DALI+NAD+Simaudio MOON en Novomusica: honestidad y musicalidad
Protagoniza las líneas que siguen el resumen de una audición llevada a cabo a finales de octubre en uno de los establecimientos especializados en sonido e imagen de alta calidad más emblemáticos -y queridos- de nuestro país: el zaragozano Novomusica, que además acaba de celebrar por todo lo alto su 50º cumpleaños con su destino dirigido por uno de los hijos del fundador. Se dice que para muchos estudios de mercado relacionados con un extenso abanico de sectores Zaragoza viene a ser la ciudad española arquetípica, “promedio” si lo desean, por tamaño, número de habitantes, riqueza y estructuración de su economía, lo que significa que las ciudades que superan a la preciosa y vibrante capital aragonesa pertenecen a la “gama alta” de nuestro país y las que están por debajo conforman la que podríamos llamar “gama baja”. Novomusica encaja perfectamente con este perfil, aunque con un matiz importante que en buena parte justifica el presente reportaje: su experiencia y su saber hacer hacen que sea una tienda que en muchos aspectos -profesionalidad, selección de marcas y producto- podría encontrarse perfectamente en Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao, por citar cuatro plazas emblemáticas.
Fue con estas premisas que visitamos los dominios de Noé de Pablos y su equipo con el objetivo de escuchar un sistema estereofónico genuinamente High End en planteamiento y resultados, pero “con los pies en el suelo” en términos de precio. Sus protagonistas: electrónicas de NAD y Simaudio MOON acompañadas por cajas acústicas de la flamante -la acogida que ha recibido en todo el mundo está siendo extraordinaria- Serie RUBIKORE de la danesa DALI. Todo un descubrimiento.
RUBIKORE: una logradísima democratización de la tecnología KORE
Ya les adelanto que más pronto que tarde publicaremos un artículo en profundidad sobre la que ahora mismo es la propuesta más reciente de la veterana -fue fundada en 1983- y prestigiosa Danish Audiophile Loudspeaker Industries, alias DALI, en materia de cajas acústicas para aplicaciones de Alta Fidelidad y Cine en Casa. Por lo tanto, no voy a glosar al detalle las particularidades de la propuesta en cuestión, de nombre RUBIKORE, en las líneas que siguen, aunque por otro lado me parecería de una dejadez importante obviar el “salto cuántico” que justifica su existencia: el uso, en todos y cada uno de los modelos que la constituyen, de soluciones de ingeniería importadas de la soberbia columna KORE, actual buque insignia de la marca escandinava.
De hecho, si he utilizado la expresión “salto cuántico” es por algo. Al respecto les diré que, si bien conozco DALI desde hace ya un montón de años, visitas (dos para ser exactos) a su centro de producción incluidas, y sus realizaciones siempre me han parecido muy bien planteadas, la irrupción de la mencionada KORE ha propulsado la percepción de la firma para situarla en un nivel superior. Un poco en línea con lo que en su momento sucedió con marcas como Bowers & Wilkins, Focal o Dynaudio, por citar tres nombres relevantes del audio de altos vuelos, pese a que la compañía danesa siempre ha tenido en su catálogo modelos genuinamente High End. Puesto que la caja acústica que protagoniza el presente reportaje es la columna de 2’5 vías y 4 altavoces RUBIKORE 6, repasaré en plan “telegráfico” sus elementos más representativos, empezando lógicamente por aquellos procedentes en mayor o menor medida del modelo KORE.
El primero de los citados elementos es el tweeter de cúpula de 29 mm de diámetro -que es acompañado por uno magnetostático plano de 15×45 mm para conformar una de las singulares técnicas ya icónicas de DALI- de bajas pérdidas, inspirado en el EVO-K que monta el buque insignia de DALI y del que habría que subrayar la ausencia de ferrofluido en el entrehierro con el fin de mejorar los microcontrastes dinámicos y la espacialidad global. La segunda novedad la encontramos en los conos de 165 mm de los dos “midwoofers”, basados en otra tecnología KORE, en este caso la “Clarity Cone”, que combina papel y fibra de madera para obtener un elemento móvil ligero, virtualmente libre de resonancias y con un desplazamiento perfectamente controlado, cualidad esta última reforzada por el uso de un motor magnético de alta potencia. Otra innovación destacable es el perfil continuamente acampanado –Continuous Flare Port Technology- de los dos puertos bass-reflex posteriores con el objetivo de incrementar la profundidad de los graves sin añadir distorsión ni ruido debido a turbulencias de aire… un refinamiento esencial a la hora de entender cómo es posible que la muy competente curva de respuesta en frecuencia objetiva de la RUBIKORE 6 (38-34.000 Hz, +/-3 dB) se convierta en casi totalmente plana cuando pasamos al plano subjetivo. Y, “last but not least”, la guinda de la DALI la encontramos en las novedades incorporadas en el siempre crítico filtro divisor de frecuencias, materializadas en la adición de componentes idénticos a los empleados en la KORE, concretamente bobinas con devanados de SMC-KORE (recordemos que el SMC es un material desarrollado por la firma danesa que en esta aplicación concreta contribuye a disminuir la resistencia en continua) y condensadores Mundorf de grado audiófilo seleccionados a mano, todo ello con trayectos de señal minimizados. Señalemos finalmente los cambios introducidos en la parte visual, en especial el panel -bafle- que soporta el doble tweeter.
La escucha: dos propuestas para un sonido natural y preciso
Antes de entrar al trapo en mi valoración de esa sesión de escucha “maña”, me gustaría dar también algunos detalles sobre las electrónicas empleadas, más que nada porque a la vista del equipo que en principio era el protagonista único de la misma decidimos introducir una modificación con el fin de multiplicar la experiencia por dos. ¿Por qué? Pues porque teníamos ya instalados un amplificador integrado estereofónico con streamer M33 y un preamplificador con streamer M66, ambos de NAD, y, claro, al haber analizado ya un servidor con todo lujo de detalles el segundo de ellos en la presente publicación (https://hifilivemagazine.com/nad-masters-m66-2/) optamos por probarlo, aunque sólo como reproductor de música en red, con una exquisita electrónica que corría por Novomusica: el amplificador integrado estereofónico 100% analógico MOON 641, perteneciente a la flamante North Collection de la canadiense Simaudio.
Del M33, que, como sugiere la “M” de su nombre, pertenece a la gama de referencia de NAD, la celebrada Masters Series, habría que destacar en primer lugar una sección de amplificación basada en la sofisticada tecnología digital híbrida Purifi Eigentakt -en esencia, una variante de la Clase D- que le permite entregar una potencia continua mínima de 2×200 vatios sobre 8 ohmios o 2×320 vatios sobre 4 ohmios. A ello hay que sumar una sección de conversión D/A basada en un “chip” con arquitectura de 32 bits/384 kHz de la californiana ESS Technology y la pertenencia al ecosistema BluOS, todo ello sin olvidar la compatibilidad con el esquema de corrección de salas Dirac Live, la construcción modular -concepto MDC de NAD- y una estética más que lograda. Por su parte, del MOON 641 hay que señalar que se sitúa en la galaxia del High End más tradicionalista, aunque trufada de refinamientos técnicos tan exclusivos como el sistema de cancelación de distorsión MDCA, el uso de transistores de salida propios o la presencia de un elaborado control electrónico de ganancia de tercera generación. En este caso, la potencia de salida continua es de 2×125 vatios sobre 8 ohmios o 2×250 vatios sobre 4 ohmios, cifras que indican una capacidad de entrega de corriente “perfecta”. Completan el “sistema doble” propuesto por Novomusica cables Silver Eclipse 8 de Wireworld Cable, un acondicionados de red V5 Aquarius de IsoTek y tres de los fantásticos discos absorbentes de la española Artesanía Audio.
Hacía sus 10 años que no iba a Novomusica, pero me alegró ver que el “ethos” de la casa continúa intacto. En este sentido, la preparación, por parte del tan veterano como competente Roberto Martínez, del equipo en la sala empleada me pareció irreprochable. Sobre el papel no parece que haya mucho trabajo, pero cuando uno se fija en los detalles se da cuenta de inmediato que jugar con la separación de las cajas acústicas a la pared posterior, a la pared lateral de obra vista -¡qué bien van los ladrillos para romper resonancias!- y a la asimetría presente en la otra pared lateral es lo que acaba marcando la diferencia. Dicho esto, me entretuve una buena hora y media escuchando una excelente “playlist” poblada por igual de referencias clásicas y modernas, así como por temas que desconocía por completo. Así, cuando quise evaluar la definición en las zonas media/alta y alta y la dinámica me sorprendió agradablemente ver que en la selección de temas musicales figuraba el primer “corte” del magnífico “Aerial Boundaries” -sólo guitarra acústica- de Michael Hedges. En paralelo, los temas “Back To Me” de Marian Hill y “Ode to Billie Joe” de Halie Loren me fueron de perlas para hacer lo propio con voces y graves. A los amantes del grave en estado puro ejecutado con instrumentos naturales les recomendaría el contundente y a la vez muy refinado “Poem Of Chinese Drum” de Hok-man Yim.
Dándole muchas vueltas a lo experimentado en esta interesante sesión de escucha, quizá lo primero que habría que destacar es la calidez/naturalidad innata de la zona alta, sin duda cortesía del doble sistema de tweeters de la RUBIKORE 6, responsable último de que el sonido jamás presente asperezas exhibiendo a la vez una apertura y un carácter relajado propios de un sistema de 3 vías bien diseñado. Los graves son opulentos y bien contorneados, con pegada a la orden del día y sin apenas carencias en lo subjetivo, diferenciándose claramente -y por lo tanto no ensuciándolo en ningún momento- del resto de zonas del espectro. En cuanto a la dinámica, me pareció muy equilibrada tanto “por arriba” como “por abajo”, y además sin apenas diferencias entre amplificadores, lo que demuestra que cuando un componente de audio está bien diseñado el resultado en términos globales no da sorpresas desagradables.
Para concluir
Podría haber estado una hora más escuchando el “sistema doble” de Novomusica porque, insisto, desde el primer momento su sonido me pareció de lo más confortable. Se trató, en síntesis, de una sesión que me permitió descubrir en directo la enorme valía de la nueva propuesta de DALI en cajas acústicas High End de precio razonable y constatar una vez más la inmensa clase de las electrónicas de la Serie Masters de NAD y la gama MOON de Simaudio. En definitiva, valores seguros con visos de atemporalidad que permitirán a quienes apuestan por ellos para redescubrir su música favorita, en este caso de la mano de una tienda a la que, parafraseando a los vulcanos de Star Trek, deseo fervientemente “larga vida y prosperidad”.