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Welcome to the jungle!

Podemos encontrar en la península Ibérica algunos paraísos naturales que casi pueden ser considerados como reservas de la biosfera, pocos pero selectos. Y no porque en estos particulares lugares existan especies del reino vegetal especialmente protegidas. ¡No! No es eso. En este caso es porque pululan por ellos una de las especies más extrañas y peculiares que habita la piel de toro, el “Audiofilus communis ibericus”, más conocido como “el audiófilo”.

 

Tiene uno la impresión de ser un excursionista en visita de un rincón bucólico de la naturaleza cuando uno se sumerge en uno de estos santuarios de la “aparatofilia”. Y es el caso que no soy de hielo, así que siempre me inspiro cuando visito estos parajes pintorescos, y veo algunos de los artefactos que atraen a estos chocantes seres, con los cuales, para bien o para mal, comparto la mayoría de la genética. “De Cine” es uno de estos selectos espacios protegidos donde uno puede perder fácilmente una tarde sin percatarse del paso del tiempo, ejerciendo simplemente el placer de escuchar, observar, y último pero no por ello menos importante, conversar con el amable anfitrión, protector y promotor de la reserva en cuestión.

Había ido en esta ocasión a oír un equipo en principio totalmente desconocido para mí. No había tenido antes contacto con ninguna caja Phonar, al menos que yo recuerde, con lo que estaba frente a una nueva especie. Y tampoco conocía en profundidad ninguna amplificación de la marca KR Audio, aunque creo recordar que ya había oído antes las etapas monofónicas Kronzilla, estas últimas nombres de bestia si que tienen, eso no me lo negareis.  No tenía malos recuerdos de estas electrónicas, pero desconocía como se podría comportar su hermano integrado.

Las fieras en cuestión

Correctamente ubicado y muy trabajado dentro de la sala principal de escucha de “De Cine” me encontré el siguiente equipo:

  • Cajas Phonar Credo Reference
  • KR Audio VA900, integrado de válvulas en Push Pull ultra-linear en clase AB1 que rinde 2x 80 W RMS con un THD de 1% provisto de 4 válvulas KT120
  • Transporte de cd T+A 1230R
  • DAC DCS Elgar

Son las Phonar unas cajas de un acabado exquisito y una presencia como muy pocas cajas que he visto. Estilizadas a la vez que elegantes a pesar de tener una presencia imponente, parece que phonar ha conseguido conjuntar de una forma realmente efectiva la siempre difícil relación entre función y forma, tan difícil de conseguir con éxito cuando se trata de extraer el mejor sonido posible de un recinto. Las Credo Reference sorprenden, grandes y a la vez refinadas, y más cuando se descubre que son unas cajas que cubren totalmente todo el espectro sonoro, de hecho se extienden desde 25 hz hasta 29.000 hz. Es importante reseñar que realmente las Reference son una unión de dos productos de Phonar, muy al estilo de las Watt & Puppy de Wilson Audio. Ya que estas son la alianza del woofer Optimus con el monitor  Primus. La asociación no puede ser de todos modos más correcta estéticamente. Como punto “negativo” si así puede considerarse es la sensibilidad que se sitúa en 85dbs. La impedancia del woofer Optimus es de 4 ohms y la del monitor Primus 8 ohms. También creo que es importante reseñar que se puede añadir a este conjunto un procesador digital de sonido que provee la misma Phonar,  actuando únicamente sobre el módulo Optimus para adaptar la respuesta de graves a la sala de escucha. ¡Muy interesante!

Por otro lado esta la pareja de baile de las Phonar, que es ni más ni menos que el integrado de KR Audio VA900. KR Audio es una empresa ubicada en la República Checa, dedicada principalmente a fabricar electrónicas a válvulas. El integrado VA900 tiene una apariencia un poquito espartana, quizá la estética no es su punto fuerte, aunque la verdad es que el aparato no está pensado para deslumbrar con su presencia. Lo suyo es aportar la potencia a nuestro dúo, dejando el protagonismo de la belleza a las Phonar. Lo cierto es que parece diminuto e insignificante al lado de las cajas acústicas, pero aquí las apariencias son engañosas ya que cumple con su cometido con sorprendente solvencia, como ya veremos más adelante. Viene provisto con un mando a distancia, como no podía ser menos, y pesa unos respetables 20 kgrs.

Estas son nuestras dos principales bestias, y quizá se pueda calificar así sin problemas a las Phonar. ¿Pero al integrado de KR Audio? Pues si, así es, una máquina que atrapa si no visualmente si con su desempeño. Empecé escuchando algunos temas que  suelo llevar para analizar equipos y empecé a sorprenderme. Había un sonido correcto, refinado y a la vez sutil. Muy buena apertura por arriba con un timbre en el agudo muy delicado, apropiado y sin ningún tipo de estridencias. Quizá con una pequeña falta de extensión en el extremo agudo. La impresión era muy musical.

A su vez el medio correcto pero un pelín artificial como si le faltase un poquito de fuerza en el medio agudo, aunque a su vez presentaba un nivel de microdetalle en esta misma zona fuera de lo común, primando el detallito sutil sobre el ataque.

Muy buena separación de canales redundando esto en una escena de altura muy correcta, anchura espectacular y una impresión de focalización holográfica de los actores sonoros, como pocas que haya escuchado. También encuentro una muy buena profundidad que resulta extremadamente agradable. En una palabra, espectacular.

El grave por otro lado muy correcto con mucho control y un poco tímido en contundencia, que no en extensión.

La sensación es que la etapa en determinados momentos no puede con las cajas y se queda atascada no siendo capaz de proporcionar ese último empujón que hace que la música tenga esa dinámica que apesta a “música en vivo”.

Pero… Esa es solo mi primera impresión.

Tuve hace poco una experiencia con una fuente DCS en mi casa y se que esta provoca un sonido en el que priman la exquisitez el orden y la estabilidad, sobre la garra y la pegada. Con lo que pedí a Javier, mi amable anfitrión, que alimentase al KR utilizando solo la fuente T+A  prescindiendo por lo tanto del DAC DCS.

La situación como yo sospechaba cambió de inmediato. La pareja Phonar y KR pasaron de ser dos tiernos cervatillos en celo, a dos fieros Pumas. ¡Vaya cambio! ¡Si! Se pierde sutileza y esa estabilidad extrema que proporciona el DCS pero de repente parece que la etapa KR llena las cajas de sobra proporcionando una dinámica que antes era simplemente impensable. La música adquiere vida y de un momento a otro, cortes que antes parecían planos, adquieren una vida que sorprende. ¡Parece mentira la diferencia! Por momentos y con las canciones más complicadas se agradecería un poquito de suavidad, pero está bien empleada esta pérdida, cuando lo que reporta es esa impresión de aire y dinámica extrema. El agudo reaparece en toda su extensión llegando mucho más arriba que lo que antes había insinuado. Y el grave adquiere un cuerpo y contundencia salvaje que sorprende surgiendo de un integrado de 80w. Se pierde un poquito de anchura y profundidad y quizá se pierda parte de esa holografía de la imagen, pero se gana en presencia. Estoy seguro que con una fuente más equilibrada y de más nivel que el reproductor de cd T+A el sonido encontraría el equilibrio que se busca. Pero lo que queda claro es que el conjunto KR – Phonar es capaz de aportar liquidez y refinamiento, ataque y dinámica de directo. Y lo más importante, al menos para mi, es que es transparente. Me quedó muy claro que reacciona a los cambios de DAC y cables dejando ver sin problemas lo que ocurre en la fuente y para mí esa virtud es muy importante. Hay conjuntos que suenan de “aquella manera” les pongas lo que les pongas y no agradecen ningún cambio transmitiendo la misma opacidad indistintamente de lo que les alimente. Este claramente no es el caso, aquí se aprecia un potencial que llama a jugar y buscar la fuente y el cableado que definitivamente le de el punto a este guiso.

Saliendo de la espesura

Esta claro que este conjunto es agradecido. Personalmente recomiendo su compra si el interesado explorador esta dispuesto a trabajar en el equipo, ya que a mi me ha quedado claro que si uno se lo propone puede sacar mucho jugo a este “duetto”. No es un conjunto barato eso esta claro. Pero la cantidad considero que es razonable por trasladar ni más ni menos que a una especie protegida a nuestra casa. Este conjunto combina ese sonido valvular que muchos añoran en las electrónicas a transistores con una pegada y extensión que la mayoría asocian con el estado solido. A destacar la solvencia de la etapa atacando con, lo que en principio parecen insuficientes 80w, unas cajas que a priori con 85 dbs parecen complicadas. Aquí el KR se lleva la parte del león. Revelándose como un aparato con gran energía, a la vez que no desbarra en ningún momento. Por su parte las Phonar Credo Reference cumplen con su cometido trasladando eficazmente y con gran transparencia lo que el KR les aporta, reflejando perfectamente cualquier cambio a mejor o peor que realicemos en nuestro equipo.

Esta vez mi visita al ecosistema audiófilo ha resultado provechosa, ya que he conseguido hacer lo que al menos para mi es un interesante descubrimiento audiófilo, y encima he salido sin sufrir ningún tipo de zarpazo a mis sentidos, algo que no es poco cuando uno se enfrenta a algo nuevo e inesperado. Lo cierto es que abandono este entorno protegido audiófilo, especialmente contento, y no pudiendo menos que recomendar juntos o por separado tanto las Phonar como el integrado KR. Si tienen oportunidad de escucharlos no la pierdan y regálense un safari a los sentidos, solo faltará que alguien les comente, Dr. Livingstone, supongo. Y no será precisamente por haber descubierto las cataratas Victoria.

Por último agradecer la oportunidad de escuchar esta combinación a De Cine y Sound & Píxel.

DeCine, www.decine.tv , tel: 914519056

 

 

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