En un primer momento escogí la conversión a DSD, la más suave y relajada, como la que más me gustaba, pero una tarde en compañía de unos amigos conocedores de mi sistema me dijeron que aquello no tenía garra, que no transmitía la intensidad habitual. Ante los comentarios empezamos a modificar los parámetros y al poco estuvimos de acuerdo en que a mi equipo le venía bien un up-samping de PCM con filtro FIR.
Tras aquella tarde comencé en serio con las escuchas en las que, contando con la inestimable ayuda y buen oído de mi pareja, exploramos las variadas opciones que ofrece este conversor. La primera tanda fue, como no, la necesaria comparación con mi fuente digital en los últimos tiempos, el veterano conjunto North Star 192. Después de escuchar varios temas en ambos conversores, usando siempre como fuente el transporte italiano, fueron perfilándose claramente las diferencias entre ambos. El 
tándem de la estrella parecía ofrecer más dinamismo al sonido, más sensación de directo, incluso una escena sonora más amplia, pero eso parecía ser así siempre que escuchásemos músicas, digamos, poco complicadas, solistas, pequeños conjuntos y preferiblemente con instrumentos amplificados. Ahora bien, cuando reproducíamos músicas más exigentes tímbricamente, como podría ser un cuarteto de cuerda, o dinámicamente, como grandes formaciones orquestales, el Esoteric ponía en evidencia con facilidad al North Star. A pesar de no ser muy diferentes en cuanto a resolución, el nipón posee claramente una tímbrica mucho mejor, una escena sonora mucho más estructurada, focalizada y profunda. Los graves del Esoteric son más definidos y, por comparación, el North Star ofrecía una excesiva presencia en el medio-agudo. En definitiva, el D-07 con su neutralidad y corrección podría dejarnos un poco fríos en un primer momento según que música escuchásemos, sin embargo cuanto más le exigimos mas evidentes se hacen sus cualidades, permitiéndonos un nivel de naturalidad y relax al que, una vez acostumbrados, nos es difícil renunciar.
Siguiendo con las comparativas, la siguiente fue entre la conversión, o no, de PCM a DSD. Efectivamente, como antes he comentado, convirtiendo el flujo de datos a DSD se obtiene un sonido muy suave y relajado, supongo que muy apropiado para aquellos equipos a los que este carácter les encaje. Sin embargo en mi sistema esta conversión proporcionaba un sonido demasiado suave, demasiado contenido y, sobre todo, la escena sonora se reducía en altura de forma excesiva, como si en mis cajas de configuración d’Apollito sólo sonasen los tweeters.
Descartando la conversión DSD, experimenté entre las opciones de up-sampling de la señal PCM: 2Fs (2X) y 4Fs (4X). A mi juicio, las diferencias sonoras más notables entre ambas opciones afectaban fundamentalmente a la presentación de la escena sonora. Aplicando el mayor factor de conversión, tonalmente se aprecian ligeros cambios en la reproducción de las frecuencias agudas, pero sobre todo se incrementa la altura y se mejora la resolución tridimensional del sonido. Asimismo, entre los filtros FIR o S_DLY, nuestras preferencias se decantaban por el primero, que igualmente mejoraba la definición de la escena, incrementando fundamentalmente su profundidad.
Finalmente, sólo restaba indagar el nivel de calidad que podíamos obtener al emplear la entrada USB. Actualmente, ante el uso cada vez más extendido de ordenadores como fuente digital, este aspecto puede ser quizás uno de los factores más importantes a la hora de elegir un conversor. Este Esoteric no implementa un USB asíncrono, opción cada vez más habitual, sino que presenta una solución propia de la casa basada en mejorar el aislamiento del conversor frente al PC. Sinceramente, a pesar de la literatura del fabricante, no esperaba mucho de esta entrada así que, dispuesto a no ponérselo fácil, conecté el portátil mediante un cable USB muy económico, de esos de cortesía, y me dispuse , o al menos eso pensaba yo, a maltratar mis oídos.
El Windows 7 detectó el D-07 sin problemas, y usando Foobar reproduje algunos cortes ripeados a partir de mis propios CDs. Pues bien, la verdad es que me sorprendió gratamente comprobar que si comparamos un CD reproducido en el transporte, conectado por la entrada XLR, y el fichero ripeado de ese mismo CD reproducido en el portátil, y conectado por la entrada USB, ambas fuentes sonaban prácticamente igual, lo cual es mucho decir. Obviamente la limitación principal de esta entrada USB es su incapacidad de recibir ficheros de resolución superior a 96 kHz, dato que puede hacer que algunos aficionados decidan optar por modelos de la competencia. Como aspecto a mejorar cabe comentar que, usando la entrada USB, se echa en falta información en el display acerca de la resolución de los ficheros recibidos desde el ordenador.
¿Nota final?
El Esoteric D-07 posee una excelente construcción y ofrece una buena cantidad de opciones de conexión y configuración. Sus cualidades sonoras son un tanto especiales, su baza no consiste en ofrecer un sonido espectacular en ningún aspecto, sino en disfrutar de un sonido muy equilibrado y neutro, relajado. Después del tiempo que estuvo en mi sistema, me queda claro que supera a la mayoría de los conversores que he podido evaluar. Aunque no me ha impactado como lo han hecho algunos como el Moon 650D, también he de decir en su defensa que su precio es sensiblemente inferior. En definitiva, un buen producto que en su rango de precios merece una escucha detenida.
Esoteric D-07, PVP: 3630 €
Distribuye Sarte Audio Elite. www.sarte-audio.com. Tel: 963510798
Equipo utilizado
- Fuente Digital: North Star Transporte y DAC192
- Previo: Thor Audio TA-2000/ DEQX HDP Express
- Etapas (agudos): Atma-Sphere MA-1 mk-II 3
- Etapa (graves): Yamaha MxD-1; ecualizada con BSS FDS 336
- Cajas: Duntech Sovereign PCL2001; Townshend Supertweeter
- Cables digitales: MIT XLR Reference, Nordost Silver Shadow RCA, Revelation Audio I2S
- Cables IC: Stealth Indra Rev P; Agudos: Harmonic Tech. P2A; Graves: Cello Strings; Viola Labs
- Cables red: Oyaide GLX y Tsunami; Harmonic Tech. Fantasy AC10; Van den Hul Mainstream
