Desde mis inicios en el incomprendido mundo de la alta fidelidad, he tenido amplias ganas de poder disponer de un producto de Cyrus Audio en mi domicilio para poder evaluar su calidad. Posiblemente abducido por su estética, enganchado por su muy marcada personalidad británica –siempre atractiva para el españolito de a pie–, por posicionarse en un segmento donde todavía existen rigurosos criterios de calidad a precios contenidos… el caso es que Cyrus es una marca que me ha despertado fascinación. Tras la charla que mantuve con Ernesto Rubio –responsable de Supersonido Barcelona–, concretamos que dado mi verdadero afán por perseguir el sonido analógico de excepción dentro del vasto portfolio de la marca, sería el preamplificador de fono Signature el que más iba a satisfacer mis expectativas analógicas.
Localizada en el centro-este del Reino Unido, más concretamente en el prolífero pueblo de Huntingdon, en el condado de Cambridgeshire, se encuentra el origen y fabricación de todos los productos de esta venerada firma inglesa. Empresa que se consolidó en el panorama allá por los mediados de los fantásticos años 80, la gran época dorada de la alta fidelidad, de la mano de otra de las míticas marcas más british por excelencia, Mission. Así pues la relación del tándem Mission-Cyrus ha sido siempre una de las liaisons dentro del mercado europeo más interesantes por su excelente sinergia y porque simplemente no es posible entender la evolución de una sin la de la otra.
Bien es cierto que en sus últimos años ha seguido una tendencia más enfocada al perfeccionamiento de sus amplificadores integrados y, especialmente, sus lectores digitales y DACs, haciendo excelentes productos a precios contenidos para la excelsa calidad que brindan. No cabe duda de que el boom analógico es un hecho y la veterana firma británica no iba a quedarse a la zaga sin ofrecer un producto a la altura de las circunstancias aprovechando su amplio know how.
Especial atención presté a la sala Cyrus en la pasada edición del Audio Show de Munich, donde pude comprobar además la puesta a punto por la actualidad que ofrece su nuevo y excelente amplificador-integrado-todo-en-uno Cyrus ONE, capaz de ser un excelente amplificador en clase D de 100w, amplificador de auriculares en clase AB, previo de fono para cápsulas de imán móvil, compatibilidad bluetooth… con un diseño compacto y de bella manufactura.
Toma de contacto
Perfectamente embalado en doble caja de cartón el previo de fono llegó finalmente a mi domicilio. Del embalaje destacar el valor de posicionamiento que la marca quiere aportar con su sobredimensionado MADE IN ENGLAND en portada, dados los difíciles tiempos que el sector corre donde todo se deslocaliza en pro de ahorrar costes y subir márgenes. Otro factor que se puede leer claramente es el reciente 36” aniversario de la marca y que por supuesto, y más conociendo la mentalidad inglesa, les supone todo un honor y orgullo poder hacerse eco de ello –tantos años en el mercado manteniendo esa impronta de calidad/precio que siempre les ha caracterizado no es cosa fácil–.
Una vez desempaquetado llama la atención la cuidada estética que todos los productos Cyrus comparten y que es parte y clave de su éxito. Así pues me encuentro con un componente con la mitad de la anchura habitual en este tipo de aparatos, realizado en chasis de aluminio fundido y pintado en color negro, con una gran pantalla LCD monocolor sobre fondo verdoso bastante visible en su frontal, acompañado por un control giratorio y una serie de botones que permiten regular sobre la marcha las diferentes opciones que ofrece.
Posibilidades muy amplias, todo hay que decirlo, dado que disponemos de valores como ajuste de ganancia, impedancia y capacitancia, además de una efectiva función de filtro subsónico, para evitar elevadas elongaciones de los transductores de graves en aquellos discos que así las presenten, por alabeos o malas impresiones y un muy cómodo vu-meter que funciona en tiempo real y que nos dará una pista sobre cómo está el ajuste de ganancia asociado a la cápsula que hayamos conectado.
Eché de menos la clásica función dimmer –atenuación– de la pantalla LCD durante el uso, una vez se hace prescindible. Quizá sea posible, pero no supe cómo hacerlo, con lo que encendida se quedó permanente e hipnóticamente. Si bien la pantalla es de buena dimensión, lo cierto es que desde el punto de escucha, a unos 4m del aparato resultaba complicado poder realizar una cómoda lectura.
De la parte trasera me sorprenden dos cosas, la primera la capacidad de sacar la señal en balanceado mediante XLR reduciendo así 6dBs la relación señal/ruido, y la segunda la posibilidad de incluir ¡hasta cuatro cápsulas! Conectadas vía single ended RCA al mismo tiempo, algo que resulta difícil de ver en componentes de altísima gama, sobra decir en este caso a este nivel de precios. Quizá tanta conexión hace que el panel trasero esté un poco apretado y a la hora de disponer más de dos brazos haya que estar bien atento a cómo se realizan las conexiones, dada la falta de espacio especialmente si los cables que dispongamos tiene conectores fuera de las medidas habituales.
Las entradas pueden ser configuradas tanto para cápsulas de tipo MM –imán móvil– y tipo MC –bobina móvil– indistintamente, y además el aparato nos guardará sin problemas cualquier ajuste que hagamos por cada una. Esto es especialmente cómodo, pues cuando he tenido ocasión de probar previos de fono con varias entradas, ha sido raro el caso en el que los datos de ajustes –como ganancia, impedancia, tipo de cápsula, etc…– queden guardados por entrada, teniendo que realizar los ajustes de nuevo a cada input. Incluso la comodidad se hace máxima gracias al excelente control remoto de generosas dimensiones que el aparato ofrece y además es compatible con otros componentes Cyrus. Sin duda se ha buscado no sólo la máxima compatibilidad, también la máxima comodidad de uso.
El mando a distancia siempre viene muy bien cuando lo que vamos a analizar son cambios pequeños como los comentados, así pues me ha sido sumamente útil y rápido evaluar desde el punto de escucha las posibilidades de las dos cápsulas de origen japonés con las que probé el aparato, Koetsu Urushi Vermilion y Lyra Skala, llegando a determinar sus valores óptimos de un modo mucho más rápido y menos engorroso que si hubiera tenido que levantarme cada vez que hubiera querido variar los valores.
Durante su calibración y uso, uno de los puntos que mayor temor tenía era la calidad con la que lidiaría el aparato con la Urushi, dado que dispone de una bajísima señal de salida de 0.2mV, haciéndola no apta para componentes que no tengan calidad excelsa. La amplia ganancia de salida que dispone en su posición de mayor señal –70dB– me permitió moverme como pez en el agua y comprobar la excelente relación señal ruido del aparato. Desde el punto de escucha que tengo, a unos 3,7m, a volumen generoso –media de 90dBs– no se escucha ruido de fondo alguno. Con ello di por sentado que no estaba ante cualquier producto, ¡bravo! Si vuestro plato no saca ruido de fondo alguno, vais a encontraros uno de los previos de fono más silenciosos que podréis encontrar en el mercado, a cualquier precio. Habría que esperar a ver qué tal otros valores tales como margen dinámico, tímbrica y gestión de las frecuencias en toda banda para conocer verdaderamente hasta dónde es capaz de llegar.
Los ajustes para sendas cápsulas fueron similares, capacitancia de 220pF, impedancia de 100ohms, filtro subsónico desactivado y ganancia de 60dBs en el caso de la Skala y de 70dBs en el caso de la Urushi Vermilion. De todos modos es de agradecer la inclusión junto al manual –en inglés– de un completo listado de las 35 cápsulas más conocidas y los óptimos ajustes de estos valores en el previo de fono, dado que ayudarán al profano y orientarán al experimentado hacia dónde deben ir los tiros a la hora de proceder con el ajuste fino del aparato.
Finalmente destacar la curiosa conexión de 5-pin que dispone la trasera con el texto PSX-R ONLY, para la posible inclusión de una fuente de alimentación externa que dispone Cyrus para la mayoría de sus componentes y que me deja un poco intrigado… pero esto lo contaré más adelante…
Su sonido
He de reconocer que, tras la primera semana de uso y una vez analizada la mejor configuración para la Urushi, estaba en mi “salsa”. Ante mí me encontraba un aparato capaz de dar, por un precio contenido, una calidad sónica que, tras los primeros compases, encontré que estaba fuera de toda duda.
Como ya he comentado con anterioridad, el punto que más me llamó la atención fue el altísimo nivel de silencio con el que se defendió, amplificando una cápsula de tan baja salida. Tras el impacto inicial y habiéndome habituado a su sonido a lo largo de dos semanas, pude comprobar su absoluta neutralidad tímbrica. Pasado este tiempo dispuse la segunda cápsula en el sistema y me permitió dejar patente las personalidades tímbricas de ambas y, por añadidura, una de las principales cualidades que se le pide a todos componente de alta gama, transparencia. Tener un aparato que coloree y edulcore, por muy agradable que sea su sonido –la llamada “eufonía”–, al final acaba imprimiendo la misma personalidad a toda música que se pinche, produciéndome un somero aburrimiento que me lleva a la cuasi desesperación. ¿No os ha pasado?
Escénicamente no ha sido uno de los previo de fono que más dimensión me ha ofrecido, su tendencia es ofrecer los sonidos de un modo bien focalizado y con cierta presencia orgánica, ayudado sin duda por una sensación de dinámica subjetiva adecuada, pero no situándola en los niveles de referencia que sí he encontrado en otros parámetros del aparato. Parámetros como su excepcional articulación y presentación de las frecuencias bajas del espectro. En este caso las Urushi destacan por tener uno de los extremos graves más completos y extensos –en cantidad, timbre y articulación– del panorama, ofreciendo este Phono Signature un comportamiento exquisito, con un gran control, manteniendo su punch y exhaustividad. Qué delicia.
Las frecuencias medias tienen su presencia, el aparato es capaz de transmitir con toda naturalidad la liquidez y resolución absoluta que la cápsula del maestro japonés Sugano San es capaz de ofrecer, sin ningún tipo de complejos. La sensación de presencia que ofrecen las voces es total, están ahí delante de mí, sin ningún tipo de constreñimiento y con toda la fluidez que caracteriza al sonido Koetsu. Pura miel.
La Lyra Skala, como muchas de las cápsulas con tendencia al análisis, dependiendo del sistema que la ataque, puede producir un sonido que si bien es veloz y resolutivo, en algunos casos puede parecer poco creíble por ligero y con falta de peso. Especialmente cuando el previo de fono pierde neutralidad en favor de llamémosle “resolución”. En este caso el Cyrus resuelve este problema con autoridad y calidad, ofreciendo todo lo que la Skala es capaz de ofrecer, especialmente en la zona alta, donde he llegado a escuchar pasajes con verdadera realidad por el genial ataque de los transitorios.
Dinámicamente es un aparato que me ha sorprendido, gracias a esta gran dosis de silencio se convierte en un aparato de gran nivel, especialmente en el apartado macrodinámico, donde raya la perfección. Quizá sí encuentro que el tratamiento macro esté por encima del micro, dado que en grandes masas orquestales tengo toda la pared ante mí sonando al unísono con generosidad y armonía mientras que no soy capaz de vislumbrar tan adecuadamente lo particular dentro de lo general. ¿Estoy siendo demasiado exigente?
En definitiva, es igual el género musical que pinchemos en nuestro plato. Con el Cyrus Phono Signature obtendremos grandes dosis de transparencia, un sonido redondo y controlado y una ausencia de color digno de los mejores productos en su segmento e incluso por el doble de su pvp.
Pero… ¿Hay más?
Dada la excelente relación calidad precio que encontré al aparato, siendo honestos, encuentro que su nivel de precio está por debajo de los componentes que integran mi sistema, así que quise llevarlo así a su máxima expresión incorporando la fuente de alimentación externa que la marca inglesa ofrece en esta serie, la PSX-R2. Compatible con la mayoría de CDs, amplificadores, preamplificadores y DACs de la marca y totalmente actualizable respecto a su anterior versión PSX-R.
De nuevo me puse a disposición de Ernesto Rubio el cual gustosamente me mandó el producto para poder catar de primera mano las excelencias de este previo de fono al completo. Y es que no es para menos, las tripas de la PSX-R2 impresionan, con un transformador toroidal sobredimensionado de 300VA y una reserva de 30.000mF, permite que todo componente asociado trabaje en unas circunstancias de red idóneas, como si de una batería autónoma y ajena a las fluctuaciones de suministro de red se tratara, ofreciendo así todo el potencial de aquello que se le conecte inmunizándolo.
Nada más instalarlo en el sistema me llevé una sorpresa, para poder conectar este aparato junto al previo Cyrus y que se sincronicen automáticamente es necesario conectar a la red ambos componentes, lo cual me confirmó que en ningún caso queda anulada la fuente de alimentación del previo de fono al conectarlo. Curioso y algo engorroso dado que no tenía un cable de red de cierto empaque para poder probarlo, con lo que finalmente usé el que se incluye de serie.
Sónicamente he de reconocer que en los primeros compases el impacto no es abrumador, pero conforme pasan los días, el buen conocedor del sonido del previo en sí, se percatará de una serie de mejoras que pasan por una sensación de fondo negro del que emanan los sonidos que, si bien en origen no es mala gracias a la fantástica relación señal ruido en origen, con la adición de esta fuente se hace más acusada y evidente. Además encuentro una mayor facilidad en lo que a restitución de la microdinámica se refiere, haciendo que el conjunto alcance, en términos globales subjetivos –macro y micro–, cotas similares a componentes de muy alta gama. Así pues aparecen pasajes donde me es mucho más evidente diferenciar y encontrar el espacio definido de los componentes, su separación del resto, su discriminación respecto de la globalidad… Los instrumentos y voces tienen mayor separación, un mayor realismo y corporeidad.
La escena sonora sufre mejoras evidentes en cuanto a tridimensionalidad, dado que encuentro una escena mucho más ancha, con más altura y con una mejor capacidad de restituir los planos sonoros, con ello una mayor profundidad. Variables como tímbrica y control del grave me resultan prácticamente inalterables y rayando las altas cotas de calidad previamente comentadas.
Considero que es un componente muy interesante pues brinda al usuario del Phono Signature la posibilidad de alcanzar unos niveles de calidad que rayan la excelencia. Sin embargo entiendo que sólo merecerá la pena acceder a este upgrade si tenemos la certeza de que hayamos realizado un ajuste fino de la cápsula, dado que de lo contrario sería prácticamente imposible detectar las altas cotas que puede llegar a situar este amplificador a su sonido. Pero esto no es nada nuevo y que no haya escrito con anterioridad mil y una veces, “el poseedor de un sistema analógico tiene la obligación de saber calibrar y ajustar sus componentes para sacar el máximo partido de ellos”, especialmente dado los precios que actualmente se mueven en el mercado. Gary Player una vez dijo, cuanto más entreno más suerte tengo…
En definitiva
Me ha entusiasmado realizar este análisis. Me ha entusiasmado por varios motivos, el primero porque es el primer componente de la reputada firma británica que pisa mi domicilio y además lo hace de un modo convincente, habiéndome hecho disfrutar de la música y olvidándome de los aparatos que hay detrás de ella. En segundo lugar me ha sorprendido muy gratamente la amplia capacidad de conexiones y versatilidad que dispone, llegando incluso a poder incorporar hasta cuatro brazos al mismo tiempo, guardándose en memoria los ajustes por entrada; así como la gran cantidad de parámetros a configurar que, de un modo sumamente cómodo gracias al completo mando a distancia, podremos toquetear una y otra vez hasta que encontremos el ajuste ideal cómodamente sentados en nuestra butaca.
En tercer lugar porque se trata de un componente absolutamente neutral y fiel a lo que la relación cápsula/brazo/plato sea capaz de mostrar. El Cyrus Phono Signature es un mero canal de información que no añade ni quita nada más que aquello de lo que disponemos, y además con unos niveles de silencio, dinámica y control en toda banda, que doy por sentado que será del agrado de cualquiera que lo cate. En cuarto lugar porque es un aparato que tiene la capacidad de evolucionar incorporándole una fuente de alimentación externa y llevándole a unas cotas de calidad que le hace rivalizar con cualquier previo de fono del mercado con precios incluso dos o tres veces superiores. Y finalmente porque mi pasión es el mundo del vinilo y todo lo que le rodea, es un placer poder visitar la feria internacional más prestigiosa del mundo como es el High End Show de Munich y contrastar que la evolución del vinilo ya no es una moda, es un hecho.
Cyrus Phono Signature – 1795€
Cyrus PSX-R2 – 995€
En rotación frecuente
- Laurindo Almeida, Virtuoso Guitar (45rpm white limited edition direct to disc. Crystal Clear Records. 1977)
- Antonio Forcione, Dedicato (Naim Label. 2004)
- Lincoln Mayorga, The Missing Linc. (Sheffield Records Limited edition audiophile disc).
- Giuseppe Verdi, Nabucco (Cappuccilli, Domingo, Nesterenko, Chor and Orchester der Deutschen Oper Berlin. Dirige Sinopoli. DG. 1984)
- John Ireland, Piano Concerto in E flat major (Eric Parkin y la London Philharmonic. Dirige Bryden Thomson. 1986 Chandos)
- Warlock, Triumph and Agony (Vertigo, 1987)
Especificaciones
Cyrus Phono Signature
Power Consumption
Standby……………………………………………………………. <0.5W
Maximum……………………………………………………………. 15W
Enclosure
Dimensions (WxHxD)…………………………. 215 x 75 x 365mm
Weight……………………………………………………………….. 4.1kg
Material……………………………………………….. Die cast chassis
Audio performance
Output voltage…………………………………………………………9V
RIAA filter accuracy…………………………………………….±0.5dB
Audio performance (MM)
Input Sensitivity……………………………………………………. 4mV
Input Impedance…………47kΩ setting…………………….. 47kΩ
THD (for 400mV output)…………………………………….. 0.001%
S/n ratio…………………………………………………………… -87dBA
Channel separation…………………………………………….. -90dB
Audio performance (MC)
Input sensitivity (MC)………………………………… 120μV – 4mV
Input Impedance
Setting, 11Ω 16Ω 33Ω 47Ω 100Ω 150Ω 333Ω 500Ω 1kΩ 47kΩ
THD (for 400mV output)…………………………………… 0.0018%
S/n ratio (60dB gain)………………………………………….. -79dBA
Channel separation (1kHz)…………………………………… -95dB
Cyrus PSX-R2
Power Supply
Power Consumption (X Power 50W/8Ω)………………… 227W
Enclosure
Dimensions (WxHxD)…………………………. 215 x 75 x 365mm
Weight……………………………………………………………….. 4.6kg
Material……………………………………………….. Die cast chassis
Output Voltage
High Level…………………………………………………. +/- 35.5VDC
Low Level…………………………………………………….. +/- 21VDC
Variable………………………………………………….. +/- 18-30VDC
Load Regulation
Amplifier, 50W/Ch. 8Ω 1kHz…………………………………… 0.2%
O/P Noise
@250W……………………………………………………………. <40μV
Ripple Rejection
@250W……………………………………………………………..>67dB
Precio de venta al público:
Cyrus Phono Signature: 1.795€ IVA incluido
Cyrus PSX-R2: 995€ IVA incluido
SISTEMA UTILIZADO PARA LA PRUEBA
Cajas acústicas
- Wilson Audio WATT and Puppy 5.1E
Fuentes
- Clearaudio Champion Level II SE
- Wadia 302
- Brazo de lectura: Kuzma 4point
- Cápsulas: Koetsu Urushi Vermilion, Lyra Skala
Amplificación
- LFD MC-2 SE
- Krell FPB 300cx
- Mark Levinson Nº 380S
Cableado
- Nordost Valhalla, MIT Shotgun S1
Tratamiento de red
- Clearaudio S. Synchro
- Acrolink 7N-P4030 II – Okutsu Denko Prestage – Transparent PowerLink Super PLS – MIT Z-Cord II – Clearaudio Diamond
- Vibex One 7 Rhodium version powerblock
- Línea dedicada de 20A
Accesorios
- Clearaudio Outer Limit y Locator – Clearaudio Quadro XXL Clamp – Okki Nokki RCM MKII – Vincent KHV 111 MKII – Sennheiser HD 650 – Terpsicore Cable Sound Clear y Damper 30 – RPG Skyline – Shakti “The Stone” – Stillpoints ERS Cloth – Vibra POD – Cable Isolators – Audio Selection Spikes – Muebles ultrarígidos hechos a medida – Bases de granito sudafricano