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Una vez hechas las mediciones ajustamos el filtro pasabajos (80 Hz) y el volumen del subwoofer para obtener una respuesta que consideré aceptable para realizar las escuchas.  Yo nunca he tenido en casa un sistema 2.1 y, la verdad, desde un primer momento me sorprendió muy gratamente  el resultado. El sonido del conjunto resultaba muy bueno, con una buena dinámica y microdinámica. La escena sonora resultaba amplia y bien definida y el equilibrio tonal y la tímbrica muy correctos. Gracias a su  función bypass, fue muy sencillo comprobar los resultados de la ecualización realizada por el Anti-Mode. Obviamente su efecto es más claro en programas musicales con una buena dosis de graves. Elegí el  CD Beyond the Missouri Sky, en el que los solos y dúos que interpretan Pat Metheny con su guitarra junto a Charlie Haden al contrabajo, siempre son una buena herramienta para ver la solvencia de cualquier equipo en cuanto a la reproducción de los graves. Sin ecualización, el sonido del conjunto resultaba, como he dicho antes, más que aceptable, pero en los solos del contrabajo se apreciaba un poco el típico sonido del subwoofer. Las notas eran un tanto pesadas, como redondas, con poca articulación. Al activar el Anti-Mode, las diferencias eran quizás sutiles, pero suficientes para que esa ligera pesadez desapareciese, el contrabajo sonaba mucho más ágil y ligero, más musical incluso ganando un poco de extensión y profundidad. Para alguien como yo, que está acostumbrado a escuchar equipos con los graves ecualizados, era un resultado más que aceptable.

Explorando otro tipo de pasajes musicales, escuche algunas obras orquestales con órgano de Camille Saint-Saëns. Al activar el Anti-Mode las notas graves del órgano ganaban en limpieza, percibiéndose con mucha mayor facilidad la vibración propia de los tubos de este instrumento.

A medida que iba escuchando mi improvisado sistema 2.1 con el Anti-Mode, no dejaba de pensar que, incluso a falta de su ajuste fino, el resultado era bueno, muy bueno, tanto que me hacía pensar que no es de extrañar que muchas personas alcancen su nirvana musical con un buen par de monitores y un subwoofer bien integrado.

Ya por curiosidad, quería saber que podía hacer el Anti-Mode para ecualizar los graves de mi equipo de referencia. Como el aparato sólo tiene salida en mono, la forma más sencilla fue conectarlo de manera que sólo actuase sobre uno de los canales. La Figura 4 muestra las mediciones del canal derecho sin ecualizar, mientras que la Fig. 5 muestra el resultado tras ecualizar. Nuevamente el aparato hizó un buen trabajo, identificó los modos más importantes y actuó sobre ellos. Cabe destacar que en este caso la reducción del modo más importante, el de 28Hz, es notable, más apreciable que al usar el sub. Sin embargo, aunque reduce su potencia en el tiempo inicial, parece incrementar ligeramente los tiempos de extinción de otras dos frecuencias  conflictivas (51 y 72 Hz), como si de alguna forma el programa tendiese a homogeneizar la respuesta de los tres modos. Escuchando música únicamente por este único canal, cosa que nunca antes había tenido necesidad de hacer, la mejora de la respuesta en graves era también evidente, incluso más que con el sistema 2.1. En este lo que más me llamó la atención fue la mejora en el contraste dinámico experimentado, tanto que parecía que hubiese subido el volumen del equipo.

¿Entonces, cual es la conclusión?

En el mercado existen subwoofers con funciones de ecualización automatizada. Igualmente, si tenemos el tiempo, los conocimientos y equipos necesarios, podemos realizar mediciones y, a partir de ellas, calcular  ecualizaciones más potentes que las que realiza el Anti-Mode, que luego habremos de  implementar mediante la incorporación de un ecualizador paramétrico en nuestro equipo, u otros medios.

El DSPeaker Anti-Mode 8033s es un aparato relativamente asequible que cuesta menos que la mayoría de ecualizadores profesionales de gama baja, que por otro lado podemos usar con nuestro propio subwoofer, y  que cumple  perfectamente con las expectativas. De una forma absolutamente simple y automática, sin ningún conocimiento técnico, nos permite atacar uno de los problemas más difíciles de resolver de la acústica de nuestras salas.  Y las mejoras que obtenemos con su uso son claramente audibles, permitiéndonos disfrutar de unos graves de una calidad difícilmente alcanzables por otros medios.

Para alguien como yo cuyo hobby sea el audio, no el cine en casa, quizás lo único que podría criticar a éste pequeño aparato es que no pueda usarse en sistemas estéreo con altavoces  de columna en los que no sea necesario un subwoofer.

DPSeaker Anti-Mode 8033C  285€ PVP. Anti-Mode 8033S 378 € PVP

www.dspeaker.com

Equipo  utilizado

Fuente Digital: North Star Transporte y  DAC192

Previo: Thor Audio TA-2000

Etapas (agudos): Atma-Sphere MA-1 mk-II 3

Etapa (graves): Yamaha MxD-1; ecualizada con BSS FDS 336

Cajas: Duntech Sovereign PCL2001; Townshend Supertweeter

Cable digital: Revelation Audio I2S

Cables IC: Stealth Indra Rev P; Agudos: Harmonic Tech. P2A; Graves: Cello Strings; Viola Labs

Cables red:  Oyaide GLX y Tsunami;  Harmonic Tech. Fantasy AC10; Van den Hul Mainstream

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