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Audición MBL en Assai Audio

Calidad y magia Made in Germany

Después de mi audición el pasado verano en las instalaciones del importador Ajasom en Lisboa –aquí–, donde descubrí el sonido de los altavoces alemanes MBL con su único sistema de radiación omnidireccional, recibí de muy buen grado la noticia de que iban a activar su distribución en España –hasta ahora sólo Portugal– y que como estreno venían a finales de noviembre a realizar una exhibición-audición en el conocido madrileño comercio especializado Assai Audio. No iba, pues, a faltar a la cita con Antonio Almeida y Nuno Cristina en el local de José Félix Fernández Peña, y de hecho pasé en su compañía y disfrutando del sistema MBL que trajeron una jornada completa.

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Sistema en exhibición

Con muy buen criterio se decidió traer un sistema basado en las electrónicas más asequibles de la casa alemana, de la serie llamada “Corona” –por encima están las “Noble” y “Reference”–, aunque en valor absoluto estén en un nivel muy alto con precios por encima de los 6.000 euros tanto en fuente como en amplificación.

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Se trata del lector CD integrado, con entradas digitales para usarlo también como DAC, modelo C31, que usa un transporte de “ranura” y es un sólido aparato de más de 15 kg de peso, que dispone de entradas como decía: coaxial, óptica y USB, todas capaces de resoluciones hasta 24 bit y 96 kHz. La USB es asíncrona y está aislada galvánicamente pese a tener esa limitación, dada por el chip usado internamente, pero que MBL selecciona en base a su musicalidad. Esta fuente digital dispone de salidas balanceadas y no balanceadas.

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Como amplificación, el integrado de la gama modelo C51 cuyos 23 kg esconden una múltiple alimentación con dos transformadores toroidales –independientes para sección de previo y etapa–. La parte de previo está realizada con componentes discretos especialmente seleccionados, un control de volumen electrónico e incluía en este caso la placa de fono propia, capaz para cápsulas MC y con posibilidad de “carga” con resistencias a elección –de hecho a media jornada lo abrieron para cambiarlas y pude apreciar la excelente fabricación interna de MBL–. La sección de amplificación de salida es un sistema propio que los alemanes llaman “LASA” –por Linear Analog Switching Amplifier o “amplificador analógico lineal conmutado”–, y que han desarrollado ellos basándose en los módulos Hypex de Clase-D pero usando diferentes moduladores, salidas, alimentación y, de hecho, las placas son propias de MBL –no son las que venden en Hypex a montadores o fabricantes–. Su funcionamiento es también de mejor rendimiento que la tradicional amplificación en clase A o AB, pero sí necesitan disipadores y el MBL monta uno bien grande aunque interno, y nunca pasó de estar templado. Declaran 180W a 8 Ohm –hasta 400W a 2 Ohm– con muy baja distorsión y ruido residual.

 

Las cajas eran para mí el elemento crucial de esta audición, pues como ya he comentado descubrí que el principio de las “Radialstrahler” omnidireccionales aporta un sonido y sobre todo una escena inéditas. Las elegidas fueron las MBL 120, de alguna forma la parte superior de las MBL 111F que escuché en Lisboa, y que con forma aproximadamente de “monitor piramidal” incluyen tres vías: las dos superiores –agudos y medios– con radiadores omnidireccionales con pétalos de fibra de carbono –fabricación única de MBL–, y la de graves con dos unidades más tradicionales de 6’5 pulgadas a ambos lados de la muy sólida caja.

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Teníamos dos, mejor dicho tres, invitados sorpresa en esta audición: la fuente analógica –plato Bergmann– y una pareja de subwoofer activos JL Fathom, la marca líder mundial en este tipo de cajas dedicadas a las frecuencias más bajas y que también distribuye Ajasom. Estos últimos cumplían la misión de completar las MBL 120 por abajo –aunque MBL no declara cifras de sus cajas, estos monitores grandes entregan generosos graves por debajo de 50 Hz– pero en realidad servían para controlar adecuadamente el grave en la sala de audición, como veremos.

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