mercado europeo y americano por su escasa distribución, los convierte en una opción complicada, aunque de una calidad extraordinaria.

Recientemente, sin embargo, la tecnología de transductores ortodinámicos ha desarrollado trabajos muy interesantes en este sector, siendo representado principalmente por dos marcas: Audeze e Hifiman.

Con sus creaciones han sabido ganarse el respeto de la afición audiófila y de la competencia, que por su parte ha llevado a los auriculares dinámicos a un desarrollo máximo de su potencial, con modelos, por ejemplo, como los HD800 de Sennheiser, los T1 de Beyerdynamic o los Edition 10 de Ultrasone.

El desarrollo de los ortodinámicos con la tecnología actual ha conseguido un perfil sonoro particular, diferente a la suavidad y precisión que aporta un auricular dinámico. De esta cuestión vamos a tratar detalladamente en este artículo tomando los LCD-2 como base de nuestro análisis.

Audeze LCD-2 Rev-3

Llevando ya unos años en el mercado, este modelo actualmente el hermano menor de su gama -siendo el LCD-3 el máximo exponente de la marca-, ha ido ganándose el respeto de los aficionados a los auriculares de alta gama.

Como producto completo generaba al principio algunas dudas. Una nueva marca, Audeze, que presentaba un auricular cuyas características sonoras serían de gran calidad, sin duda, pero con un aspecto muy particular: gran tamaño, un diseño algo rudimentario en su esquema elemental y, en definitiva, una ergonomía dudosa.

Los primeros comentarios sobre su sonido, sin embargo, eran excelentes. A lo largo del tiempo, este modelo ha ido puliendo poco a poco su calidad material mediante constantes revisiones. Esto es algo que en general se puede entender como positivo -salvo que seas uno de los primeros clientes, lógicamente-. El precio, además, también ha ido subiendo en paralelo a las mejoras materiales.

Actualmente en su tercera revisión puede entenderse que, tras el cambio del cable, las almohadillas y una diadema mejorada, estamos hablando de un producto definitivo. Este es el modelo que hemos tenido ocasión de probar y comparar con otros grandes modelos dinámicos, y de los que hablaremos a continuación.

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