En mi caso el resultado que me produjo un balance tonal más adecuado fue sin lugar a dudas con el modo Scene OFF, sólo proceso DREi, debido principalmente a que el resto de posiciones cambiaban el balance tonal al que estoy acostumbrado y considero es totalmente adecuado y satisfactorio.
Pude comprobar en la pruebas realizadas, cómo al conectar el DREi obtenía entre 4 y 5 dBs menos de intensidad sonora de lo que mi sistema aporta, de todos modos en ningún momento me resultó problemático dado que mis cajas tienen una sensibilidad medio/alta de 93dBs. En el caso de que sí existiera algún problema, es aquí cuando el switcher de ganancia de la parte de abajo que os he comentado habría que activarlo a su posición +6dBs.
Una vez ya clara cuál es la posición más adecuada de escena en mi sistema, simplemente realicé en diversos días varias pruebas entre su posición by-pass respecto de su posición Scene OFF, sólo proceso DREi. El efecto by-pass no tiene trampa ni cartón, es un by-pass puro y duro y de activarlo a no activarlo las diferencias saltan a la vista (y al oído) con lo que la primera conclusión fue clara y evidente, el DREi se nota, y mucho.
Dinámicamente el equipo está menos suelto, con la inclusión del módulo el sistema se comporta de un modo aparentemente más controlado, consiguiendo una mayor separación entre la música y su espectador. Sin duda entiendo que esto puede ser un factor más que positivo en aquellos sistemas donde la música en cierta medida apabulle al oyente, aportando un punto de distanciamiento que puede redundar en un mayor comfort en la escucha.
El nivel de detalle del equipo no queda afectado, las caídas de las notas y su mantenimiento en el tiempo permanecen dando esa bonita sensación de espacialidad, tamaño y precisión a la que ya vengo acostumbrado. Discos meticulosamente grabados como el del Adagio D’albinoni de Gary Karr masterizado por Kevin Gray (King Records) así me lo demostraron.
Las siempre complejas frecuencias de grave y medio/grave están también ligeramente alteradas, actualmente tengo el sistema con un control en este apartado envidiable y con el módulo DREi observé cómo se reducía en peso y como consecuencia presencia, considero que es más que probable que en un sistema donde tengamos un problema en su restitución puede llegar a aportar una sensación de más control y sujeción.
No me cabe duda tras los últimos ElitExpo que se han celebrado en nuestro país, que la tendencia sónica a la que se están dirigiendo gran mayoría de las marcas pasa por un sonido muy detallado, francamente cristalino y muy preciso en focalización, aportando gran importancia al detalle y espacialidad. Con ello puedo afirmar que el DREi sigue esa tendencia que en algunos momentos, con las escenas de colores activadas, supone un sonido ligeramente artificial y muy espectacular.
Concluiré destacando que en sus modos de ecualización encuentro al producto muy interesante para compensar posibles defectos que tengamos en nuestro sistema, defectos que pueden venir de carencias en la electrónica, sala o simplemente gustos musicales y/o personales. Por otro lado si nuestro balance tonal es el adecuado su funcionamiento, sólo módulo DREi introducirá cambios sónicos en el sistema que bien pueden servir para poder buscar una escucha con más relajo y comfort. Está claro que hay cambio, funciona.