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Octave MRE 220

Más asequibles que la serie Jubilée, mantienen el alma de la firma

Hace ya unas semanas tuve la oportunidad de poder probar las novísimas (no nos olvidemos que fueron presentadas al gran público en la pasada Feria de Munich) etapas de potencia MRE 220, pertenecientes al cada vez mas extenso y nutrido catálogo de la firma germana Octave.

No sorprende en absoluto, la incesante obsesión que la marca muestra por la reproducción del sonido en mayúsculas, si tenemos en cuenta que el apellido Hoffman, va íntimamente ligado, desde hace ya varias décadas, a la tecnología puesta al servicio de la música. Sin embargo no será hasta el año 2000 cuando Andreas Hoffman tome las riendas de la empresa, que trasladará su centro de producción a la localidad industrial de Baden Karlsbad situada al norte de la Selva Negra.

El secreto de gran parte del éxito de sus diseños, reside en que todos sus amplificadores se basan en componentes de alta calidad, que son desarrollados y producidos por la propia marca. Además cada uno de sus modelos está meticulosamente construido a mano en la misma sede de la empresa, y no será hasta después de haber pasado un estricto control de calidad y una prueba de durabilidad de 48 horas, cuando definitivamente serán puestos a la venta.

 

Así pues, todos y cada uno de los modelos de la firma están diseñados para superar una longeva vida, proporcionando la máxima calidad de sonido a sus afortunados propietarios. Otro factor no menos importante, aunque a menudo olvidado, es que debido a que la mayoría de los componentes mecánicos y electrónicos están fabricados por la propia marca, o producidos (siguiendo sus estrictas directrices) por fabricantes especializados, tenemos la garantía de que en caso de avería se podrá disponer de los componentes originales para su reparación, por muy antiguo que sea, ofreciendo de este modo al propietario el mejor servicio posible.

Las MRE 220 vienen a cubrir el vacío que existía entre las MRE 130 y las exclusivas Jubilee. Básicamente toman como punto de partida las clásicas e intemporales MRE 130 y el galardonado modelo RE 290, con el que comparten un gran número de refinamientos, asi como el uso de la nueva válvula de potencia KT 120 en configuración push-pull. Aunque la estética se asemeja bastante a la de los dos modelos anteriormente nombrados, consigue un “plus” de belleza gracias a los excelentes mecanizados y al diseño de su nuevo frontal (dividido en tres cuerpos), que aumenta tanto de altura como de espesor, lo que les confiere un aire más robusto (casi 30 Kgs cada una). En el cuerpo del centro encontramos el logo y modelo de la marca, mientras que en el de la izquierda tenemos el selector para conmutar entre las diferentes entradas rca1,rca2, xlr, mute. Finalmente en el de la derecha se ubica el control que nos permite seleccionar cada una de las válvulas para un ajuste (sencillo) de bias. Asimismo nos encontramos también con una posición “eco on” que permite que las etapas pasen a modo “standby” tras un periodo de 10 minutos sin recibir señal alguna. Por otro lado no podemos pasar por alto la nueva fuente de alimentación, así como el diseño de sus transformadores de salida que proporcionan ( y no olvidemos que estamos hablando de etapas dotadas con solamente 4 válvulas de potencia por canal)  220W RMS a 4 ohmios en clase A/B, que pueden llegar hasta 300W, lo que le permite manejar impedancias de hasta 2 ohmios con un ancho de banda que va desde los 10 Hz hasta los 70 Khz.

En la parte posterior nos encontramos un interruptor que nos permitirá seleccionar entre la posición High (si usamos KT120) o Low (para KT88, 6550, KT90 o KT100), un conector para las “Black Box”  opcionales por si todavía quisiéramos disponer de un plus de corriente, los terminales para los altavoces, en concreto los Mundorf «Supreme» utilizados en otras prestigiosas marcas como Vitus, Tidal etc, y por último las dos entradas, una balanceada y otra RCA además del interruptor que activa la opción del transformador de entrada en caso de disponer del modelo “Top”, equipado con un transformador de entrada balanceada específico que se encargará de eliminar cualquier potencial ruido de masa que pudiera afectar al sonido. El resultado es un amplificador que puede ser utilizado con cualquier previo de muy alta gama existente en el mercado ya sea de estado sólido o de válvulas independientemente de la marca que sea.

La escucha

Para su evaluación usé mi equipo principal, por lo que las MRE220 estaban acompañas por una fuente analógica Kuzma XL4 con brazo Kuzma Airline / Nordost  y cápsula Clearaudio Goldfinger V2,  preamplificador de fono Nagra VPS con la plataforma especial VFS, preamplificador de línea Jeff Rowland Coherence II y como pantallas acústicas decidí utilizar los dos pares de cajas “grandes” de que dispongo para este equipo. Para comenzar elegí las Génesis 350SE, para seguir con las Dynaudio Consequence MKII por aquello de comprobar como se comportan con altavoces con una naturaleza y concepción tan dispar y opuesta. Todo el sistema estaría unido mediante Gryphon Guideline Reference entre previo de fono y linea y Atlas Mavros entre previo y etapas y en pantallas. Un aspecto importante a tener en cuenta a la hora de evaluar las etapas es que estas eran prácticamente nuevas (menos de 10 horas) cuando las recibí por lo que como es habitual en toda electrónica y más aún en las basadas en dispositivos de vacío necesitarán su tiempo (tres meses según el propio fabricante), para que den lo mejor de sí mismas.

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