Velocidad de giro
Finalmente ya sólo me quedaba conseguir un giro del platter lo más preciso posible a 33 revoluciones y 45. Para ello utilicé la estupenda aplicación Platter Speed que Dr. Feickert nos brinda, no sin haber dejado el plato girar durante unas 24 horas seguidas, para que el eje empapara bien de aceite y cogiera una estabilidad térmica. Una vez clavadas ambas velocidades medias de giro, me fijé en algunos valores importantes como la tasa de wow/flutter, en este caso una tasa ligeramente alta para platos de masa, pero bastante buena para platos de tipo suspendido como compruebo en mi base de datos. En cualquier caso certifico ningún problema audible al usuario.
Llegado a este punto quiero destacar dos cosas, la primera es la muy buena sensación del conjunto sobre mi mueble. Estéticamente aporta robustez, sobriedad y fiabilidad, y sónicamente… sónicamente lo veremos a continuación.
Tips
Quiero aportar un pequeño apartado, en el que los usuarios actuales o potenciales de este brazo, puedan encontrar de algún modo útil este análisis. Para ello cito algunos “tips” o trucos que he ido comprobando cómo a lo largo de los días me han dado muy buen resultado, para conseguir una ajuste muy fino del brazo y con ello su mejor sonido.
FINGERLIFT – En este caso y si al usuario no le resulta fundamental recomiendo suprimirlo. Si se quita observaremos cómo el VTF cambia y se reduce, con ello podremos acercar en cierta medida los contrapesos del brazo consiguiendo así que estén más cerca del eje y con ello precisar la lectura al reducir vibraciones y efecto balancín.
VTA – Colocando un micronivel de burbuja sobre el único recorrido que tiene plano en su línea horizontal el brazo (localizado en los laterales del eje) y poniendo la cápsula sobre el disco de vinilo puedo encontrar aquel punto en el que el brazo quede absolutamente horizontal. En ese momento ubicamos el medidor de VTA en cero y a partir de ahí movemos buscando el VTA que nos resulte sónicamente óptimo basándonos en un correcto balance tonal. Me gusta este proceder pues así sé que parto siempre desde una posición fija de brazo totalmente horizontal al disco. De todos modos hilando ya fino siempre es recomendable usar un microscopio digital USB para poder visualizar el ángulo con el que el diamante está pegado al espárrago de la cápsula y ajustar el VTA para hacerlo coincidir en algún lugar entre 90 y 92 grados.
AZIMUTH – Actualmente existen dos modos verdaderamente “pro” de ajustar el azimuth adecuadamente, uno se basa en medir la separación de canales y de balance (Fozgometer) y el otro en medir ángulo de fase del crosstalk (Adjust + software). La aproximación que consigamos con ambos métodos siempre será mejor que la que hagamos a oído, no obstante considero que el Fozgometer es más preciso porque la medición no se realiza tras el previo de fono, el cable de fono se enchufa directamente al aparato y con ello obtenemos una medición independiente del previo de fono, que evidentemente también tiene su propio crosstalk, no dándonos un valor “puro” de la cápsula. Yo lo calibré en base a la separación de canales y su balance, al entender que es un mejor procedimiento.