A pesar de llevar muchos años en este apasionante mundo como es el de la Alta Fidelidad todavía hay cosas (aunque si bien es cierto cada vez son menos) que me sorprenden. Si a ello le sumamos que con la edad nos vamos acomodando y más todavía cuando estás plenamente satisfecho con la configuración y resultado de tu sistema después de años y años de incesantes cambios y ajustes, sucede (al menos en mi caso) que cada vez se me hace más cuesta arriba desconectar esta o aquella pieza del equipo para probar otra diferente. No obstante, como se dice siempre hay excepciones que rompen la regla, como ésta que a buen seguro, más tarde comprenderán. Vaya por delante que soy un obstinado seguidor de la firma eslovena, de la cual me gustaría resaltar unos datos que nos servirán como punto de partida para que el tema que hoy nos ocupa.
Así pues, para encontrar los orígenes de la compañía debemos remontarnos hasta el ya lejano 1982, año en el que Franc Kuzma funda la empresa que llevará por nombre su propio apellido.
Ésta, nace fruto de la unión de dos importantes factores como serían su especial interés por la música, que en combinación con los conocimientos y experiencia en la ingeniería mecánica de que disponía, le llevaron a fabricar su primera fuente de lectura analógica, la cual, a pesar de su sencillo diseño de transmisión por correa, así como su constante obsesión por la facilidad de manejo, alcanzó un éxito más que notable. Esta primera creación recibiría el nombre de STABI, en reconocimiento a uno de sus puntos fuertes: La estabilidad. Lógicamente este término será un denominador común para todos sus platos. Otra palabra a tener en cuenta es STOGI, cuyo significado en esloveno es “rigidez” y que a su vez será el utilizado para nombrar a la mayor parte de brazos que conforman su extenso catálogo.
En 1990 presenta al público el Stabi Reference, un plato giratorio que difería notablemente de su predecesor, ya que tenía una construcción tipo sándwich fabricada en aluminio y acrílico tanto para la base, como el subchasis y plato. Además también incorporaba otras novedades como su sistema de amortiguación por silicona y la utilización de dos motores. Este modelo junto con el brazo de referencia Stogi Ref, no tardaría en ser considerados como uno de los mejores sistemas para la reproducción de vinilos disponibles en la época. Si bien no es extraño encontrar incluso hoy en día fabricantes de giradiscos de alta gama que siguen utilizando esta idea. Pero no sería hasta 1999 cuando durante el London Hi Fi Show se muestre por vez primera, el que es hasta la fecha su referencia absoluta en lo que a fuentes de lectura analógica se refiere: El Stabi XL. Sus principales bazas podían resumirse en tres: Su innovador diseño, su sonido y por supuesto, la facilidad de uso, en especial para el ajuste del VTA. Cinco años después vería la luz el complemento ideal para esta fuente, el Airline. Brazo tangencial, que como su propio nombre indica se desplaza suspendido por aire lo que consigue reducir la fricción a “0”. Pero además de este modelo, en su extenso catálogo encontramos un sinfín de magníficos brazos que harán las delicias de cualquier aficionado al sonido analógico, como es el caso del 4Point, el Stogi y el Stogi Ref, todos disponibles en varias medidas. Igualmente pueden adquirirse con diferentes cableados (Crystal, Cardas, Nordost, Kondo).
Toda esta pequeña introducción no tiene otra finalidad que mostrarnos como la mente “inconformista” de Franc no ha cesado en ningún momento de obsequiarnos tanto con nuevas creaciones (que también las hay) caso de los más recientes modelos M y R como con actualizaciones para los modelos ya existentes, en el caso del XL tenemos el motor DC aparecido hace unos años (para sustituir al XL4) o la reciente y última actualización que nos ocupa en este artículo. Su versión más extrema, denominada AIR.
Si, así es. Aunque parecía impensable que su creador pudiese ni quiera plantearse llevar el XLDC a un nivel más alto, lo ha hecho y de qué manera. Supongo que todo se resume en una frase que le dijo a nuestro amigo y colaborador José Manuel Delgado en la entrevista que le ofreció durante la Elitexpo del 2013: “Esta búsqueda de mejoras constante está en los cimientos de la naturaleza humana, pero obviamente no todas las ideas son acertadas. Sólo el tiempo decidirá”.
Así pues unos meses antes del verano, lo que a priori parecía una mera quimera dejó de serlo, al anunciarse la inminente llegada del tan esperado XL AIR, que gracias al buen criterio por parte del importador hizo su presentación oficial en nuestro país durante el HIFIlive Show celebrado a finales del pasado mes de Octubre en Valencia. Aquí tuve mi primera toma de contacto con esta versión y fue donde tras una larga charla con el importador. Éste conociendo que mi admiración por la firma no queda simplemente ahí, es decir, en un mero interés por la misma, sino que también soy (desde el 2011), un orgulloso además de feliz propietario del impresionante Kuzma Stabi XL (actualizado hace unos años a XLDC) con su correspondiente brazo Airline en mi sistema principal, me ofreció la posibilidad de probarlo y darle mis impresiones personales. Como habrán supuesto bien, no pude más que aceptar su invitación.
Imagínense, como iba a negarme si gracias a esta firma he podido disfrutar todos estos últimos años de mi colección de vinilos, la cual no deja de aumentar hasta el punto de haber tenido que sustituir hace poco más de dos años la estantería que los archivaba por haber sucumbido al peso de los mismos.
Tecnología
El Modelo XL AIR difiere del Stabi XLDC porque el primero utiliza cojinetes de aire y un plato de bronce extra. El uso de cojinetes de aire en lugar de los convencionales, le permite mejorar dos parámetros importantes en el diseño de la plataforma giratoria. Por una parte, los cojinetes neumáticos tienen una fricción casi nula y por lo tanto, no tienen vibraciones, lo que elimina el ruido que se pudiera transmitir a la cápsula. La segunda ventaja es que un rodamiento de aire correctamente diseñado permite el uso de un platter de mayor masa que mejorará la inercia y facilitará la estabilidad rotatoria del mismo.
Así pues, la masa total del platter en el Air es de 44 kg (frente a los 22 Kgs del XLDC). El plato superior, (al igual que el de su predecesor) es una construcción tipo sándwich de placas de aluminio y acrílico atornilladas entre sí en una forma pretensada para amortiguar toda vibración no deseada. La bandeja inferior (22 kg) es de bronce fundido lo que proporciona buenas propiedades de amortiguación.
El aire que requiere para el funcionamiento del rodamiento por aire comprimido se suministra desde un compresor (con filtros antihumedad, etc…) similar al del brazo Airline.
Las superficies portadoras de aire están hechas de carbono poroso, por lo que tienen millones de pequeños orificios para dejar salir la presión del aire. Esto crea una presión más uniforme dentro del espacio del rodamiento de 5 micras con una presión de 4 bares, lo que hace que el rodamiento de aire sea más rígido con cero movimientos.
La base que sostiene el cojinete de aire está hecha de dos piezas de bronce sólido que se sujetan entre sí. El aireado de la plataforma giratoria en realidad consiste en dos superficies de cojinetes. La superficie superior lleva carga vertical, mientras que el agujero cilíndrico lleva carga horizontal. El cojinete de aire tiene un eje de 31 mm y una placa de confianza de 60 mm.
El motor de DC se monta a través de varios elastómeros de desacoplamiento en su propia torre de bronce pesado, minimizando el ruido del motor mientras se mantiene el par motor máximo. El par se transfiere desde la polea al subplatter a través de una correa de plástico azul mecanizada con precisión. La fuente de alimentación electrónica PS DC genera alimentación controlada por frecuencia desde una computadora al motor DC.
La hora de la verdad
Tras dos meses desde su instalación en mi sistema ya está lo suficientemente estabilizado para realizar las pruebas definitivas.
Así que comienzo con un disco de los Dire Straits, en concreto con el tema You and Your Friend del álbum ON Every Street. Un tema que no me canso de escuchar una y otra vez, donde la guitarra de Knopfler y Phil Palmer, ambas con una tímbrica exquisita mantienen un dialogo con un marcado estilo que se mueve entre el country y el blues. A su vez el bajo está presente en todo momento con una extensión que imprime tridimensionalidad a la escena, a la vez que sirve de unión y empaste entre los intérpretes pero siempre con un impecable control que deja seguir con facilidad al resto de instrumentos.
Tras este impactante tema cambio de estilo y le doy prioridad al Jazz, gracias al siempre revelador sello Pablo. En concreto el disco This One´s for Blanton. El álbum recoge una grabación del dúo formado por Duke Ellington and Ray Brown realizada a finales de 1972. El corte escogido para la prueba es Do Nothin´Till You Hear from Me. Esta excelente grabación deja patente el perfecto dominio que los intérpretes demuestran sobre sus respectivos instrumentos. El contrabajo de Ray Brown presenta un tamaño correcto sin exageración alguna, con una textura bien definida por el movimiento de sus dedos acariciando y golpeando las cuerdas con una velocidad endiablada, según lo requieren las partituras, así como un grave tan profundo como delineado. A su vez el piano de Ellington destila delicadeza y elegancia con un sonido orgánico por todos los costados.
Prosigo las pruebas cambiando de estilo y centrándome esta vez en la música clásica. Para ello escogí primero algo simple aunque no por ello fácil de reproducir. Ständchen perteneciente a la obra de Schubert Schwanengesang (El Canto del Cisne D. 957) en la versión que considero una de las mejores, si no la mejor, con el dúo que difícilmente será superado, formado por Fischer Diskau y Gerald Moore. A priori podemos pensar que un piano con el que estoy diariamente familiarizado es fácil de reproducir, pero nada más lejos de la realidad. Cuantas veces he oído grandes sistemas donde el piano en lugar de sonar como un piano acústico y real sonaba como uno electrónico, cuyo sonido proviene de una tarjeta grabada en lugar de ser fruto de la resonancia de su caja producida por las cuerdas percutidas. Incluso en un directo si el recinto no es el adecuado será menos satisfactorio sónicamente hablando (no emocional) que una buena grabación en un buen sistema y sala. Como fue el caso de mi último concierto de Sokolov en les Arts de Valencia, donde el piano desgraciadamente se diluía y perdía en la distancia a la que yo me encontraba, debido a que el recinto era excesivamente grande y el instrumento no podía llenar ni por asomo todo el inmenso espacio de la sala.
Pero ya está bien de divagaciones y volvamos a centrarnos en las pruebas que nos ocupan. La voz del barítono (pletórico, en el ecuador de su vida) se muestra rica, aterciopelada y con una proximidad que consigue un realismo y presencia desconocidos por mí hasta la fecha. Las notas del piano llenan hasta el último rincón del recinto y se mantienen en el aire sin prisa alguna por extinguirse convirtiendo de este modo la sala en un escenario improvisado para una actuación privada gracias a la naturalidad y facilidad con que fluyen todas y cada una de las notas de los intérpretes.
Y por último para finalizar he reservado la prueba de fuego para cualquier fuente de lectura que se precie. La Cantata Alexander Nevsky, Op. 78 compuesta por Prokofiev para la película homónima de Einsestein, en la extraordinaria versión de Claudio Abbado y la LSO para la DG. Toda la obra en sí es magnífica y aunque disfruté de la obra completa voy a comentar solamente los dos últimos temas. En primer lugar El Campo de la Muerte donde la voz de la mezzo Elena Obrazova emerge de una forma sobrecogedora para describirnos a una joven desolada que busca a su amado entre los miles de cuerpos sin vida de soldados esparcidos por el suelo. Arropada en todo momento por las cuerdas gruesas nos va dirigiendo poco a poco hasta el explosivo tema final que representa la entrada triunfal de Alexander Nevsky en Pskov. En este brillante tema, una variada paleta cromática compuesta por los coros que acompañando a la orquesta nos presenta una imagen de tal amplitud que parece no tener límites. Cada sección de la misma aparece perfectamente definida gracias al aire presente entre todos y cada uno de los instrumentos. Percusión (xilófono incluido), cuerdas, viento, maderas, fagot, flauta y oboe se van entrelazando como en un juego.
Conclusión
Si tuviera que resumir en una palabra el aporte de este upgrade al ya de por sí magnífico XL DC lo definiría como Silencio. La música aparece desnuda, sin ningún resquicio o detalle artificial que pueda recordarnos que estamos ante una grabación. Solo hay música en su estado puro para el disfrute de su afortunado propietario. Este silencio hace que aparezcan detalles sutiles que a priori no conocíamos y que a su vez sirven para completar el mensaje musical que de este modo es más real a la vez que creíble. No hay atisbo alguno de brillo o aristas aunque esto no tiene que hacernos caer en el error de pensar que suena cálido, pues esta fuente es neutra y por tanto carece de “color” alguno. Otra apreciación evidente que me quedó clara es que esta actualización sería el complemento perfecto para mi brazo, por aquello de compartir silencio aportado por la ausencia de fricción.
Podría decirse que el Kuzma XL AIR es la fuente definitiva aunque conociendo la mente inquieta de su creador puede que sea un poco aventurada esta aseveración.
De seguro que todos los que tengan la posibilidad de escucharlo quedaran atrapados por sus cualidades sónicas, y en especial los poseedores del XL están de enhorabuena y tienen en él la oportunidad de cerrar el círculo en lo que a fuente analógica se refiere.
P.V.P. Kuzma XL AIR – 51000€
Sistema utilizado para la prueba
- Fuente analógica Kuzma XLDC, brazo Airline y cápsula Kondo IO-M
- Fuente digital Lumin D1 modificado
- Previo de fono Jeff Rowland Conductor
- Dac Jeff Rowland Aeris
- Previo línea Jeff Rowland Chorus
- Fuente de alimentación de ultracondensadores Jeff Rowland PSU (fono, línea y dac)
- Mueble Artesanía Exoteryc con plataforma especial de Ariamateria para el plato
- Etapas Jeff Rowland M925 para altavoces principales
- Etapa model 625S2 para los graves
- Altavoces Diesis Audio Ludos + Bonham
- Cableado Cardas Clear para los graves, y en digital e interconexión previo etapas. Clear Beyond entre fono y línea. Clear Beyond XL para etapas. Para los filtros de los graves y fuentes de alimentacion utilizo los modelos Powerblast y Powerflow de Mamba Audio además del Kondo VcII armcable. 5 unidades de Swiss Cable Unique Plus.