El monolito negro
En cuanto supe que iba a recibir en casa el Filter 3P de la firma alemana Octave Audio me puse a buscar información en la red y me aparecieron infinidad de enlaces y fotos de páginas de bricolaje, fontanería, jardinería e incluso ecología. Un filtro 3P es una pieza con forma de T que se coloca en la red de suministro de agua o incluso en los bajantes que recogen las aguas pluviales para filtrar mecánicamente el agua y depurarla.
Si de ahí les ha venido la inspiración para nombrar a su filtro EMI confirmamos lo que ya sabemos de la ingeniería alemana, y es que la lírica y las metáforas literarias las dejan para la ópera o para los discos con los que alimentemos sus máquinas. Octave se dedica a hacer máquinas donde no existen licencias a lo barroco y que obedecen a la tan teutona premisa de la función marca la forma. Pese a ser electrónicas de aspecto sobrio y minimalista lo cierto es que la empresa ha conseguido un marchamo estético tan personal que todas sus lineas en producción gozan de su seña de inequívoca identidad: uno reconoce un amplificador Octave a veinte metros de distancia. Conociendo el espíritu de la firma daba por hecho que este filtro 3P, con diferencia el artículo de menor precio de todo su catálogo, no iba a resultar un producto “barato.”
En las manos se me antoja como un pesado lingote de oro pero con un discreto color negro mate. La única licencia al diseño son los dos generosos biselados del frontal que evitan que el filtro termine por parecer un estuche de fichas de dominó. En la parte inferior del frontal una placa encastrada de color aluminio lleva grabadas marca “Octave” y modelo “Filter 3-P.”
En la parte inferior presenta cuatro soportes de goma que aíslan de vibraciones además de evitar que el lingote, que pesa unos impactantes 3,6 kilos, pueda rayar la superficie donde lo instalemos, también en el inferior tenemos el número de serie impreso y un interruptor que activa o desactiva la puesta a tierra entre las conexiones.
El filtro facilitado para la reseña lleva cuatro conexiones tipo RCA (single ended) aunque también se fabrica un modelo con entradas y salidas XLR (balanceadas).
Y ya no busques más porque no hay más. ¿Cuántos fabricantes conocemos que llenan sus aparatos de luces, tramoya y fanfarria para hacer que entren por incautos ojos? Pero que su diseño sea simple y discreto incluso manifiestamente soso no hace sino reforzar la razón de ser que un filtro tiene que tener: queremos que por un lado entre el agua de lluvia con sus impurezas y que por el otro extremo salga el agua pulcra y cristalina pero sin que esta pierda su esencia y no se convierta en algo estéril como el agua destilada que se emplea en las baterías. En definitiva queremos escuchar la música pero no al filtro.
Aunque lo que sí tenía claro es que antes de instalar el Octave Filter 3-P debía practicar lo que el periodista y youtuber holandés Hans Beekhuyzen califica de “audio hygiene” y que no es otra cosa que asear las máquinas por dentro y por fuera: limpiar las conexiones, comprobar las polaridades, el ajuste fino de las cajas, los racks y soportes y la calibración de las fuentes. El motivo es que un filtro no sólo no puede hacer milagros sino que además si está bien construido afectará al sonido de forma tan sutil que puede dar la falsa impresión de que no está operando.
Una vez instalado entre el combo CD-S3000 y A-S3000 de Yamaha opto por escuchar un par de días música sin ánimos espeleológicos. Así que me pongo a escuchar tanto mis CDs totémicos como otras grabaciones menos usuales, que en distintos formatos y calidades tengo tanto en la biblioteca de Audirvana Plus como en soporte físico. Sería un error y un auténtico fastidio caer en la tentación de andar conectando y desconectando el filtro y repetir el mismo disco, canción o pasaje musical hasta el hastío. Así se pierde el feeling, la paciencia y algún que otro cable puede pagar el trasiego y acabar en el cajón de tweaks y accesorios damnificados por el cacharreo. Tras esos dos días de toma de contacto opto por quitar y poner el filtro a días alternos y ahí es cuando la naturaleza sonora de este monolito negro se me revela.
Su sutileza es tal que me recuerda a una estrofa de esa empalagosa e hiper-almibarada canción -¡cuál no!- de Eros Ramazzotti que no voy a transcribir toda por vergüenza y por minimizar mi autoflagelo: “…si te tengo, no te noto, si te pierdo, sí.” Por eso es a la segunda o tercera vuelta de haber escuchado algunos discos enteros o pasajes sonoros concretos donde he percibido que el filtro actúa como una especie de Threshold o umbral, pero tan disimulado que pareciese que tiene la potestad de regularse a sí mismo para no resultar tan incisivo y descarado que mate la dinámica de las grabaciones. Como si de un Dolby Noise-Reduction se tratase pero sin llegar a ser tan sustractivo. Por si sirve otro símil sería como un limpiador no abrasivo.
Con uno de lo discos que más se me ha hecho evidente ha sido con el CD del artista alemán Deuter titulado Nada Himalaya 2, en el que crea composiciones para la meditación y la relajación valiéndose exclusivamente de cuencos tibetanos. Las vibraciones armónicas de los cuencos tibetanos con sus interminables colas y decays agradecen un fondo cuanto más negro mejor y aquí el Filter 3-P hace que tan humildes instrumentos tengan la corporeidad del metal al ser golpeado en el ataque para luego liberar su inmarcesible espiritualidad en las fases de caída, sostenido y extinción. Pero si los sistemas de reducción de ruido de Dolby buscaban mitigar el ruido de frecuencias por encima de los 1000 hz lo conseguían a costa de parecer un antibiótico que no sólo mataba el ruido sino también el sonido siendo peor el remedio que la enfermedad. Mas el filtro de Octave limpia y da esplendor sin que suene como un funesto Dolby NR o un postizo plugging DSP.
Sí, ya sé que no sólo de cuencos tibetanos vive el audiófilo y menos el melómano pero sí que ha sido el disco que me ha ayudado a comprender cómo depura las aguas el aparato.
Otra grabación que se ha vuelto más electrizante ha sido “The Dark Side of The Moog” 7 de los teclistas alemanes Klaus Schulze y Pete Namlook con la colaboración estelar del bajista Bill Laswell. Aún siendo una grabación DDD la calidez de los sintetizadores analógicos dota a la música de ese tacto como de terciopelo: suave y delicado pero incisivo y eléctrico cuando se toca a contrapelo. Los tracks de esta serie de discos -y el séptimo no es una excepción- tienen pasajes serenos con colchones ambientales que van progresando con crescendos y baterías electrónicas hasta llegar al clímax, para luego volver a apaciguarse con interludios donde los sintetizadores vuelven a mostrar su vertiente más etérea y sosegada. Con el Filter 3-P los vibratos y trémolos del Moog modular ganan un plus de garra, de electricidad, de corporeidad sin que por ello suenen agresivos.
Aunque el fabricante lo recomienda especialmente para el dominio digital lo cierto es que el filtro también ha hecho por mejorar la sección analógica de mi sistema. El brazo Rega RB-303 tiene el talón de Aquiles de tener la tierra conectada a uno de los canales lo que se traduce en ruido de fondo. Además el motor del giradiscos Acoustic Solid es alimentado por una fuente conmutada que adolece de las virtudes de una buena fuente lineal. Estos dos factores hacen que la música no descanse sobre un fondo negro “panel Kuro Pioneer” sino más bien en un fondo negro “Edge LED” si se me permite otra analogía a efectos ilustrativos.
Si Eros Ramazzotti pertenece a la “sección de discos que tuve, ahora no tengo porque regalé o tiré, y que me avergüenza y mucho haber tenido” A-ha es un grupo de música del que debería avergonzarme y que sin embargo soy orgulloso fan y coleccionista de su discografía.
Aunque los noruegos comenzaron como un grupo “MTV” donde el clip musical “Take on me” cual insaciable bola de mercurio se comía a todo lo demás, lo cierto es que intentaron quitarse el sambenito de grupo para adolescentes que pegan sus pegatinas de la Super Pop en sus carpetas de colegiala. Su disco más serio, menos synth-pop y más pop rock es “East Of The Sun – West Of The Moon.” Grabado en 1990 con piano, guitarras acústicas, eléctricas, saxofón, percusión y con el empleo de sintetizadores en pocos cortes y con discreto lugar. El álbum -salvo un par de cortes excesivamente moñas incluso para mí- ha mejorado con los años.
El vinilo suena depurado pero no depauperado. El primer corte Crying In The Rain tiene un fade-in fade-out con el sonido de la lluvia que culmina con truenos en la lejanía. Con el Filter 3-P conectado con el Ground lift en modo Off el giradiscos tiene un fondo más negro que lo acerca a la quietud del CD pero con toda la calidez del sonido analógico y se agradece mucho con una cápsula fonocaptora como la Denon DL-103 pues su baja salida de 0,39 mv testados me obliga a subir el potenciómetro del Yamaha A-S3000 como un par de horas más en sus imaginarias manecillas de reloj para conseguir los mismos decibelios que reproduciendo contenidos digitales.
Cuando suena I call your name y el saxofón de Phil Todd se suelta y despliega su garra me acuerdo de ese gracioso y políticamente incorrecto anuncio de croquetas en el que decían: “como las de tu madre, pero sin tu madre” puesto que este archi-escuchado disco de vinilo me suena como cuando lo escuchaba en CD pero sin la frialdad y asepsia de éste.
Nuestras salas no son perfectas, ni en tamaño, ni en proporciones, ni en aislamiento, ni en acondicionamiento acústico. Nuestros equipos muchas veces no cuentan con un suministro de corriente aceptable que esté libre de ruido o que tenga una tensión estable. Así es que con esa suma de factores nuestros equipos se encuentran con que reproducen lo que les dejan el resto de fatalidades domésticas y no lo que realmente podrían llegar a materializar.
A eso le añadimos que a base de tropiezos comprendemos que un error nuevo nunca arregla otro anterior. Así que no es de extrañar que tomemos con recelo añadir a nuestro sistema otro aparato más entre la fuente y las cajas acústicas. Queremos que el agua fluya con gracia y un aparato más puede ser un meandro que maree las aguas y las termine de enturbiar. Sin embargo nunca permito que los prejuicios se queden conmigo en la sala, porque son como esa visita que no quería molestar y al final acaba por usurparnos el punto dulce de escucha.
Mientras que otros filtros suelen terminar en el cajón de los cables rotos porque consiguen la limpieza a cambio de dejar un sonido chato o romo en el medio y extremo agudo, este 3-P actúa desde las bajas frecuencias donde depura los ruidos de fondo así las frecuencias medias y agudas pueden desarrollarse sin estorbos y lo hace con germánicas maneras: discreta y eficazmente.
El distribuidor de Octave tiene varias unidades de este Octave Filter 3-P para ceder sin compromiso a sus posibles compradores y que comprueben qué tal rinde el filtro con su sistema.
He de confesar como pliego de descargo que he tenido que buscar en Google cómo se escribía Ramazzotti porque no lo recordaba. Todos tenemos derecho al olvido aunque amiguetes con mucha sorna y guasa se encarguen de recordarnos que cualquier tiempo pasado fue -por algunos discos- peor.
Octave 3-P Filter – 2640€
EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA
Cajas acústicas
- Usher Audio Mini Dancer DMD 2
Amplificación
- Amplificador Integrado Yamaha A-S3000
Fuente Digital
- Reproductor de CD/SACD Yamaha CD-S3000
- iMac mid 2007 Core 2 Duo 2,4 GHZ y 6 gigas RAM DDR3 con disco duro interno SSD para sistema operativo y software
- Macbook Pro Retina Early 2015 con Intel Core i5 a 2,9 GHZ 8 GB de RAM DDR3 a 1867 MHZ y disco duro interno SSD de 500 GB
- Disco duro Wester Digital My Passport Ultra 2,5” y 2 tB para biblioteca musical
Fuente Analógica
- Giradiscos Acoustic Solid modelo Solid Wood con Brazo Rega RB-303 y cápsulas Denon DL-103 y Ortofon MC-3 Turbo.
Cableado y otros
- Regleta Furutech e-TP80e con cable de corriente Furutech G-314AG-18E
- Cables de altavoz Supra Classic 6.0 en bicableado con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas en origen en ambos extremos
- Cables de altavoz QED Silver Anniversary XT / CF con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas de origen en ambos extremos
- Cable de corriente Furutech G-320Ag-18-E en SACD
- Cable de corriente Cardas Golden Power Cord en Amplificador
- Cable USB Audioquest Carbon en Macs / SACD
- Cables de modulación RCA Groneberg Quattro Reference
- Cables de modulación RCA Ortofon
- Cables de modulación XLR Hivilux