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En esta ocasión el sencillo transporte del Moon perdió el asalto. El transporte North Star sonó claramente mejor, ofreciendo mayor contraste dinámico y un sonido con más cuerpo. La escena sonora también mejoró, ganando en profundidad y, aquí se despejaba la única duda del primer asalto, focalizando los solistas de forma irreprochable.

No es de extrañar el resultado de este asalto si tenemos en cuenta que el North Star monta la mecánica de transporte Phillips CD-Pro2M, exactamente la misma que monta el Moon Andromeda, modelo de referencia de Simaudio. La buena noticia es que si disponemos de  un transporte de CDs de cierta calidad el Moon 650D sonará aún mejor.

Tercer Asalto: reproducción de CDs vs ficheros ripeados

Una vez visto el nivel del  Moon usando soportes físicos, me centré en detalles importantes, como por ejemplo cómo sonaría mi colección de CDs si estuviese ripeada en un ordenador y la reprodujese a través del  Moon 650D.

En plan travieso, desoyendo la advertencia de Simaudio, que desaconsejaba conectar el ordenador directamente al DAC mediante la entrada USB, probé esta conexión y, efectivamente, no soporté el sonido más de un par de minutos. Usando la entrada USB comprobé las peores virtudes del sonido digital: sonido artificial y endurecido, con timbres metálicos, …

Así pues, decidí  seguir el esquema previsto y para convertir la señal de USB a S/PDIF utilice el hiFace Evo. El procedimiento de ripeo y de instalación de drivers fue similar al que realicé en la review del M2Tech Young. Después de realizar esta comparativa en solitario y sacar mis propias conclusiones, me  aproveché de la paciencia de una amiga, ajena al mundo audiófilo, a la que sometí a su primera comparativa. Así pues, después de sincronizarlos, por medio del mando a distancia iba alternando entre temas reproducidos en el CD y copias de esos mismos ficheros reproducidos en un ordenador portátil. Obviamente ella no sabía qué estaba sonando y además el volumen era idéntico. Después de unos cuantos cambios entre ambas opciones le pregunté a la oyente si notaba alguna diferencia. Yo esperaba que me dijese que le sonaba exactamente igual, que no se notaba nada. Y, para mi sorpresa me dijo que notaba una gran diferencia y, esto es lo mejor, que asociaba un sonido a pintar un cuadro con rotuladores de punta fina (el ordenador), mientras que el otro sonido era como si hubiese sido pintado con el trazo grueso de ceras de colores!!!

Aquello me desarmó: ¿que demonios quería decir pintado con ceras de colores??? La verdad es que los que estamos habituados a leer o comentar aspectos del sonido que producen los sistemas de audio pensamos que el resto del mundo conoce el significado de los adjetivos que usamos, y no es la primera vez que tengo problemas  en entender lo que alguien quiere decir. Después de un rato, estuvimos de acuerdo: el sonido del CD era como un cuadro  pintado con ceras de colores!!: allí estaba todo, pero con más fuerza, con más cuerpo,  con mejor microdinámica. En cambio a través del PC el sonido era un poco más delgado, con menos garra. Tengo que añadir que en el resto de aspectos (tímbrica, espacialidad, equilibrio tonal, …) no encontré ninguna diferencia. Más aún, las ceras de colores sólo aparecían en temas con una buena carga de contraste dinámico, con percusiones, mientras que, en pasajes tranquilos, el sonido entre el PC y el CD era indistinguible.

Cuarto Asalto: 44.1 kHz vs 192 kHz

Aunque este era el objetivo inicial, tuve problemas con el driver Kernel del hiFace  al reproducir  ficheros de 192 kHz, con los que aparecía una fuerte distorsión, vamos que no había quien escuchase aquello. Probando el driver DS del hiFace, después de no notar diferencia alguna entre distintas frecuencias de muestreo, me percaté de que el Moon 650D siempre los identificaba como de 44.1 kHz. Parece ser pues que este driver del hiFace admite hasta 192, pero los convierte a 44.1 kHz, supongo que para conectar dacs que sólo admitan esta frecuencia.

Así las cosas, usando el driver Kernel hasta 96 kHz, pude comprobar que las mejoras que la alta resolución ofrece estaban también presentes: mayor riqueza armónica y precisión tímbrica, mejor delimitación del espacio 3D sonoro… Pero todo ello, aderezado por el Moon, con un nivel superior de relajación, de delicadeza, en definitiva de naturalidad.

No es aventurado pensar que quien tenga la posibilidad de escuchar ficheros de 192 kHz con este Moon, apreciará todavía más las posibilidades que estos formatos están ofreciendo al aficionado de hoy en día.

Entonces, ¿el Moon 650D me ha convencido?

Rotundamente sí. Mis primeras impresiones favorables se confirmaron después de semanas de escucha. Este aparato produce un sonido muy neutro, relajado y sin ninguna aspereza. El equilibrio tonal es muy bueno, con unos agudos nunca estridentes que a veces incluso podrían pecar de un exceso de suavidad. Los graves profundos, pero siempre ágiles, articulados y ricos en texturas. Las voces muy naturales. La tímbrica es igualmente excelente, así como la escena sonora, perfectamente dibujada. En definitiva, el sonido en su conjunto es como si nos acercase más a un directo, recreando la sensación de que escuchamos tanto al solista, como al entorno inmediato en el que está interpretando, así como, por supuesto, el ambiente de la sala en la que se realizó la grabación.

Quizás para mí el punto flaco del aparato es que en aras de reducir los costes de producción, Simaudio no lo ha dotado de conectividad para su uso en red,  ni ha implementado una entrada USB con el nivel de calidad deseable. Este último detalle quizás no es muy importante puesto que en el mercado existe una oferta interminable de dispositivos que realizan estas conversiones.

La calidad de la fuente digital es una parte muy importante de la potencialidad de un sistema de audio. Lo que  nuestra fuente no extraiga de la grabación, o lo que estropee, difícilmente podremos luego recuperarlo o solucionarlo. Durante el tiempo que he disfrutado de este Moon he apreciado lo que una buena fuente digital puede hacer por un equipo, aportando ese plus de relajación, naturalidad y detalle que nos hace redescubrir nuestros CDs, uno tras otro. Con este DAC en nuestro equipo podemos estar tranquilos de que nuestra fuente digital estará a un alto nivel por mucho tiempo. Aunque he escuchado otras fuentes digitales mejores, y mucho más caras, probablemente el Moon 650D es el mejor DAC que he podido disfrutar en mi propio equipo, y creo que es un aparato muy a tener en cuenta en su franja de precios.

Moon 650D – PVP 6990€

Distribuido por Sound Pixel Planet www.sound-pixel.com Tel 918259954

Equipo  utilizado

Fuente Digital: North Star Transporte y  DAC192

Previo: Thor Audio TA-2000

Etapas (agudos): Atma-Sphere MA-1 mk-II 3

Etapa (graves): Yamaha MxD-1; ecualizada con BSS FDS 336

Cajas: Duntech Sovereign PCL2001; Townshend Supertweeter

Cable digital: Revelation Audio I2S

Cables IC: Stealth Indra Rev P; Agudos: Harmonic Tech. P2A; Graves: Cello Strings; Viola Labs

Cables red:  Oyaide GLX y Tsunami;  Harmonic Tech. Fantasy AC10; Van den Hul Mainstream

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