Estas diferencias se ponen de manifiesto disco tras otro. En definitiva el Young ofrece un espacio sonoro más amplio y definido, un sonido más relajado, con una tímbrica más exacta. Es en el apartado de microdinámica y en el peso del grave y medio grave donde el North Star puede ponerlo en apuros. El grave del Young, aunque de menor peso, posee una extensión similar pero es, en cambio, más articulado y permite apreciar más texturas que en el obtenido a través del North Star. Aún a riesgo de equivocarnos, nos atrevemos a aventurar que probablemente ambos aspectos mejoren sensiblemente al sustituir la sencilla fuente de alimentación que trae de fábrica este DAC por la fuente de alimentación dedicada que tiene previsto comercializar en breve el fabricante.
Hemos que decir por último que el combo North Star tiene la posibilidad de conectarse entre sí por medio del bus I2S, mediante el cual producen un sonido muy bueno, a mi juicio ligeramente superior al que se obtiene del Young, al menos sin fuente de alimentación dedicada. Pero es una conectividad exclusiva entre ellos, por lo que no puede ser aprovechada a no ser que tengamos un conjunto de la marca.
¿Qué hay que hacer para usar la entrada USB?
Para la prueba usamos un portátil que traía un Windows 7 como sistema operativo. Una vez descargados los drivers del dac desde la web del fabricante, su instalación no supuso ningún problema. Tras ello, seleccionamos el Young como dispositivo de audio en el Panel de Control de Windows. Este DAC puede funcionar en modo Direct Sound, Wasapi o Kernel Streaming, asegurando una mayor calidad de la señal digital, al no ser degradada por los distintos procesos a los que la somete Windows. Si el reproductor lo soporta, el modo Kernel es el más recomendado por su calidad y menor uso de recursos del sistema.
Como programa de reproducción usamos el software gratuito Foobar 2000, desde cuya propia web descargamos los drivers Kernel. Una vez instalados los seleccionamos desde las opciones las configuraciones de reproducción del propio programa.
¿Y puede sonar bien un ordenador, o suena mejor un transporte dedicado?
Como absoluto neófito que soy en el mundo de las fuentes digitales basadas en ordenadores esa misma pregunta me inquietaba bastante. Hasta ahora las experiencias que había tenido en mi equipo usando ordenadores como fuente digital me habían desengañado una y otra vez, y los CDs habían sonado mejor.
Pues bien, al menos en mi sistema, usando en ambos casos el Young como dac, comparando entre un transporte de CDs (conectado por la entrada S/PDIF) y el ordenador (por USB), y reproduciendo ambos dispositivos ficheros de 16/44.1 kHz, he de decir que las diferencias son prácticamente inapreciables. La misma opinión expresaron varios colegas que presenciaron esta comparativa. Al reproducir el mismo corte del disco de Joey DeFrancesco y Jack McDuff que hemos comentado antes, el soporte óptico confiere a los Hammond B3 un cuerpo ligeramente mayor, unos medio más llenos. Escuchando arias, el CD recrea unas voces con una textura más natural, un sonido más relajado. Quiero recalcar que para apreciar estas mínimas diferencias a favor del transporte de CDs hay que repetir varias veces la escucha de fragmentos, y en muchas ocasiones se aprecia simplemente una sensación de mayor relajación subjetiva, más que alguna característica negativa en el sonido obtenido usando el PC como reproductor. Tanto es así que si no se dispone de su homólogo en CD para su comparación, el sonido obtenido al reproducir un disco ripeado es de una calidad fuera de cualquier reproche. Obviamente, el disponer de un transporte de CDs de calidad superior o, el mejor conocimiento de los entresijos del mundo del ripeo de CDs y su reproducción en ordenadores, pueden hacer que la balanza pueda decantarse hacia uno u otro lado.
Música en formatos de alta resolución
Pero el Young tiene un as en la manga, que no es otro que su capacidad de reproducir ficheros de alta resolución (HD) a través de su entrada USB. Las prestaciones que alcanza el Young a través del USB nos aseguran disfrutar con holgura del cada vez mayor número de grabaciones en ficheros de alta resolución que existen a nuestra disposición en internet.
Para realizar una comparativa elegimos el primer movimiento del Concierto para Violín en Re mayor KV218 de W.A. Mozart del sello 2L en su versión CD y descargamos desde la web de la discográfica los ficheros en resolución de 24 bits y 96, 192 y 352 kHz. Las diferencias a favor de los ficheros HD frente al soporte óptico en CD se aprecian, aunque tímidamente, ya en el formato 24/96 kHz, y son cada vez mayores a medida que reproducimos ficheros con mayor resolución. La mejoras que percibimos afectan tanto a la tímbrica como riqueza harmónica de los instrumentos, así como a una mayor dinámica y una mayor capacidad de transmitir la sensación de estar presenciando una representación en directo.
Los ficheros en resoluciones de 352 kHz son capaces de transmitir sensaciones de atmósfera de directo absolutamente impresionantes. Puedo decir con franqueza que yo nunca había escuchado mi equipo sonando así y, desde luego, poseer una buena colección de música en estos formatos debe ser una fuente continua de disfrute.
Quizás quien me lea piense que para apreciar plenamente las cualidades de la música en HD hay que limitarse a ficheros en muy alta resolución y no es así. En algunas de las grabaciones que he escuchado con el Young, el fichero de 24/96 puede o sonar casi igual o sólo un poco mejor que el soporte óptico en CD. Sin embargo, en otros casos la calidad de sonido obtenida a resoluciones similares es impactante. Pongo por ejemplo la grabación de Cristopher & Jason Tree realizada por Cardas.
A modo de conclusión
Despues de bastantes escuchas, pruebas y comparativas, me queda claro que el Young es un aparato con unas remarcables cualidades sonoras, dotado de una gran flexibilidad, y que permite entrar de lleno en el mundo de la música en HD, entorno en el que, por sus altas prestaciones, nos asegurará buenos años de disfrute sonoro. Todo ello a un precio contenido, en definitiva con una relación calidad/precio excelente.
No dudamos en recomendarlo para aquellos que estén buscando un buen dac para usar el ordenador como fuente digital, pero también para aquellos que deseen mejorar el sonido de su lector de CDs incorporando un dac externo a través de su salida digital.
Agradecimientos
Queremos agradecer a Gustavo Roales-Nieto de Sound&Pixel por su amabilidad al ceder la unidad a prueba, así como varios de los ficheros HD utilizados en la misma.
M2Tech Young – 1099€; Wireworld Gold Starlight 6 (0,5 m) – 247€; WireWorld USB STARLIGHT 6 (2m) – 116€.
Distribuye Sound&Pixel www.sound-pixel.com . Tel 918259954 .
Equipo utilizado
Fuente Digital: North Star Transporte y DAC192
Previo: Thor Audio TA-2000
Etapas (agudos): Atma-Sphere MA-1 mk-II 3
Etapa (graves): Yamaha MxD-1; ecualizada con BSS FDS 336
Cajas: Duntech Sovereign PCL2001; Townshend Supertweeter
Cable digital: Revelation Audio I2S
Cables IC: Stealth Indra Rev P; Agudos: Harmonic Tech. P2A; Graves: Cello Strings; Viola Labs
Cables red: Oyaide GLX y Tsunami; Harmonic Tech. Fantasy AC10; Van den Hul Mainstream
Cable Cajas: Stealh Hybrid MLT; Zero Autoformers (agudos); Harmonic Tech. Pro (graves)
Regenerador AC: Ps Audio PP500
Filtro AC: Ps Audio Duet (etapas agudos)
Mesa Artesania Audio Prestige tandem
Accesorios: Enacom Line y A.C. Cord; Kemp Elektronics SR Plug