Entrada al edén del DSD
La empresa italiana M2Tech se hizo popular hace unos años al desarrollar posiblemente el que fuera el primer adaptador digital USB-SPDIF “serio” del mercado, o por lo menos el que consiguió que muchos audiófilos del mundo empezáramos a considerar el ordenador como una fuente digital digna. Me incluyo porque fui de los primeros en conseguir aquella HiFace inicial, recuerdo que la encargué llamando a Italia directamente -acababan de empezar y no tenían distribuidores-, y recibí el compacto y deseado adaptador al poco tiempo en casa. Gracias a su reloj interno y al funcionamiento “asíncrono” independiente del reloj del ordenador, había un salto apreciable de calidad respecto de lo que había probado, y por primera vez aprecié que esos archivos de audio de “alta resolución” de verdad ofrecían mayor calidad, cosa no tan evidente antes de usar la HiFace.
Ha pasado el tiempo y M2Tech, aunque mantiene en el mercado una versión más actual de la Hiface -la mk2, que por cierto también tengo y disfruto-, ha ido lanzando en el mercado no sólo adaptadores digitales o sus accesorios, sino también convertidores completos y otros aparatos como el reciente amplificador de auriculares. Hoy nos ocupa la última versión de su convertidor DAC más interesante en mi opinión, el Young “DSD” que sigue al anterior Young y que sólo tiene por encima en la gama el más exclusivo modelo Vaughan.
El primer Young ya era un aparato muy atractivo, un excelente DAC cuya calidad de sonido permitía dar un buen salto a muchos propietarios de lectores digitales de gama media, y no menos importante, poner al alcance de muchas personas la reproducción a través de un ordenador, en esa evolución ya imparable de estos hacia los equipos de música. Era un DAC relativamente asequible y que además tenía una sencilla evolución de calidad mejorando su alimentación, ya fuera con la propia alimentación mejorada de M2Tech o con las que aparecieron de terceros. Ofrecía la entonces primicia de permitir decodificar archivos en formato PCM con frecuencia de muestreo hasta 384 kHz. Ahora llega una nueva versión del Young, este “Young DSD” que como su nombre indica tiene como mayor atractivo o novedad, el ser capaz de decodificar ese tipo de señales digitales del deseado y en mi opinión deseable Direct Stream Digital.
Descripción
Por dentro veremos que no tanto -aparentemente-, pero por fuera el Young ha cambiado mucho. Sigue estando contenido en una rígida y elegante caja de aluminio, de tamaño compacto, pero en lugar del anterior frontal que indicaba la frecuencia de muestreo de forma “gigante”, ahora tenemos un frontal más discreto. Cuenta con un botón y una rueda codificadora -para girar y pulsar-, y una pantalla alfanumérica de dos líneas que queda visible al encenderlo y donde tenemos información de fuente, frecuencia de muestreo y volumen. Sí, además del DSD ésa es la otra gran novedad en el Young, podemos usarlo sin previo, atacando directamente una etapa, algo a tener muy en cuenta si no tenemos fuentes analógicas, porque el control de volumen no trabaja en el dominio digital -es decir que no implica pérdidas de resolución digital-, enseguida voy con los detalles.
Como comentaba la “caja” exterior es la misma sólida pieza de aluminio que M2Tech nos tenía acostumbrados. Liberando los cuatro tornillitos ocultos en los pies de goma de ésta, podremos retirar el segundo chasis interior donde está realmente instalada la electrónica. Antes incluso de eso habremos observado la completa conectividad digital, con entradas de todos tipo: USB, óptica, coaxial, BNC e incluso la profesional AES/EBU balanceada XLR. Y nos llevaremos una sorpresa, porque sólo hay salidas analógicas balanceadas (XLR): una de las críticas al anterior Young era precisamente su ausencia (sólo tenía salidas RCA) y aquí los italianos han tomado su revancha, pero… ¿qué hacer si necesitamos conexiones no balanceadas? Muy sencillo, usaremos los adaptadores incluidos en la caja, y que conectan los “pin” 2 (señal positiva) y 1 (tierra) de los conectores balanceados, a unas salidas RCA normales. Subrayo que estos adaptadores no usan el “pin” 3 (señal negativa) para que si alguien decide hacerse un cable XLR-RCA para el Young DSD recuerde NO cortocircuitarlo a tierra (como sí se hace en las entradas, no salidas, balanceadas) ya que en ese caso podríamos dañar el circuito analógico de salida o/y perjudicar la calidad del sonido saliente. Si el fabricante ha decidido hacer el adaptador como es (lo medí y abrí para comprobarlo…) es por algo.