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Kennerton Vali: Ingeniería australiana, manufactura rusa

Fischer Audio es, según se definen a sí mismos, una empresa australiana fundada por un equipo de ingenieros afines en su experiencia en el desarrollo, diseño y fabricación de equipos de audio. Desde su punto de vista, en los últimos años –la empresa se crea en 2006– el mercado se ha ido saturando de auriculares de lujo, fabricados por afamadas marcas,con un gran diseño y acabado material parejo a una decreciente calidad sonora.

Para poner fin a esta tendencia han creado una línea de productos bajo la marca Kennerton, ubicada en San Petersburgo, dedicada exclusivamente a auriculares de gama alta. Usando materiales selectos y una concepción tecnológica clásica, han desarrollado un producto con un carácter llamativo, que logra llevar por el mismo camino su estilo sonoro y estético. El auricular que probamos en esta ocasión, el Kennerton Vali, es un ejemplo de lo que pretenden con su política.

Diseño y ergonomía

La marca Kennerton ha cuidado mucho la parte estética de su producto. El diseño, de corte clásico y robusto, está muy trabajado en los detalles. Y lógicamente, estos detalles empiezan desde la misma presentación.

El auricular viene en una voluminosa caja de madera maciza, con el anagrama de la marca, que es bastante complejo y elaborado, grabado en la tapa en generoso tamaño. Dentro el auricular viene perfectamente encajado en una espuma rígida con una caja metálica, muy elaborada también, que contiene el cable. Un sobre, también con el anagrama, describe el producto, destacando su origen de fabricación y la calidad de sus materiales nobles.

Y es que todo sigue un nivel de acabados similar. La estructura del auricular es metálica, muy resistente, revestida en la diadema en piel natural en dos capas para asegurar el confort. Las uniones son de gran tamaño y también metálicas. No hay ninguna pieza de plástico en todo el auricular, ni siquiera en las juntas.

Las copas son de madera maciza, con una malla metálica en la parte posterior –es auricular abierto– de un espesor llamativamente grande, y de nuevo con el anagrama de la marca grabado en una chapa metálica de gran tamaño. Las almohadillas, del tamaño justo para ser circumaurales, son también de piel natural. Y el cable, desconectable, con conectores de cuatro pines, es de buena calidad, con funda, buen espesor y con un conector jack pequeño con adaptador para conexión de ¼ de pulgada.

 

Como puede verse por las imágenes y lo descrito hasta ahora el auricular Kennerton Vali se posiciona dignamente en el sector que su precio pide. La parte estética me parece bien lograda, y el auricular es agradable a la vista. Incluso puede decirse que gana en vivo, cuando uno lo sujeta y es consciente de la robustez real del auricular.

La ergonomía de este modelo es aceptable. Sin embargo, y como suele ocurrir a menudo en auriculares de gamas altas que lucen materiales nobles y una estética algo retro, acaba resultando un auricular pesado. Su tamaño, más contenido que los auriculares full-size de marcas como Audeze o Hifiman, consigue que el peso no se dispare, pero si lo medimos con otros fabricantes que emplean materiales más ligeros, como plástico en el caso de AKG o Sennheiser o magnesio en Fostex y Denon, queda naturalmente en evidencia.

La presión de las copas en la cabeza es alta, y aunque al poco rato uno se acostumbra de entrada llama la atención. Y en escuchas prolongadas acaba agotando. Creo que es un aspecto que las marcas de alta gama deberían estudiar con más cuidado, priorizando siempre el confort sobre el aspecto estético. En efecto, que un auricular use plástico hace complicado que se pidan determinados precios, pero para mí, como aficionado, estaría justificado. Prefiero la comodidad y el poder usar el auricular en periodos largos sin fatiga a disfrutar de la madera y el metal como acabados en las copas. Los ajustes de altura y lateralidad de las mismas se realizan en el Vali mediante un tornillo que se regula manualmente, y hay que fijar la posición antes de ponerse al auricular. Una vez regulado, no puede cambiarse. El sistema es eficaz, muy robusto y fácil de ajustar, pero de nuevo encuentro el resultado un poco tosco. Prefiero un ajuste que pueda corregirse durante el uso, tanto por altura como por lateralidad. El mercado está lleno de ejemplos con una ergonomía y comodidad más logradas, y en general, insisto, se trata de auriculares que usan materiales más humildes.

En conjunto el Vali es un auricular que cumple sobradamente en el aspecto material y que por comodidad se deja disfrutar sin demasiados problemas, sin destacar en este sentido ni por arriba ni por abajo en su sector de mercado. No sorprenderá al que lo compre, en cualquier caso, porque su aspecto visual ya avisa sobradamente de todas sus cualidades materiales.

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