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A pesar de la pandemia, un año más he tenido la suerte de poder pasar un tiempo de vacaciones en la vecina Portugal y disfrutar de su hospitalidad. Y todo un ejemplo de anfitrión es Antonio Almeida, «alma mater» de Ajasom, el gran distribuidor portugués (y en algunas marcas ibérico) de sonido, cuyas instalaciones recientemente renovadas en la misma Lisboa visitamos durante una placentera jornada. 

El local de exposición y escucha (aparte disponen de un local vecino con oficinas, almacén y servicio técnico propio) dispone de dos grandes salas: una semisótano donde está el equipo de «cine», aunque también montan equipos de música estéreo, y otra en la planta de la calle para grandes sistemas estéreo. Aprovechamos que habían recibido hacía poco varias cajas Blumenhofer para escuchar una de ellas en la sala superior con la refinada electrónica italiana Riviera, y para descubrir abajo el cine recién reformado con cajas Audio Excellence ocultas tras la pantalla y multiamplificadas, con el procesador «top» de McIntosh a los mandos.

Impresionante cine

La verdad es que cuando un sistema multicanal de cine está bien ajustado impresiona, y si ya tiene un nivel como el que escuchamos… se queda uno sin palabras y en ocasiones o determinadas escenas con un nudo en la garganta de la emoción. Protagonista de esta sala es la pantalla Screen Excellence acústicamente transparente, de forma que ocupa prácticamente toda la pared frontal dejándola «limpia». Debo aclarar que los altavoces Blumenhofer que aparecen en las fotos, con un equipo de electrónicas MBL en medio, se estaban rodando para otra audición. 

Además de las cajas frontales (izquierdo, derecho y central) ocultas detrás de la pantalla, la sala disponía de cuatro canales de techo y otros cuatro de efectos laterales y traseros. Todas Audio Excellence multiamplificadas con varias etapas multicanal ocultas, como el resto de la electrónica, en un «closet» aparte. Allí descubrimos que el cerebro al control de este sistema era el nuevo procesador tope de gama de McIntosh, MX170, una bestia capaz también de tener guante de seda como descubrimos. Remataban el conjunto los subwoofer de JL Audio, otra marca que Ajasom lleva hace muchos años y cuyos productos controla a la perfección.

Estuvimos viendo unas cuantas escenas de acción, como es habitual, pero pasamos más tiempo «tranquilos» con un concierto y momentos brillantes de la película «Shallow». La acción fue tan sobrecogedora como me podía esperar, pero mucho más me gustó disfrutar del concierto: era Kathia Buniatishvili con la orquesta filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta, interpretando un concierto para piano de Schumann.

Recomiendo buscar ese vídeo o mejor comprar el BluRay: sonido sobresaliente y unas tomas de imágenes perfectas para tener a la vez la sensación de estar allí en directo, y además ser capaz de levantarnos y acercarnos a ver de cerca a cada uno de los música y muy en particular a la (bella) intérprete protagonista, viendo sus dedos volar sobre las teclas. Tremendo. No menos emotivo me resultó recordar algunas escenas de «Shallow» viendo a Lady Gaga y Bradley Cooper, quien recordemos además de actor protagonista es el guionista, director y ¡compositor! de esta película.

En fin queda claro que se puede montar un sistema de cine en casa que además de «bestial» para películas de acción puede serlo también en el sentido más dulce cuando queremos disfrutar de un concierto o música. 

Sensibilidad y potencia

Pasamos al sistema protagonista del día, en la sala grande, que para empezar debo comentar que ha recibido un cambio radical a nivel de tratamiento acústico desde mi última visita. El equipo de Ajasom ha eliminado prácticamente todos los elementos acústicos pasivos habituales y, aunque la sala conserva un doble fondo con absorbentes, es mucho más limpia o diáfana (ópticamente, no acústicamente por esos absorbentes). Lo que se han incorporado son elementos mucho más discretos pero -por lo escuchado- eficaces: resonadores de la francesa ASI (Acoustic System International). Nunca escondo mi escepticismo con ciertos productos audiófilos, y no pude hacer la prueba de quitarlos para comparar el sonido, pero desde luego la sala sonaba mucho mejor de lo que uno esperaría con tan poco tratamiento acústico: habrá que probar eso con detenimiento…

El equipo estaba protagonizado por unas grandes Blumenhofer Genuin FS1 mk3, muy recientes y por lo tanto aún en rodaje según me avisaron. Son unas de las cajas emblemáticas de la marca alemana, que si bien son bastante grandes (casi 1,2 m de alto por 62 centímetros de ancho y 60 kg) son bastante sencillas: dos vías, con un gran woofer de 15 pulgadas (cono de papel) cruzado relativamente arriba (para él) en 850 Hz con un driver de compresión en titanio de 75 mm de diámetro con su correspondiente bocina. Como es de esperar son cajas de alta sensibilidad, concretamente el fabricante declara 96 dB con una amable impedancia de 8 ohmios.

Estas cajas son a priori ideales para combinarlas con electrónicas de potencia no exhuberante pero lo más refinadas posibles, de hecho la palabra «válvulas» enseguida viene a la cabeza. En lugar de eso, Ajasom las tenía combinadas con un amplificador integrado de origen italiano y nombre español: Riviera Levante. Se trata de un híbrido con válvulas en el previo y salida a transistores… pero en pura clase A y con solo 30 vatios. Un conmutador permite cambiar a un modo AB para aumentar la potencia hasta 120 vatios (de los que 6 seguirán siendo clase A) y que en este caso no consideramos necesario activar. Este amplificador, obra del ingeniero italiano Luca Chiomenti, aplica la concepción que este técnico tiene de la electrónica para alta fidelidad y que da una importancia vital a la alimentación y a cómo se origina la distorsión y cómo la percibimos en el oído humano. No usa realimentación por ello, y sí circuitos híbridos, optimizando el tratamiento de la señal con el mejor componente en cada paso.

Como fuente en esta ocasión fuimos a lo práctico (Ajasom dispone de platos excelentes) usando el versátil Rose RS150, un «streamer» con DAC interno equipado con chips AKM AK4499EQ capaz de hasta DSD512 y con conectividad y compatibilidad «total». Destacan los Rose por su brillante pantalla táctil a color que ocupa todo el frontal y dan un toque moderno a un equipo que, aunque no tuviera las válvulas en uso a la vista (el Riviera usa una pareja de dobles triodos en la sección de previo como indiqué) sí desprendía un aroma muy retro con esas grandes cajas y sus bocinas.

 

Pese a ser tan nuevas y que esos altavoces de papel de 15 pulgadas suelen beneficiarse de más horas, lo cierto es que el grave que daban las Blumenhofer con el Riviera era perfectamente satisfactorio en esa gran sala. Excelente extensión, algo que añade esos pequeños efectos que acaban dando una gran sensación de aire y densidad a la música (y más realismo). Y muy buen impacto también cuando la música lo requiere. Me sorprendió favorablemente que la bocina pasaba desapercibida y tampoco pude apreciar el «cambio» a esos 850 Hz entre un driver y otro: obviamente esta caja está bien optimizada (y ajustada pues la posición relativa de la bocina es regulable) y Blumenhofer sabe trabajar las bocinas muy bien para evitar los efectos que a veces nos encontramos con ellas, que obligan a afinar mucho con qué amplificación se «casan».

Aquí, nada de eso: tal cual las Blumenhofer y el Riviera parecían un matrimonio bien avenido y maduro. El grave tono de Gregory Porter en su «Hey Laura» es una buena prueba para comprobarlo: cómo los graves y la voz nos llenan y cómo el timbre humano se mantiene. Otra voz pero muy diferente: Anna Netrebko y la «Solveig’s Song» (Grieg) nos enamoró de la soprano rusa cuando todavía recordábamos a la pianista georgiana/francesa que habíamos disfrutado en la sala de vídeo… El ya popular tema «Si te contara» de Martirio es otro ejemplo de cómo las Blumenhofer podían darnos toda la información y detalle de los contrabajos, y ese ánimo melancólico de la voz de ella… Y en este punto el Riviera empezó a llamarnos la atención porque, para que un amplificador con transistores lo haga tan bien, es que tiene que ser muy especial.

Seguimos disfrutando un rato largo de este equipo con todo tipo de temas, aunque diría que mis momentos favoritos -además de lo citado- fueron temas en los que importaba más la transmisión de emociones o estados de ánimo que el sonido en sí. En eso, la pareja Blumenhofer-Riviera me pareció sobresaliente, porque a veces daba la sensación que habías estado compartiendo camerino con los intérpretes antes y sabías si tenían un buen día, si estaban contentos o no… Si un equipo de alta fidelidad tiene que ser un transmisor de emociones más allá de la música o el sonido, desde luego que con éste Ajasom lo consiguió.

Equipo estéreo

  • Cajas Blumenhofer Genuin FS1 mk3 (28.800 euros)
  • Amplificador integrado Riviera Audio Levante (19.680 euros)
  • Fuente digital Rose RS150 (3.999 euros)
  • Tratamiento acústico con resonadores ASI

Equipo de cine

  • Procesador McIntosh MX170 (25.500 euros)
  • Etapas Audio Excellence
  • Cajas Audio Excellence
  • Subwoofers JL Audio
  • Proyector y BluRay UHD Sony
  • Pantalla Screen Excellence

Contacto: www.ajasom.net

 

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