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Magia made in Spain

Esta es una prueba diferente, de un producto diferente. Corría el mes de agosto de 2014 cuando estaba unos días de vacaciones en Laredo, y llenaba con mi chica una tarde dando un paseo por el casco antiguo del pueblo. No iba totalmente sin objetivo, para ser sincero, pues un amigo nos había dicho que debíamos por lo menos ver cierta tienda de guitarras que merecía la pena, por la tienda, por su dueño, y… por algo más. Enseguida la encontramos, en la calle Espíritu Santo nada menos –me encanta esa calle, en Laredo y en Madrid, y no soy nada religioso–, y la verdad es que efectivamente es un lugar para ver –no dejéis de visitar por lo menos su página web, www.electronvolteffects.com–.

Enseguida conecté con Marc, el dueño. Hasta Laredo habíamos tenido que llegar dos antiguos compañeros de nuestra pequeña Facultad, pues ambos estudiamos Físicas en la Universidad de Barcelona, en realidad él bastante más joven que yo –pero no se lo digáis a nadie…–. Lo de la Física se estudia por gusto, y salvo que te gusten más las pizarras y los aceleradores de partículas que el cielo y la gente, acabarás ganándote la vida de cualquier otra cosa. A mí la vida me llevó al mundo del periodismo y las motos, y me ató, junto con mi chica a Madrid; a Marc le llevó a su afición por la música y su reproducción, en un recorrido por varias empresas de fabricación de altavoces hasta la distribución de material para músicos profesionales, y también su chica le ató a Laredo.

Entre sus experiencias fabricando altavoces para algunas marcas bien conocidas –sin ir más lejos ciertos subwoofer B&W que nacían en nuestro país–, estuvo una aventura audiófila que quizás te suene: los altavoces GOV. Fue una marca por desgracia efímera, que en los años noventa llamó mucho la atención de la industria nacional por su atrevimiento y algunas soluciones únicas, y que cuando debía despegar definitivamente… desapareció por diversos problemas empresariales y con pedidos en firme, dejando pues muchos aficionados con ganas de su sonido pero sin altavoces. El gusanillo seguía ahí, y las ideas también, ahora maduradas y refinadas: de ahí nace Oliva Audio, la marca con la que Marc Gras llega al mercado, por ahora con su primer producto, las cajas ARB1 que protagonizan nuestra prueba.

Oliva ARB1

Pero me he saltado algo importante. Volvamos a aquella tarde de agosto en Laredo, en la tienda. Entonces Marc nos explicó su proyecto y me desveló que tenía en casa los prototipos de estas cajas… ya puedes imaginar el resto, aunque la primera escucha en su casa no salió como esperaba –¡caí enfermo ese día!–, aquello nos dejó con una deuda recíproca: me quedé con ganas de escucharlas mejor y él queriendo conocer mi opinión.

Pasaron los meses y Marc ultimó el diseño de las cajas, acústico y estético, y empezó a lanzar la marca. También preparó una primera serie de parejas para poder enviar a tiendas y futuros distribuidores, todo con la idea lógica y necesaria de dar a conocer un producto así, tan nuevo. Y en uno de esos viajes tocó traerlas a Madrid, con lo que aprovechamos la oportunidad y pude tener las ARB1 en casa unos días para poderlas probar en mis equipos con tranquilidad. Lo que estás leyendo es el fruto de esos días.

Oliva ARB1 Salon Josep

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