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En esta sala que conozco bien, no es difícil que unas cajas generosas en graves carguen demasiado la parte baja del espectro, pero las Extrema conseguían evitar casi del todo ese efecto y ofrecían un grave ágil. En el otro lado de las frecuencias, estas especiales Sonus Faber ofrecen un agudo claro y extendido, aunque dulce en el punto de escucha. Descubrí por casualidad que si estamos más altos el agudo es mucho más vivo. A petición de los anfitriones pasé un rato poniendo algunos de mis cortes musicales habituales de prueba para disfrute (espero) de los asistentes, y estando de pie el equilibrio tonal como digo cambia notablemente. Esto es normal, lo que me llamó la atención es que fuera a más brillante ya que es habitual lo contrario.

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Pero no vayamos a perdernos con la respuesta tonal, lo que más me gustó de este equipo, estética aparte (cajas y electrónica son dignos de exhibir aunque no estuvieran conectados ni sonando), es lo agradable que hacía la escucha de cualquier tipo de música, y de voces femeninas o cuerdas en particular. Ya sé que eso es precisamente lo que uno espera “a priori” al sentarse frente a un sistema con válvulas y monitores, pero las realizaciones de Audio Research no respondían tanto a ese perfil, más bien a una mayor neutralidad. Los Galileo con las Extrema conforman un sistema realmente agradable, preciso y detallado también, a un nivel que permite analizar las grabaciones a fondo, sí, pero sobre todo ante el que podrías estar horas sentado simplemente disfrutando de la música… cosa que por suerte pude hacer también en esta ocasión, mirando sólo de reojo el reloj pensando en lo que me quedaba por ver y oir en exposición.

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Me gustó particularmente cómo sonaron varias piezas de Vivaldi (conciertos de cuerdas o el Stabat Mater) y más piezas vocales barrocas, pero también Oscar Peterson trío por la rapidez y dinámica de la batería o la buena articulación de las notas del contrabajo. Me sorprendió no tener tan “corpórea” como esperaba con válvulas la voz de Silvia Pérez Cruz (su último disco con Javier Colina se ha puesto claramente de moda en las audiciones, lo cual es una buena noticia). A cambio me sorprendió la dinámica y rapidez en cortes de guitarra y palmas flamencas (Paco de Lucía). Esto me llevó a probar con música más sintética y marchosa: aquí las limitaciones de las cajas sí aparecen, pues la extensión en grave está ahí, pero no se siente el impacto en el pecho con baterías o sintetizadores. Aún así entiendo que quien elija un monitor tan extraordinario sabe a lo que renuncia, pero me gustó lo agradable que hacía este equipo la escucha de cualquier tipo de música, y resultó más polivalente de lo que esperaba.

Arriba en Olimpo

Ya sé que existen cajas de mayor nivel que las Wilson Alexia, incluso dentro de la misma marca quedan peldaños por subir, pero anticipándome a lo que sigue puedo confesar que estas cajas son, si no las mejores que he tenido el placer de escuchar, de las dos o tres mejores. Sí, la sala era mejorable en dimensiones y tratamiento, pero lo que pese a ello pude disfrutar con estas cajas en ciertos cortes musicales, pone el listón pero que muy alto.

equipo_W_Alexia (2)

Este equipo era el único que no estaba en las instalaciones de Clave Audio: había que salir y dar la vuelta a la esquina para acercarse al hotel en una de cuyas salas estaba ubicado. Sus indiscutibles protagonistas eran las Alexia, que esperaba tuvieran una presencia física más “tremenda” por las fotos y realmente, en directo, no aparentan ser mucho mayores que otras cajas de suelo grandes. También las etapas -y nuevo previo- de mi querido D’Agostino, ¿se me nota que todavía añoro mi etapa Krell KSA50S?, estas de un tamaño inesperado, compacto y que se mantenían a una temperatura bastante alta. Su estética en directo no me convence tanto, parecen demasiado “Julio Verne”, y el mando del previo es espectacular pero no muy práctico. Sólo estos componentes ya suman más de 150.000 euros… A su lado, las fuentes eran modestas: la digital era un relativamente sencillo reproductor Esoteric K03X y aquí sí teníamos fuente analógica (la única de las Jornadas), con un plato Brinkmann Oasis que yo desconocía, y que entre otras curiosidades interesantes tiene tracción directa, cápsula Brinkmann EMT y previo de phono Audio Research Reference 2 SE. El señor Juan Rubio en persona era quien estaba pendiente de este equipo, y queda claro cuál es su preferencia con las fuentes, pues él mismo se ocupaba de los vinilos.

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