Entrevistamos a Dietmar Brauer, diseñador y propietario de la firma germana Trinity, con ocasión de su presencia en la exposición Ultimate Sessions, recientemente celebrada en Valencia.
Aprovechamos su amabilidad y su elevada simpatía y locuacidad, para preguntarle por una serie de cuestiones de interés.
¿Puede relatarnos cómo fue el inicio de Trinity en el mundo de la alta fidelidad?
Realmente TRINITY es un derivado de la empresa GTE que se fundó en 1994 con mi hermano, para diseñar y comercializar sistemas de sensores especiales. En este campo tenemos un monopolio a nivel mundial. Los beneficios de este negocio nos permitió desarrollar la “antigua” línea triangular de TRINITY. En 2011 decidimos externalizar estas actividades de audio a una nueva empresa, TRINITY Electronic Design GmbH.
En ese momento, yo empecé a diseñar una nueva línea de audio en chasis muy estrechos, siendo este nuevo desarrollo conducido por mi “Embajador de la marca” en Hong Kong “AudioExotics”.
¿Tiene la sensación de haber pasado un largo camino de lucha empresarial hasta alcanzar el éxito o este vino de manera relativamente rápida?
Diseñar electrónica realmente no es un gran problema para mí, ya que he trabajado 30 años en los mejores laboratorios de investigación, pero su comercialización es una historia muy distinta. “Puedes tener oro para regalar gratis, pero si nadie se entera de ello, ¡no te vas a deshacer de él!”
Para alcanzar el éxito desde el principio, yo pregunté a los compañeros en Hong Kong qué necesitaban antes de ponerme a diseñar la nueva línea. Por lo tanto, estos diseños están basados en las peticiones de ellos.
Imagino que su principal mercado -como el de otras muchas empresas de alta gama- se encuentra en Asia. ¿Siente que esta tendencia puede cambiar en breve o va a durar bastante tiempo más?
En mi caso, el 70% de los ingresos vienen de Asia y para serle sincero, ¡yo nunca he vendido un aparato en Alemania! Creo que eso responde a su pregunta.
¿Adapta el sonido final de sus realizaciones al gusto del público asiático? ¿Considera que ellos tienen una manera diferente de disfrutar de la música a la del aficionado occidental?
Hay una regla en el negocio: “¡Se el primero o se el mejor!” Uno puede ser mejor con sus diseños o con marketing, pero yo decidí que tenía que ser mejor en casi todo los parámetros de medición. Eso nos lleva al hecho de que mis resultados de medición son sobresalientes, no hay distorsión ni ruido en los límites físicos y esto se combina con un ancho de banda extremo. Esto quiere decir que mis aparatos no tienen sonido propio, ya que yo no le añado ni le resto nada a la música.
Realmente me gusta la siguiente cita, porque coincide con mi filosofía de diseño:
“Ya que ningún cable puede mejorar una señal que esté pasando (salvo que esté filtrando otro problema que no debería de estar allí), se debe concluir que el mejor cable es no tener ningún cable. Además, ya que ningún amplificador puede mejorar la precisión de una señal que esté pasando, la única conclusión que se puede sacar, es que la combinación del amplificador y el cable sólo pueden degradar la señal. No obstante, como nos encontramos obligados a utilizar un amplificador y un cable, se emplea tanto el arte como la ciencia para minimizar la inevitable degradación.”
Loudspeakers, Philip Newell and Keith Holland