Entrevista con Manuel Huber, creador y diseñador jefe de FM Acoustics
«Escuchar los defectos de la grabación en el estudio, así como las imperfecciones propias de los instrumentos es imprescindible para creerse cualquier reproducción musical”.
Conversar con un iluminado del calibre de Manuel Huber es para cualquier aficionado a la alta fidelidad un privilegio de una magnitud extraordinaria. Su infinito bagaje en el audio, junto a su humanidad y cercanía, hacen que un rato junto a él conversando se eleve a la categoría de evento inolvidable.
He aquí el extracto de la extensa e interesante charla que nos brindó, tras la fastuosa presentación de su firma en España, que se celebró en el Hotel Wellington de Madrid. En este evento mostró un magnifico conjunto «top of the line» de electrónica y altavoces.
HL: Buenas tardes Sr. Huber, realmente todos en general y yo, como músico en particular, hemos sentido que se ha cumplido el exorcismo de creernos de verdad que habíamos invocado a los músicos a interpretar canciones para todos los asistentes a su demostración. Le felicito.
MH: Muchísimas gracias (risas) en efecto, es muy buena la comparación, ya que cuando se llegan a escuchar determinadas cosas, es cuando surge ese, bien llamado por usted, exorcismo.
HL: ¿A qué cosas se refiere?
MH: Me estoy refiriendo a todos lo procesos de manipulación que se producen en el estudio de grabación y todas las resonancias que, fruto del infortunio en la ubicación de los micrófonos o de alguna pared cercana, se cuelan en el resultado final. Prescindir de ellas es prescindir de gran parte de los datos que van a contribuir a que esa grabación resulte creíble.
HL: ¿Se encuentra más cómodo trabajando dentro del ámbito doméstico o el profesional?
MH: Sin duda en ambos por igual. Me encanta trabajar con músicos, y no solo tengo familiares y amigos inmersos en el mundo de la música, sino que también he estado implicado en muchas sesiones de grabación de músicos célebres y de ingenieros que, en su búsqueda por mejorar, me han requerido para conseguir nuevos avances o resultados creativos y diferentes. Pero de igual manera me gusta llegar y sentarme en casa a escuchar música, ver como mi hija se sienta conmigo antes de acostarse y me pide escuchar algo y que previamente le cuente su historia, que a veces la conozco y a veces me la invento (risas). Son experiencias impagables las que se producen escuchando música, incluso si tengo una visita y les hago una demostración con alguna de mis piezas clásicas favoritas como «Firebird» de Stravinsky y percibo la reacción y la emoción de la audiencia al identificar los instrumentos como reales.
HL: ¿Qué opinión le merecen los nuevos discos de vinilo provenientes de masters digitales? ¿Cuál es la mejor grabación analógica que ha podido escuchar hasta la fecha?
MH: Mis preferencias de grabaciones son ilimitadas y me seria muy difícil decantarme por una. Al mismo tiempo, decirle que la industria del vinilo atraviesa un momento extraordinario, ya que siempre he considerado al cd como un formato en el cual existía una división en el rango completo de frecuencias. Incluso hace 23 años que creamos nuestro primer previo de phono sin compromiso de presupuesto en plena eclosión del cd, y cuando ni siquiera el personal propio de la fábrica apostaba lo mas mínimo por su éxito, no solo se tornó en un aparato que superó las expectativas digitales con creces, sino que a día de hoy está aún más valorado. Ciertamente los mastering digitales pueden ser estupendos también, aunque desgraciadamente abundan producciones pobres de sonido, principalmente por la poca especialización fruto del momento tan decadente en la industria musical.