En el frontal encontramos un display con funcionalidad múltiple y dígitos rojos de gran tamaño, que se leen perfectamente desde distancias sensibles. A la izquierda del display existe un grupo de botones metálicos y leds que permiten seleccionar entre las distintas entradas digitales, dejar la unidad en standby, etc. A su derecha encontramos la botonera que controla la mecánica de transporte de CDs.
Comenzamos la prueba
El Moon 650D llegó en un sencillo pero eficiente doble embalaje de cartón. Dentro encontramos también 4 puntas metálicas de desacoplo que hemos de roscar, así como unos pequeños discos para evitar las rayaduras que su elevado peso podría provocar. También se incluye un mando a distancia metálico con el que, además del 650D, podremos controlar otros aparatos de la gama Moon.
Para la realización de la prueba, acompañando al Moon el importador incluyó varios cables WireWorld Cable: WWC USB Platinum starlight, WWC Gold Starlight Digital y el cable de red WWC Gold Electra. Siguiendo la recomendación de Simaudio de usar un interface externo para realizar la conversión USB-S/PDIF, recibí un hiFace Evo con su fuente de alimentación con baterías Evo supply de la firma italiana M2Tech.
Nada más sacarlo de su caja, llama la atención la solidez, peso y calidad de construcción del aparato. La unidad a prueba presentaba el acabado, opcional a elegir, en negro, que estéticamente me recordaba a algunos modelos de Mark Levinson. A mí personalmente me gustó bastante, aunque ciertamente es un aparato que no está diseñado para pasar desapercibido.
Durante las semanas que pude disfrutar del 650D tuvo en todo momento un funcionamiento rápido e impecable. Sólo podría criticarlo en tres aspectos: la calidad de acabado de la bandeja del CD, que el mando a distancia no tiene botones numéricos para seleccionar directamente una pista del CD y que el interruptor posterior de encendido, por su ubicación, puede quedar inaccesible si empleamos un cable de alimentación con un IEC de las dimensiones habituales en cables de tipo audiófilo. Respecto al encendido del aparato, cabe señalar que está diseñado para estar siempre conectado y dejarlo en reposo mediante el botón frontal de Standby. Curiosamente hemos comprobado que una vez accionado su interruptor posterior, el aparato consume alrededor de 25W se encuentre, o no, en standby.
Todo lo que hemos comentado hasta ahora no son sino aspectos hasta cierto punto complementarios. Si el sonido no es de mi agrado, el resto de características no me harán cambiar de opinión a la hora de considerar la incorporación de un componente en mi equipo.
Así pues, ¿el Moon 650D me iba a convencer? Con este interrogante comencé las audiciones. Nada más conectarlo, escuchando CDs, aprecié en su sonido un gran nivel de resolución que sacaba de las grabaciones detalles, como imperfecciones en los golpes de la percusión, o texturas en los punteos de los contrabajos en solos de jazz, o sonidos provocados por los mecanismos de los pedales en algunos solos de piano, o el tiempo que las notas de dicho instrumento perduran en el ambiente, que antes no había percibido. Además la escucha era muy relajada, un sonido muy transparente, pero neutro y equilibrado. Bueno, parece que el aparato sonaba bastante bien, pero como yo no soy de los que se dejan llevar por una primera impresión, preparé una serie de audiciones para explorar las distintas posibilidades que el aparato ofrece.
Primer Asalto: Moon 650D vs North Star 192
Con esta comparativa con la fuente digital que me acompaña últimamente, y que a pesar de sus años sigue estando en muy buena forma, pretendía saber a qué nivel se encontraba nuestro protagonista. Para ello reuní a unos colegas habituales en mis tests y familiarizados con mi equipo, deseosos de escuchar el Moon. La verdad, si no fue K.O. es porque retiramos el veterano combo de North Star de la escena. Claramente el joven canadiense está en otra liga a todos los niveles. Posee mayor resolución, mejor tímbrica, mayor sensación de directo, como si recogiese tanto el sonido de los instrumentos como el del espacio en el que han sido grabados. Mejor microdinámica y reproducción de transitorios, haciendo que, por ejemplo, los fraseos de los pianistas sonasen con mayor agilidad pero, al mismo tiempo transmitiendo una mayor relajación. La escena sonora producida por este joven era mucho mayor en todas sus dimensiones. Quizás en lo único en lo que el Moon no mejoraba al North Star era en la focalización de los solistas dentro de ella… curioso.
Segundo Asalto: transporte interno vs transporte externo
Dejándome llevar por la curiosidad de saber hasta qué punto la superioridad del Moon sobre el North Star se debía al dac o a la mecánica de transporte,realicé la comparación entre un mismo CD reproducido en el Moon o en el transporte North Star 192, conectado vía cable digital S/PDIF o AES/EBU a las entradas del Moon, usando en ambos casos la sección dac de este último.