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El agudo es definido y con una muy completa extensión. Quizá al comparar con alguna cápsula de un nivel superior se puede encontrar que ofrece un poquito menos de detalle y microdinámica. Pero para nada es una diferencia exagerada. Esta característica hace que la Ruby Z sea una cápsula benévola en cuestión de un excesivo análisis. Provocando que las escuchas sean posibles durante un tiempo muy prolongado, incluso cuando en estas audiciones se incluyan vinilos grabados de alguna forma un poquito deficiente. Esto me lleva a pensar que la Benz es una cápsula que sin duda reconcilia al mundo melómano con el audiófilo. Ahora no pensemos que nuestra invitada tiene un agudo tímido, nada más lejos de la realidad, es abierto detallado y con presencia, pero sin acentuar en exceso la parte más alta.

La escena es amplia y muy bien definida. Coloca los actores sonoros de una forma simplemente deliciosa, los dibuja con su adecuado volumen y escala. Me encanta que la escena se proponga a base de bultos y no a base de puntos. La anchura al menos en mi equipo es superlativa, siendo capaz de llenar toda la pared frontal de mi estancia. Por igual la altura y profundidad de la escena son más que correctas.

La dinámica está a la altura de lo mejor. No echo en falta pegada con respecto a mi cápsula de referencia, y eso que esta última es de un nivel de precio bastante superior. Sin embargo la Ruby Z se coloca a su altura provocando un sonido dinámico y vivo,  capaz de si es necesario impresionar con un golpe de presión sonora, o deleitar al sorprendido objeto pasivo con un momento intimista sublime. La impresión es que los ataques tienen en un momento dado un nivel de energía muy similar a la realidad, provocando una respuesta visceral a la vez que controlada. Una sorpresa muy agradable.

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Y… ¿Después de treinta días?

Finalmente después de convivir durante un tiempo con la Benz Micro Ruby Z y escribir este artículo, ya he llegado a unas conclusiones finales y no queda más que desmontar la cápsula y mandarla de vuelta a su importador. Pero de verdad, después de leer estas líneas, ¿alguien pensaba que esta cápsula iba a salir de mi casa? Evidentemente no.

La Ruby Z se ha revelado como una cápsula tremendamente musical a la vez que resolutiva. La Benz Micro destaca especialmente por tener un medio y un grave de primera categoría, tremendamente disfrutable, acompañado por un extremo agudo que no solo cumple perfectamente con su cometido, sino que se coloca a la altura de las grandes referencias. Esta Benz es capaz de extraer toda la información existente en los microsurcos de los vinilos, consiguiendo a su vez presentarla de forma que resulta totalmente natural. En ningún momento se pasa de su punto y nunca llama la atención por un exceso de información en ninguna parte del espectro sonoro. Las voces son literalmente para caerse de espaldas, y los graves harán justicia a cualquier disco de rock decentemente grabado. Y encima, todo amablemente espolvoreado en una escena anchísima y precisa que en ocasiones parece superar incluso los límites de mi sala.

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He escuchado la cápsula con todo tipo de música, y la verdad sea dicha, que la encuentro válida para cualquier estilo, siempre que la grabación este dentro de unos parámetros minimamente aceptables. Para solucionar vinilos catastróficos hay algunos modelos que permitirán escuchar casi todo (por ejemplo la Denon 103). Ahora, si los vinilos que tenemos están dentro del 99% de discos decentemente grabados, entonces la Ruby Z es la cápsula a utilizar. El amante de la música disfrutará de su fluidez, y el audiófilo a su vez disfrutará con su rigurosidad.

La Benz Micro te deja gozar de la música de formas insospechadas. Uno puede centrarse en varios parámetros de la interpretación y darse cuenta de que están todos los diversos detalles, o al mismo tiempo dejarse llevar por la música y disfrutar por igual de una experiencia que aglutina a todos los intérpretes de la pieza y los convierte sin dificultad en una unidad. Esta facilidad para hacer que la música se deslice de esta forma por nuestro auditorio particular, es lo que hace a esta cápsula especial. La Benz Micro Ruby Z es una máquina de hacer música y sin duda alguna se queda en mi casa y sin moverse de mi plato.

Por último agradecer a Lyric Audio Elite y en especial a José Francisco Gutiérrez su amabilísima atención, que ha propiciado la realización de este análisis. ¡Ahora toca disfrutar!

Benz Micro Ruby Z – 2575€

Distribuye Lyric Audio, www.lyricaudio.com, tel: 979118000

EQUIPO UTILIZADO:

Fuente analógica

  • SPJ La Luce con brazo SPJ de Titanio edición limitada
  • Cápsula: Lyra Titan i
  • Cápsula: Benz Micro Ruby Z
  • Previo de fono: Brinkmann Edison
  • Cable de red: Fono Acústica Armónico HD Edición limitada SS con conectores Furutec
  • Cable entre brazo y previo de fono: Cable de phono Fono Acústica Armónico RCA de 1 m. de longitud
  • Cable entre previo de fono y previo de linea: Fono Acústica Armónico Balanceado de 1 m. de longitud

Fuentes digitales

  • Wadia 861
  • Cable entre Wadia y previo de linea: Audioquest Diamond X3
  • Cable de red: Acústica Armónico HD Edición limitada SS con conectores Furutec

Previo de linea

  • Viola Cadenza
  • Cable de red: Clearaudio Power Chord

Etapas

  • Etapas monofónicas con fuente de alimentación separada Cello Performance II
  • Cable de red: Oyaide Tunami Power Cable
  • Cable entre previo y etapas: Cello Strings One

Cajas

  • Wilson Audio Watt and Puppy system 7e
  • Cable entre etapas y cajas Viola Audiolabs Jazz

Subwoofer Pasivo

  • Wilson Audio WHOW II, Nº de serie 52
  • Filtro subwoofer pasivo: Wilson Audio Controller
  • Etapa subwoofer pasivo: Krell Kav 250a puenteada en mono
  • Cable de red: Clearaudio Power chord

 

 

 

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