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WILLIAM CHRISTIE – THEODORA – GEORGE FRIDERIC HANDEL    

Glyndebourne. Ed. 2012

“Ecos de Glyndebourne: Un buen picnic con Haendel y Sellars”

Glyndebourne se encuentra en el condado de Sussex, a 87 kilómetros al sur de Londres, 18 de Brighton y a sólo seis de la pequeña ciudad de Lewes, comunicada por tren con la londinense Victoria Station. El descanso de cerca de hora y media entre los diferentes actos de las óperas es el que da pie a los célebres picnics de Glyndebourne, el famoso Festival que se celebra desde 1934, y  que en realidad da nombre a la mansión, en la que durante tres meses se reúnen los aficionados a este singular Festival, que ya tiene lugar en un moderno recinto, dicho sea de paso, totalmente llevado a cabo así como el propio Festival con iniciativa privada al cien por cien, sin subvenciones de ningún tipo.

Picnic en Glyndebourne

Las cestas de merienda, con champán y picoteos exquisitos, pueden encargarse con antelación a través de la página web del festival. Si se prefiere, también pueden hacerse en ella las reservas para cenar en alguno de los restaurantes del recinto, como el prestigioso y recién remodelado Middle and Over Wallop.

Theodora es un oratorio de Georg Friedrich Händel (HWV 68) con libreto de Thomas Morell, basado en una obra de Robert Boyle publicada el 1687 con el nombre de The Martyrdom of Theodora and Didymus.

El argumento hace referencia a la historia de la mártir cristiana Theodora, ejecutada en Antioquia durante las persecuciones de Diocleciano, y los esfuerzos del soldado romano Didymus para salvarla mientras se debate entre la obediencia a la autoridad y sus convicciones.

La obra se centra en una exploración de los sentimientos internos y, en último término, de la fe y su relación con el poder civil. A pesar de que permanece como una pieza relativamente poco conocida dentro la obra haendeliana, Theodora es considerada una de sus obras maestras, con una gran profundidad y una excelente caracterización de los personajes y de las emociones. A pesar de ser un oratorio, sus escenas tienen una gran fuerza teatral, de forma que se puede considerar casi una ópera sin representación.

William Christie

Es en este contexto del picnic de Glyndebourne, en 1996, cuando fue puesto en escena por el ya prestigioso y rompedor Peter Sellars, acompañado en lo musical por William Christie y su Orchestra of The Age of Englihtement, siendo recogida por el propio sello del Festival – vean cuánto puede dar de sí la cultura sin subvenciones – en una controvertida grabación en la que se respira de forma palpable ese ambiente del directo.

Decimos que la grabación – al igual que lo son las puestas en escena de Sellars – es controvertida porque para los más audiófilos tal vez resulte algo decepcionante encontrarse de entrada con la música en un segundo plano, tal vez demasiado lejano, mientras que todo lo que ocurre en la escena, el coro, los movimientos, aplausos, solistas… sí que tiene un protagonismo sonoro muy refrescante. No olvidemos que estamos escuchando la parte musical de una representación más visual y operística, así que sería injusto por nuestra parte darle el tratamiento sónico que le damos a las grabaciones de obras puramente musicales de estudio. Creo que los melómanos lo perdonarán y disfrutarán del oratorio en lo musical y en lo sónico. Se trata al fin y al cabo, de la toma sonora extraída de una grabación en directo, que tampoco vamos a negar, podría haber sido mejor. Espero que su escucha les lleve a plantearse la compra del DVD, para visualizar el siempre innovador planteamiento escénico del norteamericano.

Lorraine Hunt

Disfruten de las voces. Espectacular la desaparecida Mezzo Lorraine Hunt, que se lleva gran parte del peso de la obra, sin dejar a tras al resto del elenco. Sobresaliente también el coro del Festival.

Tanto la orquesta como el coro interpretan con maravillosas frases  la música de Haendel al igual que en el resto de grabaciones barrocas de Christie. El oratorio tiene varios números corales importantes como el «He saw the lovely youth», que cierra la segunda parte, y que dicen fue considerado por el propio Handel como superior al «Hallelujah» de su Messiah. Un poco exagerado decir esto, aunque si Haendel lo dice… Aquí disfrutamos de una magnífica interpretación, como también ocurre con el bellísimo coro final.

Un detallito para finalizar: los CDs llevan funda de plástico al igual que los vinilos!

Web del Festival

 

Calidad Artística: 9

Calidad de Sonido: 6

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