Wadax + Extreme Audio + Sigma Acoustics + Air Tight + WAY en Werner: ¡una fenomenal exhibición de música a tamaño natural!
Fue uno de esos grandes momentos que le permiten a uno reconciliarse con la que ha sido su afición de toda la vida: la escucha de música a tamaño real en un espacio apropiado para ello, en este caso el siempre convincente “loft” del más que veterano establecimiento especializado barcelonés Werner, convertido por derecho propio en uno de los grandes templos de la audiofilia patria. Como siempre, y a pesar de la dictadura de la inmediatez propia de Internet, me gusta escribir las crónicas de los eventos a los que acudo con el sentido de la templanza que da la perspectiva del tiempo. En definitiva, sin “calentones” que a la postre no hacen sino llegar a la conclusión de que “todo es cojonudo”; y ya se sabe que, si todo es cojonudo, entonces nada es cojonudo. Con Xavi Casellas como “director de orquesta”, estas sesiones de escucha se organizaron, como exige el esfuerzo realizado para montar, probar y afinar al milímetro el monumental equipo que las protagonizó, en dos bloques de tres horas de duración -que fueron más, claro… no cada día se puede conducir un Lamborghini- cada uno que tuvieron lugar el viernes 25 de octubre y el sábado 26 de octubre, en ambos casos por la tarde. Sobra decir que reunir todo el material presente no fue cosa fácil, pero contribuyó de manera efectiva a que ello fuese posible el trabajo realizado por Gregor Rothense y Karthic Ramanathan promotores del evento desde el grupo de Facebook Bridging Audio y que se encargaron asimismo de asegurar la presencia de los máximos responsables de algunas de las marcas -¡eché de menos a Javier Guadalajara, de Wadax!- que firmaban los productos estrella presentados. El resultado fue, como no podía ser de otro modo a tenor del trabajo realizado, el esperado: una de las mejores audiciones a las que he tenido la ocasión de asistir en los últimos años. Para entendernos: una de esas en las que entras, te pones a escuchar música, te olvidas de todo y no te vas hasta que te echan.
Un objetivo conceptualmente “fácil” pero de ejecución compleja
A lo largo de mi vida, en la que a menudo pasión y profesión han ido cogidas de la mano, he escuchado muchos equipos que me han parecido fantásticos, pero sólo unos pocos me han dejado una huella de las que duran. Equipos que he podido disfrutar bien en tiendas, bien en residencias particulares, bien en ferias, bien en eventos celebrados en espacios “singulares”, caso de las jornadas celebradas por algunos especialistas de renombre, importadores o incluso fabricantes. Es moneda común entre muchos entusiastas de la reproducción musical con mayúsculas -hablamos en todo momento de estereofonía- decir que tal o cual sistema de precio razonablemente asequible -prefiero no hablar de números porque ahora mismo es un asunto harto espinoso- formado, por ejemplo, por un amplificador a triodos y unos monitores High End suena divinamente. Y tienen razón, aunque, en mi opinión, sólo en parte, porque a menudo la anterior aseveración sirve para justificar una serie de carencias a las que, por desgracia, también por lógica, nos tenemos que enfrentar el grueso de los entusiastas de la Alta Fidelidad de excepción. Ya saben: precio de los productos, dimensiones de la sala y/o condiciones acústicas de la misma. Nada nuevo bajo el sol.
Pero la realidad es siempre dura, y lo cierto es que para que el concepto de “Alta Fidelidad” haga honor a su nombre hay que alcanzar el equilibrio perfecto entre calidad y cantidad lograr que la calidez tímbrica, la focalización, la aireación -si la sala lo permite- y la definición -incluso la curva de respuesta en frecuencia subjetiva- de ese equipo genérico al que me acabo de referir se mantengan escrupulosamente cuando el nivel de volumen al que se desarrolle la escucha equivalga al de la interpretación en vivo -me refiero a un buen directo o, en su defecto, a un estudio de grabación de altos vuelos- del contenido reproducido. De ahí, volviendo a lo que decía al principio, que sean muy pocos los sistemas que me hayan impactado de verdad en, literalmente, medio siglo. No voy a concretar, pero sí a mencionar los nombres de las marcas de las cajas acústicas de algunos que me vienen en mente ahora mismo: ATC, Bowers & Wilkins, DALI, Focal, Goldmund, JBL, KEF, Kharma, Klipsch, Magico, Marten, MartinLogan, Sonus faber, TIDAL Audio, Wilson Audio y Wisdom Audio. En los últimos años, otras dos marcas se han añadido a esta exclusivísima selección: la italiana Sigma Acoustics y la española Lorenzo, protagonizando el buque insignia de la primera de ellas -¡su mera presencia física apabulla!- el equipo cuya escucha justifica el presente artículo.
Exuberancia visual respaldada por un sublime “mix” de ingeniería
En teoría, cada uno de los dos bloques de tres horas de duración a los que antes he hecho referencia estaba dividido en otras tantas sesiones de una hora cada una con el fin de asegurar la rotación de los asistentes por grupos. Pero ya se sabe que el dicho al hecho hay mucho trecho, de modo que cuando de escuchar un equipo “bestia”, léase de los que sólo están al alcance de unos pocos afortunados que además disponen del espacio suficiente -y adecuado- para disfrutarlo al cien por cien, se trata, las “condiciones de la ecuación” cambian. Antes de continuar, permítanme reseñar con un poco de detalle la composición del sistema demostrado:
- Fuente digital: reproductor de CD/SACD con streamer integrado Wadax Studio • Player más cables WAY Mind (Ethernet), WAY PoetryX balanceado (conexión al preamplificador) y WAY Core (red)
- Fuente analógica: giradiscos Extreme Audio Tourbillon con dos brazos, preamplificadores de fono Capecci Audio (válvulas) y Faber’s GM_phono v.2 (transistores) más cables WAY PoetryX no balanceado (giradiscos a previos de fono), WAY PoetryX y Harmony+ no balanceados (previos de fono a previo de línea), WAY Substance+ (red para el giradiscos) y WAY Core (red para los previos de fono)
- Preamplificador de línea: Air Tight ATC-5s con cable de red WAY Core
- Amplificación de potencia: Air Tight ATM-1 2024 Edition (2×35 W continuos; válvulas de salida EL34) y ATM-2Plus (2×70 W continuos; válvulas de salida KT88/6550) más cables WAY PoetryX no balanceados (conexión al previo) y WAY Core (red)
- Cajas acústicas: Sigma Acoustics MAAT Vector XAC con supertweeter Fostex 900 (opcional) y cables WAY Endless X (monocableado en la parte de los amplificadores a tricableado en la de las cajas)
Como es la norma en todas mis crónicas sobre audiciones, antes de entrar en la valoración del sonido me gustaría dedicar unas líneas a glosar los productos más singulares, por su excepcionalidad, de este evento, y que, en mi opinión, son la fuente digital y las cajas acústicas, siempre con todo el respeto por el resto, con mención especial para las electrónicas de Air Tight, auténticos “clásicos modernos” del High End japonés como consecuencia de su fabulosa longevidad y, sobra decirlo, la honestidad de su sonido. He tenido la suerte y el privilegio de seguir la trayectoria profesional de Javier Guadalajara, fundador y alma mater de Wadax, casi desde el principio, en buena parte porque mantuve durante largos años una relación muy cordial con su padre, y la verdad es que celebro su éxito, algo nada fácil a la vista del nivel de su propuesta y, para qué engañarse, el origen de la misma. La feliz realidad es que ahora mismo la compañía madrileña es un referente mundial en audio digital… y cuando hablo de “referente” lo digo no sólo a nivel de referencias absolutas sino también de realizaciones “fuera de parámetros”, como consecuencia de un brutal, sin precedentes en nuestro país, esfuerzo para desarrollar tecnología propia combinado con diseño que ha logrado romper moldes.
Reza en la página web de Wadax que es una marca que, traduzco literalmente, “Revolucionó la reproducción de música en formato con la rompedora línea Atlantis Reference, elevando cada aspecto de la señal musical a cotas sin precedentes y redefiniendo los límites de la excelencia sonora. Como patrón de referencia indiscutible durante años, el Atlantis Reference sigue siendo inigualable, sirviendo como pináculo con el que son medidos todos los demás. Basándose en la riqueza de la experiencia acumulada a través de extensos esfuerzos de investigación, Wadax se enorgullece en presentar el Studio • Player.” Una máquina fabulosa que sin duda fue uno de los protagonistas estelares del certamen Munich High End de este año y cuyo antecesor fue objeto de especial predicamento por parte de la veterana -en cierto modo legendaria- publicación especializada estadounidense The Absolute Sound, a cuyo director, Robert Hartley, respeto mucho porque conoce a fondo la parte técnica del material que prueba. En cuanto al Studio • Player, tomen nota: chasis con 620 componentes mecanizados a medida fabricados en un total de 14 materiales diferentes para controlar al milímetro las vibraciones y las resonancias, 40 placas de circuito impreso individuales, más de 4.500 componentes discretos, proceso de corrección de errores con aritmética de 128 bits en coma fija musIC 3, arquitectura circuital doble monofónica 100% balanceada con separación total de los canales izquierdo y derecho tanto en el ámbito analógico como en el digital, alineamiento del sincronismo de la circuitería digital en 100 ps, nivel de ruido total de las líneas de alimentación -con fuente equipada con una topología de regulación distribuida de nueva generación- de 0’5 uV entre 1 Hz y 100 kHz, 30 etapas de regulación local más 5 de regulación de corriente continua y ganancia+impedancia de salida ajustables por el usuario. Y por si alguien quiere rizar el rizo, la adición del reloj de sincronismo externo opcional Studio • Clock permite reducir el nivel de “jitter” total a 20 fs, léase 0’020 ps. Expresado en lengua vernácula: acojonante.
En lo que respecta a las cajas acústicas, son en cierto modo unas viejas conocidas” porque tuve la oportunidad de ver y escuchar la primera edición de las mismas en el mismo espacio. Con una presencia espectacular -y, desde luego, nada “women friendly”, aunque en este mundo hay gustos para todo- que obliga a disponer de un espacio generoso para ubicarlas -¡340 kilos cada una!- y disfrutarlas, las Sigma Acoustics MAAT Vector XAC suponen una mejora sensible con respecto a sus antecesoras al haber sido objeto de varias modificaciones en algunas de sus características más significativas, empezando por una reducción de sus dimensiones globales sin que ello afecte a una sensibilidad y una impedancia -100 dB y nominal de 8 ohmios/mínima de 3’2 ohmios respectivamente- que les aporta una flexibilidad inusual en términos de “atacabilidad”. En lo que respecta al término “Vector”, hace referencia a que la dispersión en todos los planos de la emisión acústica de los altavoces utilizados puede ser ajustada para obtener una escena sonora virtualmente perfecta para cada tipo de escucha. En lo que respecta a los transductores, las fotografías que acompañan el presente artículo hablan por sí solas: dos woofers con cono de fibra de carbono tratada y carga bass-reflex hechos a medida, dos altavoces de medios con cono de fibras de papiro y motor magnético con imán de Alnico y un tweeter AMT Heil de última generación hecho a medida. A ello hay que añadir un supertweeter opcional Fostex 900 que permite expandir el límite superior de la curva de respuesta en frecuencia de las Sigma Acoustics desde 30.000 hasta 100.000 Hz.
La escucha: ¡si la grabación da la talla, lo que tenemos es un buen directo!
Lean bien el titular, porque en este caso se cumplió una vez más uno de los “axiomas” del High End supremo, sin límites: la “dictadura” de la calidad técnica de las grabaciones escogidas por los conductores del evento, que en esta ocasión tan especial fueron el imprescindible Xavi Casellas, de Werner, y, a modo de “DJ vinílico”, Aldo Zaninello, fundador y director gerente de Extreme Audio/Sigma Acoustics. Por cierto, y antes de que se me olvide: durante la sesión a la que asistí, concretamente la del viernes 25 de octubre por la tarde, también disfrutamos de la compañía de Miroslav Nune Popovich, “creador” -así se define en su página web- de los preciosos -y con una parte técnica que impresiona, aunque la verdad es que no los he escuchado nunca- y premiados cables de la serbia WAY Cables.
Los organizadores “extranjeros” del evento publicaron, en línea con el habitual discurso “metafísico” que caracteriza a buena parte de la nueva prensa especializada en audio High End nacida al calor de Internet, las siguientes palabras: “Esperamos con impaciencia a visitantes deseosos de vivir nuevas, inolvidables y profundas experiencias musicales.” Quizá son gajes de la veteranía, pero la realidad es que ya no me creo nada en lo que a reproducción musical se refiere hasta que me he impregnado, y bien, con el equipo de turno. Y si alguien cree que voy de farol o pretendo hacerme el importante, pues le recomiendo que reserve un billete de avión para asistir la próxima edición del certamen High End -la última que se celebrará en Múnich- para comprobar en primera persona que un sistema de audio 300.000 ó 500.000 euros -se dice pronto- bellamente presentado en una gran sala no es ni de coña sinónimo de realismo sonoro.
Por suerte, mi anterior reflexión falló -¡afortunadamente!- en este caso, porque hasta donde llega mi memoria la musicalidad del equipo que protagoniza estas líneas estaba a la altura del que, hasta donde llega mi memoria, es el conjunto que más me ha impresionado de cuantos he escuchado en el loft de Werner: el protagonizado por las “supersexy” pantallas acústicas Muon de la británica KEF. Así, pues. ¿qué decir de lo que realmente nos ocupa? Desde luego, no algo del tipo “curva de respuesta subjetiva perfecta” porque es una obviedad. Pero sí que las voces eran de un realismo excepcional, como se encargó de demostrar, por ejemplo, Harry Belafonte vía reedición de sus legendarios directos en vinilo de altos vuelos. También eran perfectos, léase profundos, naturales y controlados a partes iguales, eran los graves. Ausencia total de limitaciones al respecto y, lo más importante, también de exageraciones, demostrando de paso las MAAT Vector XAC su predisposición para ser excitadas cómodamente por electrónicas de potencia modesta, demostrándose de paso que las tres décadas y media de permanencia en el mercado de la Air Tight ATM-2 están plenamente justificadas. En cuanto a la zona alta, el preludio de la wagneriana “Tristán e Isolda” certificó por todo lo alto lo extremadamente difícil que es reproducir con autoridad una pieza tan opulenta en su ejecución como rebosante de intimidad y sensibilidad en su mensaje.
De brutal, por su visceralidad sin costuras en el ámbito dinámico y su precisión tímbrica habría que calificar la restitución de música electrónica, mientras que los grandes clásicos del pop-rock se sentían simple y llanamente “como en casa”. ¿Puntos débiles? En algunas piezas eché de menos un plus de resolución, de capacidad de discriminación si quieren, en la zona alta del espectro, aunque ahí debo reconocer que había por lo menos -calidad del registro sonoro aparte- dos elementos que jugaban en mi contra: la intencionadamente controlada acústica de la sala y, sobre todo, mi ubicación en la misa, con la pertinente atenuación causada por el público asistente. En lo que respecta al parámetro espacialidad, hay que decir que la naturalidad en la percepción de las diferentes “capas” de sonido estaba, insisto en ello, estrechamente vinculada a la grabación escogida, sin que ello quite lustre a ese “tamaño natural” que, como apuntaba al principio, es lo que acaba marcando la diferencia en High End sin compromiso.
Para finalizar
¡Buena sesión la que nos brindó Werner, sí señor! Decir que para acceder a tanto realismo hay que pagar una fortuna ya no constituye ninguna novedad, pero por lo menos reconforta constatar que, cuando las cosas se hacen bien, el resultado está a la altura, y, en el caso que nos ocupa, con nota porque el todo superó la suma de las partes, un objetivo nada fácil -pese a ser el Santo Grial innegociable en materia de Alta Fidelidad- a tenor de la exclusividad de los productos en liza. Así, pues, valga como corolario de la presente crónica mi entusiasta felicitación a los organizadores del evento.
Más información www.werner-musica.com