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Y si ese equipo me sorprendió, otra sorpresa aún mayor me esperaba en la sala que hospedaba las Extrema… pero en su otro extremo, ¡vaya, que juguetón estoy con las palabras!. Y es que en la orientación contraria al equipo principal de esta sala (Extrema y Audio Research) se encontraba el sistema Devialet Ensemble, que no es otra cosa que un integrado Devialet D120, que recordemos incluye DAC, con unas cajas de origen también transpirenaico, los monitores Atohm GT1, conjunto que se vende por 6.990 euros. Lo mejor no es la rebaja en el precio del conjunto (estos monitores solos tienen un precio de 2.500 euros) sino lo increíblemente bien que sonaban juntos… ¿magia? No, ciencia, porque una de las cualidades del potente Devialet consiste en poderle cargar las características de las cajas que atacará, para poder optimizar digitalmente su rendimiento, lo que ellos llaman tecnología SAM y que es mucho más que una ecualización al vuelo. Corrige errores en el dominio temporal, disminuye la distorsión que prevé emitirán las cajas, protege sus drivers en caso de posible sobreesfuerzo… y lo hace todo en tiempo real.

Devialet_Ensemble

Esto lo descubrí después de escuchar este equipo, digamos aparentemente “equipillo”, frente al armamento pesado que teníamos esos días disponible, ante al que de nuevo me senté más por compromiso que otra cosa, y con el que -como me ocurrió con el anterior- terminé escuchando mucho más tiempo de lo que imaginaba. Lástima que la posición en la sala perjudicaba un poco su reproducción (esa parte de esa sala, que conozco muy bien, tiende a realzar demasiado el medio grave), pero ahí hay otro candidato a ser muy tenido en cuenta, y recordemos las ventajas del Devialet con su reproductor de archivos integrado vía Wifi o esa estética muy compatible con “ellas”. Bueno con las voces, y sobre todo muy bueno con el difícil piano, este sistema dará que hablar, seguro.

Por cierto que aprovechando que estaba en Clave Audio tuve la oportunidad de descubrir otras cajas, éstas invisibles (es decir montadas tras un muro de forma imposible de percibir a ojo), de origen Inacustik y que son toda una revolución de cara a conseguir un sonido de auténtica calidad en una decoración a la última, cosa que se está convirtiendo en una buena salida para comercios como éste (increíbles también los muebles que tenían expuestos, integrando televisores).

Bienvenido al cielo: primera parada

equipo_Extremas_AR_GS

En la sala principal de Clave Audio estaba montado el sistema con las nuevas Sonus Faber Extrema y las no menos nuevas electrónicas Audio Research “Galileo”, previo y etapa. Es importante destacar que las Extrema no eran unas cualquiera, si es que se puede decir eso de unas cajas de esta categoría, sino una edición exclusiva que usa en sus partes de madera material del banco de trabajo del mismísimo Franco Serblin (fundador de la casa italiana), y de la que se dice que tienen un precio en torno a 70.000 euros (es un valor más de colección que funcional, obviamente). Las Extrema rescatan el nombre de los monitores de referencia de hace veinte años y conmemoran el treinta aniversario de la marca, se fabricarán treinta parejas y su precio normal es de, pues sí, treinta mil euros. Es interesante cómo marcan un cambio tecnológico radical, pues su estructura de base es un monocasco en fibra de carbono, como un monoplaza de F1, al que se añaden otros materiales, con los marcados laterales de madera como elemento más llamativo. El tweeter usa Berilio, el woofer una mezcla particular de fibra de carbono, y en su parte trasera cuentan con un radiador pasivo que tiene un “freno” regulable en función de su posición en la sala (aquí estaban a “cero”, es decir máxima libertad).

AR_GS_ExtremaL

El previo y la etapa, de esta nueva serie Galileo del fabricante americano, rompe con una tradición estética que viene de muy largo. Las conocía en foto y no me convencían mucho (sí me gustan los de toda la vida con sus asas y demás), pero lo cierto es que en directo sí son realmente bonitas y puedes apreciar sus acabados de lujo, además de algo que tal vez deberían tener todas las etapas de audio: las agujas “saltarinas” de los vúmetros. Lástima que las válvulas de potencia (las novísimas KT150) quedan ocultas en su parte trasera, pero ya hace tiempo que perdimos de vista las válvulas de los previos y tampoco las echamos tanto de menos, aunque yo soy más de diseños clásicos con todo a la vista.

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