KORE: el sublime regreso de DALI a la cúspide del High End
Como siempre sucede cuando analizo un producto verdaderamente excepcional, le he dado muchas vueltas a la cabeza para dar con una frase que sintetice adecuadamente la esencia, el “ethos” del mismo. Y al final he optado por compartir con ustedes lo que Lars Worre, CEO de DALI e ingeniero de formación, expresó cuando la protagonista el presente análisis, la monumental y elitista columna KORE, fue presentada en sociedad el 30 de agosto de 2022: “Hicimos la DALI KORE porque quisimos mostrar lo que DALI es capaz de hacer y porque durante muchos años nuestros clientes apasionados por la música estuvieron animándonos a que lo hiciéramos.” A efectos prácticos, la KORE supone el regreso de la respetada firma danesa (recuerdes que DALI son las siglas de “Danish Audiophile Loudspeaker Industry”) a la cúspide del audio High End coincidiendo casi con el 40º aniversario de su fundación (que se ha celebrado en 2023) y la verdad es que lo ha hecho por la puerta grande en la forma de un sistema de altavoces que condensa la trayectoria y el saber de la marca con el “plus” de una potentísima apuesta por el concepto de producto sin compromiso que tanto cautiva a los amantes del sonido absoluto.
Les aseguro que las KORE suenan magníficamente bien, aunando a la perfección precisión tonal y presentación espacial con el añadido de una innegable belleza plástica. Por lo demás, las líneas que siguen pretenden ser un resumen de la presentación llevada a cabo en el “loft” del reputado establecimiento especializado barcelonés Werner coincidiendo con la celebración del salón ISE (“Integrated Systems Europe”) en la Ciudad Condal los pasados días 31 de enero a 3 de febrero.
La materialización perfecta de los 8 “axiomas” de DALI
Me llevó su tiempo preparar el presente artículo, justo es decirlo. Y el motivo es bien simple: DALI se ha empleado a fondo para explicar con todo lujo de detalles el qué y el por qué de la que sin duda es la “Niña de sus ojos” al ser la KORE muchísimo más que una nueva caja acústica de High End firmada por la marca escandinava. Tal y como los responsables de la compañía no se cansan de decir, estamos ante un contundente regreso a la élite del audio por parte de una compañía con una trayectoria impecable. Y así llegamos al fantástico “White Paper” que explica la motivación y la tecnología que hay detrás de nuestra invitada. Un documento hecho a conciencia, se lo puedo asegurar, del que por otro lado han utilizado la práctica totalidad de quienes han escrito (tanto en presentaciones/reseñas de producto como en bancos de pruebas exhaustivos) sobre el flamante buque insignia, en realidad un diseño “fuera de parámetros” en toda regla, de DALI. Como siempre, me ha parecido oportuno, a fin de no marearles innecesariamente con un alud de datos, publicar una ficha técnica lo más exhaustiva posible a fin de dedicar la parte descriptiva de este análisis a los elementos que considero más singulares desde el punto de vista conceptual. Además, las fotografías de la KORE suministradas por el fabricante son absolutamente sensacionales, hasta el punto de ahorrarle un servidor tener que afinar en extremo a la hora de explicar las características de ingeniería más significativas de un producto verdaderamente muy bien pensado.
Para DALI, crear una caja acústica sin compromiso no es una meta en absoluto extraña/fuera de su alcance. Echen si no un vistazo al celebrado modelo EUPHONIA S5, buque insignia de la gama del mismo nombre, por cuanto en el mismo encontramos algunos de los rasgos de diseño que caracterizan a la marca escandinava. Pero, como bien se encarga de subrayar el mencionado “White Paper”, la inspiración de la KORE hay que buscarla en un proyecto denominado EMINENT M9, una singlar (en buena parte debido a la forma de reloj de arena de su recinto) caja acústica integrada en el High End más extremo que empezó a esbozarse en 2008 y cuya materialización en un producto comercialmente disponible tuvo que dejarse en el aire cuatro años después, pese a haberse construido ya un prototipo válido, como consecuencia de la crisis financiera a escala mundial que tuvo su inicio en las tristemente célebres hipotecas “subprime”. De tipo columna, y con un perfil muy estilizado, la M9 guarda notables similitudes conceptuales y formales con la KORE, aunque parece lógico pensar que con lo que DALI ha aprendido en los últimos diez años habrá mejoras sensibles.
Lo anterior nos lleva a un punto de partida “filosófico” que en mi opinión vale la pena reseñar aunque sólo sea brevemente: los denominados “Ocho principios de diseño del sonido de DALI”, cuya consumación extrema es precisamente la protagonista del presente análisis. La enumeración y explicación de los principios en cuestión, que, como cabe prever, se aplican a todos y cada uno de los modelos de la marca, viene precedida de una pequeña definición que no por obvia deja de ser interesante: “La función primaria de cualquier caja acústica es convertir la señal eléctrica procedente del amplificador en una experiencia sonora realista, sin distorsión y sin coloraciones.” ¿Y cuáles son dichos principios? Tomen nota: Fabricación Individual, Bajas Pérdidas, Imagen Sonora Holográfica, Coherencia en el Dominio del Tiempo, Amplia Dispersión, Baja Coloración del Recinto, Claridad y Facilidad de Ataque Optimizada.
Creo que los principios mencionados se explican por sí solos, aunque me gustaría extenderme un poco en uno en concreto: la idea de “Bajas Pérdidas”. La justificación de DALI al respecto la encontramos, de nuevo, en el “White Paper” de la KORE con las palabras que siguen. “La selección de materiales con bajas pérdidas y las decisiones relacionadas con los detalles de fabricación son fundamentales en cualquier caja acústica de DALI. Desde la ubicación de los puertos bass-reflex, el diseño del filtro divisor de frecuencias, los materiales empleados en los conos y las suspensiones hasta las bobinas móviles y los motores magnéticos, estos últimos equipados con la exclusiva tecnología SMC de DALI en varias gamas de la marca. Priorizando las bajas pérdidas, somos capaces de crear un entorno de trabajo óptimo para las bobinas móviles, reduciendo la lentitud creada por una suspensión periférica de goma poco flexible y utilizando materiales ligeros.” Y permítanme unas líneas adicionales antes de entrar en materia por cuanto están íntimamente relacionadas con lo que ofrece la KORE: “DALI siempre ha adoptado los principios del diseño industrial holístico. Esto significa que el aspecto y el tacto de una caja acústica, los valores que comunica a través de los materiales que la constituyen y la manera en que se integra en un espacio doméstico son probablemente tan importantes como su sonido”.
Una presentación por todo lo alto a cargo del “boss” de DALI en persona
El reputado y efectivo “loft” del veterano establecimiento especializado barcelonés Werner fue el marco elegido para dar a conocer en sociedad las DALI KORE en nuestro país. Como decía al principio, el evento se llevó a cabo el día 1 de febrero, en pleno certamen ISE (en el que DALI participó) y, muy importante, fue conducido en persona por Lars Worre, CEO (Director General) de la compañía danesa. Al acto, que contó además con la participación de altos responsables de NAD (marca que este año celebra su primer medio siglo de existencia) y fue coordinado por Xavi Casellas (actual cabeza visible de Werner), acudieron asimismo los máximos responsable del importador exclusivo de DALI (y NAD) para nuestro país y, muy importante, aficionados procedentes de varios países (recuerden la cobertura internacional del ISE).
El hecho de que fuese el número uno de DALI quien diese a conocer las particularidades de la KORE no es nada baladí porque el Sr. Worre es ingeniero de formación y se le nota a la legua que no sólo domina toda la tecnología que hay detrás de una caja acústica sino que además es un verdadero apasionado del tema. ¡Vamos, que se lo pasa en grande dando a conocer las intimidades de las creaciones de la firma que preside! Dicho esto, ¿qué es lo que tenemos? De nuevo, me permito sugerirles un vistazo a la ficha técnica que hay al final del artículo y lo “armonicen” con el visionado de las fotografías que hemos seleccionados para ustedes. Por lo demás, a grandes rasgos la KORE es una columna bass-reflex de 4 vías y 5 altavoces, estos últimos diseñados y construidos (la excepción, Mr. Worre dixit, es la película de mylar/estampada que se utiliza en el supertweeter) por la propia DALI con materiales que en el caso de los conos de los transductores de graves y medios (hablamos de la icónica fibra de madera) son todo un clásico de la casa. El Sr. Worre insistió mucho en la calidad de los materiales empleados, que, por cierto, proceden en su totalidad de proveedores locales, y, por supuesto, en la configuración empleada, con recintos y puertos bass-reflex independientes para cada woofer, para el altavoz de medios (en este caso una línea de transmisión abierta por su zona superior) y el sistema híbrido para agudos y superagudos, todo ello montado en un recinto que utiliza un panel continuamente curvado que se cierra en la zona posterior. Sobra decir que en los motores magnéticos encontramos una de las soluciones de ingeniería más celebradas de DALI, el material SMC (“Soft Magnetic Compound”), que, entre otras mejoras, permite maximizar la capacidad dinámica manteniendo a la vez bajo control la distorsión. Igualmente interesante, por su efectividad, es el esquema “Balanced Drive”, con su doble bobina móvil, utilizada en los altavoces de graves y medios y que, de nuevo, permite maximizar la capacidad de manejo de potencia sin que ello comporte más distorsión.
Al Sr. Worre le gustó insistir precisamente en la influencia de la calidad de los materiales como elemento que marca la diferencia, y además de manera crítica, en el sonido. De hecho, la última vuelta de tuerca al respecto se plasma en el uso del antes mencionado SMC en los devanados de las bobinas (inductores, aunque en términos estrictos “inductor” es el nombre del componente de circuito “teórico” mientras que bobina es la implementación práctica del mismo) utilizadas en el filtro divisor de frecuencias. Con respecto a este último y crítico elemento cuya misión es “integrar” los altavoces de la KORE, señalaré que la complejidad de la configuración empleada ha hecho que se divida en dos bloques, uno dedicado a los graves que descansa en la zona interior de la “supermasiva” (32 kg) base de material compuesto que soporta la totalidad del conjunto y otro dedicado al resto de bandas de frecuencias situado justo detrás del sistema de agudos híbrido. Por lo demás, y aunque decirlo sea una obviedad, la calidad de fabricación y de los acabados de la KORE es, como corresponde a un producto de su clase y precio y con sus aspiraciones, sencillamente estratosférica.
La escucha: simple y llanamente música a tamaño natural
La generosa sesión de escucha que puso el broche de oro a la brillante presentación, casi clase magistral, de Lars Worre, estuvo protagonizada por un sistema formado, KORE aparte, por un amplificador integrado con streamer M33 y cuatro etapas de potencia estereofónicas M23 configuradas en mono, productos todos ellos de la exquisita Serie Masters de NAD, un giradiscos Acoustic Solid Round con brazo de lectura SME M2 y cápsula de bobina móvil Koetsu Black y un preamplificador de fono FM Acoustics FM 122 MKII, todo ello cableado por modelos de la elitista Serie X de Dyrholm Audio.
Permítanme, antes de comentar mis impresiones de escucha, compartir con ustedes una operativa que ha seguido desde casi siempre en el certamen High End de Múnich: puesto que me gusta verlo todo y escucharlo todo/casi todo, es evidente que la única manera de que tal aspiración se pueda satisfacer sin engañarse a uno mismo y, por extensión, a quienes leen la pertinente crónica, es utilizando una metodología que funcione y requiera poco tiempo. En mi caso, la clave es detectar la presencia/ausencia de calidez… cosa de medio minuto máximo, y si el resultado es positivo luego se vuelve con calma para hacer las cosas con el debido rigor (digamos que una sesión de escucha que ocupe un mínimo de 15 minutos. Pues bien: las KORE suenan tremendamente cálidas, ergo con cero asperezas. A partir de ahí, es cuestión de evaluar en “plan cabrón” la reproducción de distintos géneros musicales, sintiéndome en la obligación de subrayar que la ecléctica selección de temas empleados me lo “puso a huevo” al respecto. Hay, por supuesto, precisión tonal a raudales, con una curva de respuesta en frecuencia subjetiva virtualmente perfecta a cualquier nivel de volumen. Las voces rozan también la perfección gracias a la impoluta integración entre el altavoz de medios y el sistema de agudos híbrido, y del extremo grave me limitará a decir que está (en extensión, nivel de presión sonora y control) cuando se le requiere.
La presentación espacial es excelente gracias a la efectividad de la solución adoptada en la geometría del panel frontal, la distribución de transductores en el mismo y la estrategia de diseño adoptada por los ingenieros de DALI a la hora de establecer las distancias óptimas tanto a la pared que hay detrás de las cajas como, muy importante, entre las mismas y el punto de escucha (en este caso un radio de 3 metros con la caja alineada hacia dicho). En estas coordenadas, hay que decir que las proporciones de la escena sonora son muy precisas y que la capacidad de discriminación de los intérpretes, y por tanto la estratificación de los diferentes planos sonoros, están a la altura de lo que se espera de un producto como la KORE. En cuanto a la capacidad de dinámica, se dispone sencillamente de la que se requiere sea cual sea el tema musical reproducido ya que se sobreentiende que quien se puede permitir un producto de este nivel dispondrá de los conocimientos y el dinero/estará debidamente asesorado para hacerse con una electrónica de ataque en consonancia. Al respecto, puede decirse que en este caso concreto el octavo y último “axioma” de diseño de DALI resulta más bien secundario.
¡Misión cumplida, DALI!
En mi opinión, el uso de una electrónica de ataque más “clásica”, léase con fuente de alimentación lineal, caso de los “superpepinos” monofónicos MOON 880M de la canadiense Simaudio, hubiera redondeado del todo parámetros como el extremo grave y la el extremo agudo con determinadas grabaciones (que nadie me malinterprete: los amplificadores de la Serie Masters de NAD son cojonudos, pero no perdamos de vista que estamos hablando de llevar al límite unas cajas acústicas diseñadas y construidas sin ningún tipo de compromiso). Dicho esto, está más que claro que la KORE es no sólo la mejor caja acústica jamás creada por DALI en sus cuatro décadas de existencia sino un sistema de altavoces genuinamente “Fuera de Parámetros” que cumple con la tradicional honestidad escandinava y un innegable preciosismo estético con tintes de sólida atemporalidad, el ambicioso objetivo que se propusieron sus creadores: situar de nuevo a la marca danesa en la cúspide del audio High End.
Ficha Técnica
- Elementos de ingeniería relevantes: altavoces de medios y graves con cono compuesto de pasta de papel reforzada por fibra de madera, tecnología “Balanced Drive” y motores magnéticos con imanes SMC (“Soft Magnetic Compound”) de segunda generación; altavoces de graves cargados en recintos bass-reflex independientes: altavoz de medios cargado en línea de transmisión abierta por su zona posterior; sistema de transductores híbrido para la reproducción de agudos y superagudos EVO-K; filtros divisores de frecuencias separados para las secciones de graves y medios/agudos; uso de bobinas SMC-KORE en la circuitería de filtrado; recinto construido a partir de un panel curvado de compuesto de laminado de abedul de 28 mm de grosor con aluminio de fundición, resina termoendurecida y elementos estructurales de material compuesto; terminación en Ébano Ammara con lacado de alto brillo; 2 juegos de terminales de conexión hechos a medida; alineamiento temporal (respuesta en fase) perfecto de los transductores en el panel frontal para una distancia de escucha de 3 m; base super-masiva (32 kg) de material compuesto con puntas (conos) de desacoplo ajustables.
- Configuración: columna bass-reflex de 4 vías/5 altavoces.
- Altavoces: 2 woofers de 292 mm de diámetro, 1 altavoz de medios de 178 mm, 1 tweeter de cúpula blanda de 35 mm y 1 supertweeter de cinta de 10×55 mm.
- Respuesta en frecuencia: 26-34.000 Hz, +/-3 dB.
- Frecuencia de sintonización del sistema réflex: 22 Hz
- Sensibilidad: 88 dB/W/m.
- Nivel de presión sonora máximo: 118 dB.
- Impedancia nominal: 4 ohmios (mínima de 3’2 ohmios a 72 Hz).
- Potencia del amplificador asociado: 50-1.000 W RMS.
- Dimensiones: 448×1.675×593 mm (An x Al x P).
- Peso: 148 kg.
- Precio de venta al público recomendado: 90.000 euros por pareja.
- Importador: www.sound-pixel.com