El gigante danés de la alta fidelidad Gryphon Audio Designs comenzó su andadura en el ya lejano año de 1985, con la creación de su primer producto, un amplificador de auriculares. A este siguieron muchos más, y las electrónicas de la firma danesa son consideradas un referente absoluto en el sector a nivel mundial. Aunque en este artículo analizamos unas cajas acústicas, en nuestro país, no sé si por estrategia comercial de los anteriores importadores de la marca, sus altavoces no tuvieron ninguna tipo de relevancia, destacando exclusivamente sus electrónicas. Es más, creo poder afirmar que muchos aficionados en aquel momento desconocían que Gryphon fabricase cajas acústicas, cuando en realidad llevan haciéndolas desde el año 2002. El hecho es que la compañía tiene globalmente un volumen de ventas mayor de cajas acústicas que de electrónica. Esto demuestra la muy alta calidad de sus realizaciones y demuestra que sus cajas deben tenerse en cuenta, no solo para completar un sistema entero Gryphon, sino de manera individual si disponemos ya de una amplificación con la que nos encontramos satisfechos, y no planteamos su sustitución. En esta revisión tendré la posibilidad de acompañar a nuestras protagonistas con mi electrónica habitual Ypsilon, y con un sistema de previo y etapa Gryphon para evaluar su rendimiento y mejor sinergia.
El negro es su color
No solo de estas cajas acústicas. Pensar en Gryphon es imaginar imponentes electrónicas y cajas acústicas, siempre corporativamente acabadas en elegante color negro. En principio puede resultar esta apuesta un poco monótona, pero en la práctica ya se complican los diseñadores de la compañía en jugar con variadas terminaciones, hasta conseguir que su aspecto visual sea atractivo en todos los aspectos. Las Pantheon son unas cajas que combinan diferentes materiales para mejorar su funcionalidad y estética, aunque en un primer vistazo destaca sobre los demás el acabado de los laterales de las cajas en reluciente fibra de carbono.
Su altura de 148 cm. es considerable sin llegar a resultar mastodónticas, su profundidad también es importante –69 cm.–, y su anchura en este caso es contenida –39 cm.–, permitiendo no ser abrumadoras desde la perspectiva del oyente –más bien se ven estilizadas y esbeltas–. Sus altavoces están dispuestos en una configuración D’Appolito, con el tweeter Air Motion Transformer AMT de cinta en posición central, dos conos de medios Scan Speak de 5 pulgadas arriba y abajo de éste y en los extremos los dos woofers, también de Scan Speak, con su ya clásico altavoz rugoso de papel de 8 pulgadas. Estos últimos drivers montados en un frontal que presenta una ligera inclinación para facilitar un ajuste temporal perfecto entre vías de manera mecánica. Para finalizar la descripción de la parte delantera de las cajas, las Pantheon decoran su frontal con una especie de cortina formada por gomas elásticas negras, que se extienden de arriba a abajo del mismo, no pudendo desmontarse –nos recuerda a los frontales ya clásicos del mismo tipo de Sonus faber, aunque estos sí se pueden retirar–. En cualquier caso, es una solución bonita y elegante.
Los amplios laterales de las Pantheon están acabados en espectacular fibra de carbono barnizada en alto brillo, rematados con una parrilla metálica negra cuyos orificios están forradados de una especie de gamuza de lana del mismo color, en la unión con la parte trasera de las cajas. En la misma, recubierta de la misma gamuza negra casi por completo, se encuentran dos puertos bass reflex de grandes dimensiones, forrados con una fina tela –como no negra–, y una placa que no solo dispone de una pareja de conectores de gran tamaño y calidad, sino que cuenta con dos pequeñas baterías y un tester de bias, que nos muestra una de las particularidades más interesantes de este modelo de caja. Gryphon asegura que mediante estas pequeñas baterías, cuya duración es aproximadamente de dos años, se garantiza una carga constante a los condensadores electrolíticos que monta para la corrección de la impedancia, que redunda en la eliminación de cualquier distorsión en el filtro divisor de frecuencias.
Para finalizar, las Pantheon cuentan con cuatro piezas metálicas de considerable robustez, que se atornillan a la parte inferior del chasis a modo de base, y sobre las que se pueden enroscar a su vez ocho puntas de desacoplo de gran tamaño. Las Pantheon pueden colocarse en su posición final sobre sus bases metálicas, con o sin puntas, dependiendo del gusto del propietario –aunque sobre eso hablaremos un poco más adelante–.
Colocación y ajustes
Transportadas en cajas de madera de manera individual –imprescindible para poder moverlas dado su gran peso y tamaño–, sus 100 kilos largos de peso neto de cada una convierten su manipulación en una ardua tarea. Una vez extraídas de sus embalajes y montadas sobre sus bases, procedí a colocarlas en la sala y a moverlas para conseguir el mejor sonido posible de ellas. Haciendo caso a las recomendaciones del fabricante, orienté los frontales de las Pantheon directamente al punto de escucha. Es increíble como cualquier pequeña variación de su apertura, repercute de manera dramática en el balance tonal de las mismas –hay que tener paciencia y ser muy fino en su posicionamiento final–. Tener la suerte de disponer de una sala de generoso tamaño, me permitió no tener ningún problema más en su colocación, con la pared trasera y las laterales a dos metros aproximadamente de distancia.
Una vez situadas en un punto cercano al ideal, decidí colocarlas sobre sus puntas de desacoplo y ver su influencia en el sonido. Como era de esperar la respuesta en bajas frecuencias se vio modificada, mostrando más velocidad y precisión, aunque algo menos de riqueza tímbrica en el balance global. En mi sala me gustó más el resultado apoyando las Pantheon directamente en sus bases metálicas, ya que no existían problemas en los graves, a pesar de su gran presencia e impacto –el grave resultaba poderoso pero controlado–. A pesar del correcto resultado, no me resistí a probar unos pies que empleo habitualmente debajo de todos mis componentes, los Pies De Résistance de la española Vibex, que coloqué debajo de las bases de las Pantheon. El resultado fue impactante –la verdad es que ya me tienen acostumbrado a esa misma influencia–, transmitiendo de manera inmediata un mayor silencio, control y naturalidad tímbrica. Obviamente, de esta manera es como me dispuse a escucharlas durante el mes que las he tenido en casa.
Sonido
Me he sentido afortunado estos días, al poder contar con dos conjuntos de amplificación de primer nivel, para sacar unas conclusiones más precisas si cabe acerca de estas bellas cajas acústicas. A mi habitual conjunto de la firma griega Ypsilon se unió otro de la mismísima Gryphon, compuesto por el preamplificador de dos chasis Pandora y la novedosa etapa de potencia estéreo Antileon Evo, conectados con cables de interconexión balanceados y también de red de la portuguesa Audiofidem.
Comencé por utilizar mi amplificación habitual para poder de manera más simple y rápida “conocer” a mis ilustres invitadas –siempre es mejor no introducir varias novedades a la vez en nuestro sistema para realizar una prueba–. Tras una semana aproximadamente, y tras habituarme a su sonido, amplifiqué las Pantheon con la electrónica Gryphon, apreciando la variación que sufrió el comportamiento de las cajas. En primer lugar resaltar que los 200W de potencia con las que cuentan las Ypsilon Aelius, resultaron ser más que suficientes para manejar a la perfección los cinco altavoces con los que cuenta cada una de las cajas. La etapa Gryphon Antileon Evo, a pesar de ser estéreo, tiene un peso y tamaño equivalente a las dos monofónicas griegas juntas, y sus 150W en pura clase A mostraron una solvencia semejante, consiguiendo que las cajas volaran.
Si hablamos de drivers, creo que es vital en el sonido que las Pantheon son capaces de proporcionarnos, destacar el comportamiento magnífico reproduciendo las frecuencias graves, que sus woofers son capaces de ofrecernos. Un acierto total es a mi parecer el diseño del recinto de las Pantheon, capaz de extraer de los magníficos altavoces de Scan Speak de 8 pulgadas, un rendimiento que para si quisieran cajas acústicas de mucho mayor cubicaje. Las frecuencias graves resultaron profundas hasta el extremo, pero también controladas y rápidas aprovechando las ventajas en este último concepto que un driver de 8 tiene sobre otro de mayor tamaño. Para nada eché en falta un woofer de más diámetro, y sí aprecié de manera grata el acertado timbre que un buen cono de papel como este transmite a dichas frecuencias. Tanto las etapas Ypsilon como la Antileon Evo resultaron acompañantes perfectos en la tarea de amplificar y controlar los altavoces –claro que el mérito principal hay que atribuírselo a las Pantheon y a sus creadores–, ya que las cajas se mostraron en su salsa tanto con la mayor rapidez de las Ypsilon como con la seriedad y autoridad de la etapa Gryphon. Timbre preciso y detalle en abundancia en graves, excelente…
Y precisamente en nivel de detalle las Pantheon anda bien servidas, demostrándolo en todas las gamas de frecuencias, pero especialmente en la zona media. No solo los dos altavoces de medios son los responsables de esta impresión, seguro que contar con unos graves tan controlados ayudan a limpiar este crítico rango de frecuencias, y el tweeter AMT apoya y refuerza de manera importante la zona media. Pero esta virtud no es la única que adorna los medios de la Pantheon, pues estos se ven beneficiados por una integración de las tres vías casi perfecta, como pocas veces he apreciado en realizaciones similares. Por ello las voces se presentan plenas en todas las frecuencias que abarcan, transitando de sus registros más bajos a los más agudos con absoluta fluidez y coherencia. Según el fabricante, su tecnología propia de alimentación de los condensadores por baterías, consigue aumentar en algún grado la riqueza tímbrica de las Pantheon –lo cual no puedo asegurar–, pero que viendo los resultados ofrecidos no me extrañaría nada. Además el funcionamiento de la amplificación Gryphon en clase A pura total o parcial hasta 60W de Ypsilon, enriquecieron de maravillosos matices la escucha de cualquier pieza musical.
Estas cajas acústicas elevan el nivel de detalle en la gama media que estamos acostumbrados a disfrutar de manera evidente. Especialmente en la reproducción de las cuerdas, e incluso en sonidos y detalles de ambiente que pasamos por alto con otras cajas, las Pantheon nos sorprenden de manera constante, disco a disco reproducido. Esta generosidad debemos controlarla con buenas combinaciones de cables y también de amplificación, si no queremos que nos pueda llegar a penalizar en ciertos momentos. Considero mejor apostar por un cableado que aporte un ligero plus de riqueza y calor tonal –como los cables Stealth que suelo utilizar con asiduidad–. Esta generosidad en el rango medio, sin embargo no se puede extrapolar a las frecuencias más altas, que guardan una mayor contención.
Los agudos reproducidos por los tweeters AMT son sedosos, como pocos he podido apreciar en cajas de este nivel. Es un defecto, encontrado más a menudo de lo deseado en otras realizaciones, el asociar de manera directa una caja acústica de gama alta o de referencia con un rendimiento de sus tweeters, digamos que “excesivo”. En esta fácil trampa no caen los ingenieros de Gryphon, que justifican la categoría de sus cajas, buscando el mayor equilibrio y confort de escucha posible. La calidad de su tweeter AMT es responsable en gran medida, de conseguir un nivel de detalle sobresaliente pero siempre con gran suavidad y discreción.
La escena sonora es amplia y creíble. El tamaño de las Pantheon ayuda, ¡y de qué manera!, a mostrarnos una gran orquesta ante nosotros con impecable fuerza y contundencia. Sin suficiencia en la reproducción de los graves es imposible intentar emular una gran formación, y nuestras protagonistas rozan la perfección en este cometido. Además una óptima colocación de las cajas, totalmente orientadas hacia nuestro oído, permite diferenciar y posicionar a todos los músicos que estemos escuchando con suma facilidad.
Conclusión
Muchos de los lectores habituales de HIFIlive, ya pudieron escuchar las Gryphon Pantheon en las recientes Ultimate Sessions del pasado mes de Noviembre en Madrid. Su sonido de gran nivel –gracias a la pericia que demuestra su distribuidor ajustando sus sistemas en cada demostración que realiza– en esa ocasión no se diferenció mucho del que yo he sido capaz de conseguir en mi sala –un poco más serio y poderoso con amplificación Gryphon y refinado con la Ypsilon–. Con el recuerdo de aquella escucha y todos los argumentos que he relatado durante mi análisis, puedo afirmar que el sonido de las Gryphon Pantheon es contundente, con un planteamiento sonoro de refinada serenidad, no exento de un sorprendente nivel de detalle –especialmente en frecuencias graves y medias– y unos agudos placenteros, sinceros y suaves.
Han demostrado ser unas cajas acústicas, a pesar de su tamaño, fáciles de amplificar y sobre todo versátiles –que nadie piense que su uso está restringido a asociarlas con electrónica de la misma firma–. Con el conjunto Ypsilon de previo y etapas mono, su rendimiento fue igual de positivo que con la amplificación Gryphon que disfruté. En esta caso las diferencias entre amplificaciones se apreciaron con facilidad, demostrando que son unas cajas transparentes y reveladoras, correspondiendo al gusto personal del oyente elegir su estética sonora preferida. Solo tenemos que asociarlas a una amplificación de alto nivel y disfrutar de ellas, como yo lo he hecho durante esta prueba. Unas cajas acústicas de gran categoría y altamente recomendables.
PVP: 43000€
Distribuyen Ultimate Audio, QLASE A y AudioElite
EQUIPO UTILIZADO
Amplificación
- Preamplificador Ypsilon PST-100 MKII y Gryphon Pandora
- Etapas monofónicas Ypsilon Aelius y etapa estéreo Gryphon Antileon Evo
Fuentes
- DAC Nagra HD
- Transporte MBL 1621A
Cables
- Interconexión Stealth Audio Sakra y Kondo Ls-41
- Digital Stealth Varidig Sextet
- Altavoz Stealth Dream V10 y Kondo SPs-2.7
- Corriente Okutsu Denko Prestage, Okutsu Denko Extreme
Accesorios
- Vibex Granada, Acoustic Revive RR-77, Vibex Stands y Vibex Pies de Résistance