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Una breve introducción

Esta vez no tengo excusa posible, la culpa fue mía. Yo fui el que pedí probar este cable, a sabiendas de que podía meterme en un lío importante. Y es inevitable, cuando uno juega con fuego acaba quemándose.

Creo que a estas alturas poca presentación necesita la empresa española Fono Acústica, dedicada al diseño y fabricación de cables y accesorios de altísima calidad. Es increíble como en tan poco tiempo han sido capaces de hacerse un “nombre” a nivel internacional,  y no solo por su presencia en los principales eventos, si no por la calidad sonora de sus realizaciones.

Es justo comentar que el precio no es precisamente barato, de hecho están en el lado extremo de caro, pero esto tiene una primera explicación. Están realizados en oro, plata y paladio, metales que no son precisamente baratos. Ahora bien, todo esto queda claramente fuera de contexto cuando se conectan. Es solo entonces cuando queda a la vista su verdadera relación calidad – precio.

La primera en toda la…

Este cable tiene claramente dos caras, cada una estremecedora y brutal a su manera.

La primera impresión nada más conectarlo es de conmoción. Uno queda pegado literalmente al respaldo del asiento, intentando asimilar lo que está ocurriendo allí mismo. Es difícil encontrar palabras, y en particular adjetivos, para describir lo que uno experimenta cuando conecta inicialmente el Armónico Phono Cable RCA – RCA.

El grave es elegante, perfectamente articulado y sin ninguna coloración. No es un grave que atraiga atención por si mismo, existe, y es perfectamente apreciable, con la justa autoridad. No es en ningún momento espectacular emborronando las demás partes de la música. Realmente es el cimiento perfecto, sin grietas ni vibraciones parásitas, fuera de la vista, y con una misión clara. Que las demás frecuencias construyan encima y consigan transmitir su mensaje musical.

El medio es perfecto, refinado pero con una gran presencia. Transmite cristalinamente el color de la voz y permite diferenciar las tonalidades perfectamente. Es tremendamente transparente y no perdona una mala grabación, las menos. Si se requiere suavidad ofrece suavidad a raudales, si se necesita mala leche, esta aparece con la misma facilidad. Este cable no colorea el medio lo más mínimo buscando suavidad en todas las grabaciones, ya sabemos como acaba esto, sonando todo parecido. Este cable lo que entrega es realidad, y una realidad tan cruda como nuestro equipo sea capaz de digerir.

De nuevo el agudo vuelve a ser perfecto, abierto, exquisito sin ser amanerado, rápido y limpio. Otra vez, al igual que antes con el grave, tiene presencia pero sin llamar mucho la atención con los típicos toques efectistas que muchos cables utilizan para sonar resultones por arriba, y que al final acaban cansando. El extremo agudo tiene su toque justo, ese punto que es tan difícil de alcanzar y que cuando se pierde se echa tanto de menos.

La dinámica es la justa. De nuevo el “Armónico” de Phono evita cualquier tipo de efectismo, y ni comprime ni expande la dinámica de la grabación. Si el equipo va corto o se pasa de largo de ataque, no va a ser culpa del protagonista de nuestras líneas, eso queda claro. Los transitorios son muy marcados y cuando necesitan ser hirientes lo son sin ningún tipo de complejos. Es impresionante escuchar la marcha imperial de Star Wars en el disco del sello Telarc “Star Tracks”. La dinámica de la orquesta entera es “real”, ni más ni menos, desmarcándose por un lado de reproducciones infladas, casi pirotécnicas, que he oído en algunas ocasiones de este disco en particular, o de piltrafas anémicas que deslucen todo el espíritu de esta interpretación en especial.

La escena se sitúa cerca de la perfección. Mucha apertura a los lados, una altura correcta, una buena situación de los actores sonoros y una profundidad perfecta, aunque por primera vez algo no me cuadra. La focalización no es tan precisa y puntual como en  mis otros dos cables de fono. No es algo que me preocupe en el momento puesto que es solo un efecto leve, para nada preocupante.

Con esto acabé mis primeras impresiones sobre este magnífico cable de fono. Los resultados sin ninguna duda eran más que suficientes para dar la nota más alta que nunca había otorgado a un cable. Pero para lo que no estaba preparado era para lo que iba a venir en los días siguientes.

La segunda, una patada en todo el estómago

Es una fortuna disponer de estos cables durante un tiempo tan dilatado como yo los he tenido. Y no por el mero hecho de disfrutar durante “x” días más de un artículo de una calidad como esta, si no por la experiencia que ocurrió.

Fue durante los días siguientes que empecé a darme cuanto de la situación. Fue en esos momentos en los que comprendí este cable. Y… permitidme que os explique con tranquilidad.

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