Repasemos nuevamente la lista de próximas mejoras a realizar en nuestro sistema de sonido, ahora que ha empezado un año nuevo. Seguro que muchos de nosotros estamos pensando en regalarnos ese componente, que nos ayude a subir un pequeño escalón en nuestra calidad de sonido general. Estupendo pues. Además no es necesario obsesionarnos con elementos que reflejen un precio prohibitivo – aunque si nuestro presupuesto lo permite… -; tan sólo es necesario mantener viva la ilusión hacia nuestra afición, e intentar darnos una pequeña alegría en estos tiempos no tan favorables que todos estamos atravesando.
Creo a su vez, que la mayoría de nosotros ya sabemos, que el elemento fundamental que más influye en todas las instalaciones de sonido, y por lo tanto el más digno de ser cuidado, es la sala de escucha y su acústica. Entonces es fácil relacionar, ¿no puede ser ahora cuando nos planteemos sacar el mayor partido a nuestro presupuesto y mejorar en mayor o menor medida nuestro paraíso particular, esa pequeña isla de paz donde nos refugiamos de nuestros problemas diarios, y en donde pasamos tantas horas de buenos momentos? Parémonos a pensar, si es que todavía nos falta encontrar algún motivo para ello, que podemos cambiar de componentes innumerables veces, pero nuestra sala siempre será la misma, influyendo en el resultado final de manera satisfactoria o por desgracia desastrosamente.
Muchas son las excusas que podemos encontrar entre un gran número de aficionados, para no abordar este asunto. Unos hacen referencia al presupuesto – poco riguroso si tenemos en cuenta el coste superior de cualquier componente de gama media solamente -, otros al miedo a las obras o remodelaciones que tenemos todos – aunque también es cierto que se puede abordar una actuación en sala sin realizar obras engorrosas -. Pero quizás, la circunstancia que mayor rechazo genera, es cuando la persona no dispone de una sala de escucha dedicada, pues la comparte con el resto de la familia, y ésta no está dispuesta a asumir ninguna concesión en la estética de la habitación y rechaza cualquier elemento acústico que así lo parezca.
Como ejemplo de un caso como el descrito, que nos ilustre acerca de la posibilidad de resolver los problemas acústicos de una sala no dedicada, empleando unas soluciones completamente integradas en la decoración, y del total agrado de la propietaria de la vivienda, mostraremos el sistema de sonido que nos ocupa. Espero que este artículo ayude a desterrar de nuestra mente el manido tópico de sala no dedicada = mal sonido. Existe una esperanza para todos aquellos aficionados que deseen alcanzar un sonido extraordinario en el salón de su casa, o en el dormitorio, como es el caso que nos ocupa, veamos esta muestra.
Domingo y Celia son un afortunado matrimonio, propietarios de un piso de lujo muy cerca de Barcelona, que comparten con su familia. Aprovechando que el dormitorio de la pareja cuenta con 45 metros cuadrados y buscando quizás disfrutar de su pasión, sin molestar al resto de la familia y con una mayor intimidad, decidieron instalar su sistema de audio y video en el. Además Celia demostró tener unas ideas muy claras, no admitiendo ninguna transformación cosmética en su dormitorio, que lo hiciera parecer otra cosa que no fuera lo que es, un magnífico dormitorio. Para llevar a cabo este complicado trabajo, que debía conjugar dar solución a los problemas acústicos que tenían, junto a un trabajo decorativo al gusto de los propietarios, éstos recurrieron a la empresa especializada Ferrán Navarro Acoustic Works – FNAW -.
Es la segunda oportunidad que he tenido de realizar una audición en una sala acondicionada por FNAW. La primera fue en una sala dedicada y sin ningún tipo de condicionante estético en su realización, por lo que me agradó de manera especial presenciar un trabajo totalmente opuesto al primero, como el que nos ocupa. También así podemos apreciar la versatilidad diseñando y ejecutando un acondicionamiento acústico, de la que dispone FNAW. La actuación sobre la sala resultó ser absolutamente discreta, no pudiendo apreciarse ningún elemento acústico agresivo o que pudiera afear la agradable decoración predominante. Todos los elementos, tanto absorbentes como reflectantes, se encontraron perfectamente disimulados, cuando no ocultos, y la integración en el entorno fue perfecta.
