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La distorsión de las guitarras llevada al extremo, con garra y fuerza, la sensación de rapidez en las baterías, lo desgarrado de las voces… todo cuadra dentro de un resultado grandilocuente que hace sentir la música con una fuerza natural y una sensación de directo difíciles de igualar. Escuchar discos clásicos del rock de los años 70 y posteriores, donde las grabaciones presentan claras limitaciones para un equipo más purista, se convierte en una auténtico vicio con este auricular. Es lo que lo diferencia del resto de productos del mercado, una mezcla de coloración musical agradable, cierta sensación de rapidez y garra, y un nivel justo de distorsión. Ingredientes todos ellos apropiados para un resultado final perfectamente estudiado.

Complementos y variantes

Debido a la sencillez de la geometría y el diseño de los Grado en general, y por consiguiente del RS1i en particular, es posible combinar el auricular con diferentes almohadillas.

Grado RS1i__7

Los Grado han pasado por el uso de distintas configuraciones de las mismas, siempre basadas en el mismo material pero con una geometría diferente, lo que hace que el recinto cambie, afectando tanto a la escena como a la resolución aparente y a la tonalidad de la reproducción.

Según podemos ver en el actual catálogo de la marca, hay tres modelos de almohadillas disponibles para las series de auriculares de diadema -a saber SR, RS, GS y PS-. Son los llamados comfy (s-cush), bowls (l-cush) y jumbo (g-cush). Además de estos están los antiguos flats, que aún pueden conseguirse comprados aparte y que en algunos modelos antiguos eran los que se usaban de serie.

Lógicamente cada modelo de almohadilla exige una correcta afinación del driver y del recinto para que el resultado sea el buscado por el fabricante, y con el cambio entre ellas conseguiremos ganar en algunos aspectos para perder en otros.

De esta forma, y centrándonos en el modelo que nos ocupa, encuentro razonable el uso de dos almohadillas: los bowls que vienen de serie y los antiguos flats. Con los bowls el sonido de los RS1i, es de un perfil claro y detallado, con buena separación instrumental, sensación de alta resolución, una escena comedida pero abierta y con cierto toque de profundidad. El perfil tonal es un punto brillante, pero es relativamente fácil acostumbrarse. Con los flats el RS1i adquiere un carácter muy diferente. Se convierte en un auricular más cálido, con más cuerpo y con una presentación sonora más cerrada y directa, en la que la escena y la dinámica se reducen notablemente. Es ésta una configuración ideal para estilos más cañeros y para conseguir una sensación de sonido en directo más realista, en la que los detalles y refinamientos son algo secundario.

Grado RS1i__8

También sería posible usar con ellos los comfy, pero la gama media resultante adquiere una tímbrica algo extraña que no me acaba de convencer. Por último, comentar que también se suele emplear en ocasiones una almohadilla de un modelo clásico de otra marca, el Sennheiser HD414, con resultados satisfactorios especialmente en el aspecto ergonómico. Pero no hemos tenido la ocasión de probarla para poder certificarlo.

Es importante comentar que se pueden encontrar fácilmente en internet, multitud de variantes en el uso y modificación de las almohadillas, las copas y los acabados interiores de las copas de cualquier auricular Grado. Todo un campo dentro del mundo de la afición artesanal que esta marca, con sus diseños básicos, hace posible. Entre otros ejemplos encontramos el uso de los bowls de forma invertida, con un resultado más parecido al de los flats, el encintado de los bowls con cinta plástica o de tela en su parte externa para aumentar la presencia de graves, el recableado, la modificación de las copas, los cambios en la diadema… Todo un micromundo con infinidad de posibilidades que en algunos casos son imaginativas e interesantes en sus resultados.

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