Su leyenda me embriaga
A la mayoría de los aficionados con sólo escuchar la palabra Koetsu estoy convencido de que les viene a la cabeza varias ideas: exclusividad, misticismo, artesanía, leyenda… en definitiva, la relación entre la firma japonesa y el aficionado connoisseur hace que cualquier producto de su portfolio se convierta en objeto de oscuro deseo, mientras que al profano le envuelve en un halo de misticismo –posiblemente producido por un marketing basado en la ausencia del mismo– que crea gran atracción y respeto por la firma. Este artículo tiene como objetivo principal no sólo dar a conocer de modo resumido el sonido y compatibilidades que uno de sus productos estrella tiene, también aportar una idea global de qué y quiénes están detrás de cuán prestigiosa marca.
Su fundador, Yoshiaki Sugano falleció en el ya lejano 2002 a la veterana edad de 95 años. Aficionado de pro a la reproducción fiel del sonido en el ámbito doméstico y amante de la música clásica occidental, empezó a hacer sus pinitos en el mundillo realizando reparaciones y retips de cápsulas de alta gama europeas compradas por sus amigos de afición, mientras compatibilizaba su tiempo en la industria de la automoción, trabajando para la mítica Toyota. Llegados a finales de los 60´s, Mr. Yoshiaki, gracias a los conocimientos adquiridos, vio que podía perfectamente crear un producto que rivalizara en calidad con aquellas, aportando su sello de calidad y distinción. Este fue el origen de la firma japonesa Koetsu.
Koetsu, es un nombre extraño, que tiene una honorable procedencia. Honami Koetsu, antecesor de Mr. Yoshiaki, fue un conocido artista japonés durante finales del XVI y principios del XVII, especializado en el forjado de armas, la caligrafía, el arte del lacado y la pintura, e inspirador de la escuela Rimpa de pintura japonesa, una de las más importantes de la época. En su honor Sugano-san llamó así a la firma, que iría a especializarse en la realización de cápsulas de bobina móvil de baja salida. Hoy, cinco décadas después, sigue siendo una referencia, manteniendo las más altas cotas de posicionamiento de marca y, no podía ser menos, de calidad constructiva.
Como si de un negocio de forja de espadas con amplia tradición se tratara, los puntos más distinguibles de Koetsu en la elaboración de cápsulas han sido y son el uso de materiales de alta pureza. No es extraño encontrar en sus realizaciones bobinas de cobre de alta calidad bañadas en plata, imanes de samario-cobalto o incluso de aleación de platino, espárragos de boron, diamantes ultra-pulidos con placas de refuerzo alrededor de su vástago, al estilo “tsuba” –guardamano de las famosas catanas japonesas–… e incluso, llegando a utilizar en pieza singular, espárrago con aguja de diamante.
Fumihiko Sugano, heredero del conocimiento y habilidades de su padre, es actualmente el pivote sobre el que se asienta una marca que actualmente consta de numerosas cápsulas; desde la más económica Black Goldline –2.100€– con cuerpo de color negro en aluminio anodizado hasta la ultra exclusiva Blue Lace Onyx, con espárrago y aguja de diamante de una sola pieza bajo pedido que supera los 20.000€.
Para una mayor facilidad del lector resumiré la amplia gama de productos en tres series:
- Cuerpo de madera Rosewood, –Red Standard, Signature, Signature Platinum–
- Cuerpo de madera lacado Urushi –Black, Gold, Wagima, Blue, Tsugaru, Vermilion–
- Cuerpo de piedra –Azule, Blue Lace Onyx, Tigereye, Rhodonite, Bloodstone, Onyx, Jade, Coralstone–
Teniendo una muy similar tendencia en especificaciones técnicas, lo cierto es que el uso de los diferentes materiales de cada una de estas pequeñas “joyas” confiere a cada pieza su particular identidad sónica, aunque me temo que será complicado saber cuál es la óptima en nuestro sistema, con abanico tan amplio. Si en líneas generales, el sonido Koetsu tiene una cierta tendencia cálida, dependiendo del modelo encontraremos esta característica en mayor o menor medida. Así pues, cualquier defensor acérrimo e incondicional de cápsulas rápidas del estilo Air Tight, Lyra, Vandenhul, Clearaudio…, deberá mirar hacia otro lado o en todo caso conjuntar la cadena con un previo de fono de gran calidad, muy rápido y dinámico que, de algún modo, proporcione cierta contrapartida.
En líneas generales las cápsulas Koetsu tienen similares especificaciones técnicas, destacando la diferencia de salida de aquellas que utilizan imán de platino –0.3mV– respecto de las que lo utilizan de samario-cobalto –0.4mV–. Teniendo puntualmente como cápsula de más baja salida, el modelo a analizar en este reportaje, la Vermilion de la serie Urushi, cuya salida es de unos escasos 0.2mV. Tiene particularidades destacables como el uso de un cableado de doble bobina de cobre y plata al 50% y una impedancia interna más baja de lo habitual, de 2.5ohms. Respecto al resto de especificaciones, son cápsulas que tienen una excelente separación de canales >25dBs@1khz, una impedancia interna de 5ohms y unos pesos brutos que, dependiendo del cuerpo, oscilan entre los 8,9g de la Rosewood Red Standard y 13,5g de la bella Rodhonite. Con una complianza baja, de 5×10-6 cm/dyne a 100Hz, son recomendadas para brazos de media a alta masa –como mínimo recomendaré los que se encuentran a partir de 11g de masa efectiva, tales como SME, Triplanar, Graham, Kuzma, Thales, Dynavector…–.
Muy cotizadas en el mercado de segunda mano, las cápsulas realizadas por Sugano-san –padre– han llegado a costar cifras astronómicas y se debe a que detrás de cada cápsula existe una aureola mística donde los propietarios de Koetsu valoran altamente el toque al sonido que aporta el propio envejecimiento de la madera. Parece que una vez se entra en este mundo es difícil salir de él.
Koetsu además tiene una política de retip con la que muchos aficionados no comulgarán por su alto coste, el importador la remite a Japón donde se realizará un cambio de todas las partes excepto el imán y el cuerpo, para asegurar la máxima calidad del producto. No usar este medio supone con absoluta certeza la ausencia del uso de agujas Quadrahedron, en parte uno de los factores clave para el bajo ruido de lectura y agradable balance tonal por el cual las Koetsu son famosas. Otro de los motivos es debido a que la viejas Koetsu elaboradas por Sugano-san utilizaban imanes Alnico –como las míticas Supex– mientras que actualmente Samario-Cobalto o Platino que, según el fabricante y la crítica especializada, son materiales que confieren un mejor sonido global.
