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Otra decisión del fabricante, en este caso “continuista”, se refiere a la alimentación. En el extremo opuesto de esas salidas analógicas balanceadas tenemos un pequeño conector para la alimentación, 15 Voltios de continua, que procederá de un sencillo adaptador provisto de serie, aunque habrá, como hubo para el anterior Young, posibilidades de mejorarlo (de hecho sirven las mismas fuentes ya en el mercado). Es una forma de contener el precio y la verdad es que las prestaciones con él (de serie) ya son como veremos buenas. Así pues no puedo criticarlo, pues a fin de cuentas ya cumple con una importante misión de cualquier aparato de sonido: alejar de la circuitería de audio la parte más “sucia” de la alimentación (conversión de voltaje y rectificación).

M2Tech Young DSD DAC__4

Dentro de ese subchasis de acero plegado que contiene la electrónica, veremos una pequeña placa repleta de componentes que nos es muy familiar pues se parece a la del anterior Young. Pero fijándonos bajo la lupa descubrimos las importantes diferencias: primero, que el chip cercano a la entrada USB es el ya popular XMOS que permite compatibilidad DSD, y no los usados anteriormente. La segunda está en la otra punta, en la salida analógica, donde encontramos un integrado CS3318 que no es otra cosa que un control de volumen analógico (con control digital), este en concreto es uno de alta calidad pensado para multicanal (permite manejar 8 canales) que aquí usa la mitad de ellos, para las dos fases de los dos canales balanceados disponibles. A través del menú en pantalla podemos elegir si queremos una salida normal (5 V en balanceado, unos 2’5 con los adaptadores RCA) o alta (10 V en balanceado y por tanto 5 RCA), en función de la sensibilidad de la etapa, o amplificador, que tengamos conectado. Esto, además de la regulación analógica, asegura una máxima compatibilidad en la práctica con cualquier equipo.

M2Tech Young DSD DAC__5

El receptor digital (para las entradas SPDIF) es un moderno DIX9211 de bajo jitter, y las señales entrantes ya sea a través suyo o del XMOS (USB) pasan -como en el anterior Young- por un procesador digital Xilinx, donde M2Tech esconde su “receta” particular de filtrado digital y sobremuestreo (hasta 768 kHz de las señales PCM y ahora 5’6Mhz en DSD). Los italianos han mantenido este esquema dado su buen rendimiento en el Young original y porque también se ha mantenido el mismo chip de conversión digital a analógico que en aquél, el Burr Brown PCM1795. Aunque a veces leemos las prestaciones (teóricas) de los chip en sus hojas de especificaciones, algo muy distinto es diseñar un circuito con ellos y conseguir sacarles lo mejor, desde el punto de vista técnico y acústico, y cuando un fabricante conoce bien cómo manejar un chip suele preferir seguir con él y no dejarse seducir por algo más nuevo y, sólo supuestamente, mejor. Además el PCM1795 -y pese a su nombre- también decodifica en nativo señales DSD, que es lo que les faltaba.

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Hasta aquí la parte digital de la circuitería, pero quedan dos partes que son claves en cualquier DAC y que muchas veces marcan la diferencia entre lo mediocre, lo bueno y lo mejor: la alimentación y la crítica salida analógica. La alimentación hemos visto ya que empieza fuera de la caja, en sí una buena cosa, y a partir de ahí existen varios reguladores locales cerca de los circuitos críticos y condensadores de filtrado también local y estratégicamente situados; no vi soluciones extraordinarias pero sí una buena realización. El propio distribuidor (Sound and Pixel) ofrece la opción de una fuente mejorada de precio muy interesante, aunque también podemos usar la alimentación externa Palmer de la propia M2Tech (salió para el anterior Young) si queremos “lo mejor”.

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