Pioneer SE-Master 1

PIONEER SE-MASTER 1

SORPRENDENTE APUESTA POR LA ESPECTACULARIDAD DEL MÁS ALTO NIVEL

Introducción

Hacía realmente mucho tiempo que no se veía en el mercado un auricular de alta gama de la marca Pioneer. Han pasado muchos años desde aquellos modelos que en su momento fueron altamente apreciados en estudios de grabación, como el ya mítico Pioneer Monitor 10, que tuve la ocasión de probar hace un par de años. Aquel modelo era de los años 70 (1975), nada menos, y atesoraba una construcción totalmente espectacular que hace que algunos flagships actuales parezcan de juguete a su lado, junto a un sonido de una calidad y capacidad técnica más que notable.

Durante las décadas de los 60 y 70 Pioneer desarrolló numerosos modelos en esa línea, de la que el Monitor 10 es tal vez su máximo exponente, pero de la que se podrían destacar también los SE-100 del año 71, de cuya construcción saca la inspiración el modelo actual, o los SE-11 del 77, probablemente el último gran modelo de la marca en aquella brillante época.

Pero prácticamente todas las grandes marcas de audio pasan por diferentes etapas de mayor o menor éxito, y Pioneer no ha sido una excepción. Como tantas otras marcas atraviesa hoy en día un lento resurgir de un desgraciadamente largo letargo. Muchos de sus modelos vintage están más valorados que los modelos recientes, algo más que habitual en la industria del audio, especialmente en la nipona.

Ahora Pioneer presenta este gran auricular aparentemente desde la nada, con un desarrollo de más de cinco años de investigación, y la expectativa, basada en el aspecto material del auricular y en su posición en el mercado, es alta. Veamos qué ha logrado el gigante japonés.

Para ello hemos recurrido a la generosidad de Ernesto Rubio, cabeza de la red de establecimientos especializados más grande de nuestro país, me refiero por supuesto a Supersonido. La capacidad demostrada de sus tiendas de tener en stock la mayor parte del material que tienen a la venta, y su voluntad de colaborar por el auge de nuestra afición en nuestro país, permiten que –sin ser importador de esta marca– ésta haya sido posible.

Calidad material

Voy a extenderme un poco en este apartado porque me parece que la ocasión lo merece. Pioneer afirma que cada auricular SE Master 1 es montado y ajustado por una única persona, calificada de Maestro, en sus talleres de Tohoku, en el departamento de la prefectura Yamagata. La producción es, por tanto, un poco limitada. También afirma que este modelo es el primero en montar un diafragma de aluminio con revestimiento cerámico de tan sólo 25 micras de grosor, con lo que consigue una alta resolución en toda la gama frecuencial con un mínimo de ruido y distorsión. Mezcla, por tanto, un alto desarrollo tecnológico con un buen hacer artesano para lograr el mejor resultado posible.

Desde luego, centrándonos en el apartado material, la impresión que me ha dado el auricular es la de que estamos ante una obra de diseño muy cuidada, bien proporcionada, con un gusto exquisito y con un nivel de acabados extraordinario. Tal vez el auricular más espectacular en este sentido que haya disfrutado en mucho tiempo, claramente por encima de otros famosos flagship.

El auricular presenta una diadema doble, metálica, con un arco de escaso espesor y ancho, y otro que es una barra metálica muy fina y que discurre casi paralelo al primero, formando un leve ángulo. El primer arco da la sujeción a la estructura de conjunto, el segundo sólo aporta la tensión horizontal, y es intercambiable: Pioneer ofrece de serie dos arcos con dos tensiones diferentes que se intercambian con un simple clic de botón.

Una diadema de piel ajustable se sitúa debajo de ambas, y es la que está en contacto superior con la cabeza. Las copas, circumaurales, son de piel y de gran tamaño. Son algo ovaladas, aunque a primera vista parecen perfectamente circulares. El auricular tiene un peso de 460 gramos, que para su tamaño puede considerarse ligero. Es, por poner algo de perspectiva, tan grande en tamaño como un Audeze Lcd2, pero con un peso un 30% menor. Las juntas están muy bien estudiadas, y tanto la regulación como la sensación de robustez son de primera línea. El auricular se apoya cómodamente y se ajusta como un guante. Se adapta sin problemas a cualquier talla y su equilibrio entre presión y comodidad, situado en un punto medio entre la liviandad de un hd800 y la presión de un Audeze, es de lo más logrado.

La estructura es metálica en su conjunto, y las partes en contacto con la piel son a su vez piel tratada, con lo que la sensación de confort es perfecta. Se pueden hacer escuchas largas con este auricular sin ningún problema, y admite más movilidad que lo que uno esperaría de su tamaño.

Debo reconocer que cada detalle, cada junta, cada remate en este auricular demuestra el cuidado que se ha empleado en su diseño. Y sí, considero que hace justicia a la robustez y calidad material del mítico Monitor 10. Es un auricular con una construcción ejemplar, como uno podría esperar de su precio. El resto de complementos: embalaje, caja, cableado –es desconectable y hay un cable balanceado que puede comprarse aparte– también están en el mismo nivel y podemos decir que quien compre este auricular va a encontrar bien aprovechado el dinero invertido.

Sonido

El título de este artículo ya da una pista bastante evidente del perfil sonoro del Pioneer SE Master 1. En efecto, no nos encontramos ante un auricular neutro y equilibrado al estilo de lo que nos puede ofrecer un hd800 de Sennheiser o un Lcd2 de Audeze, cada uno a su manera. No, en absoluto. Nos encontramos ante un auricular más extremo, que apuesta por las sensaciones fuertes e intensas de la escucha musical. Su perfil tonal, aunque no he visto ninguna medición, aparenta ser algo vivo en sus extremos, con cierta preponderancia de las frecuencias graves. Esa ha sido al menos mi primera impresión.

He notado una importante evolución del rodaje en este auricular. No he podido conocerlo del todo, lo confieso, lo he podido probar durante un par de semanas y me ha dado la impresión de que aún me quedan algunas cosas, algunos matices y algunas sorpresas por descubrir. En general cosas positivas, intuyo, ya que la experiencia ha ido creciendo en calidad y disfrute de forma constante.

De entrada, recién sacado de la caja, el auricular me resultó excesivamente oscuro, con un grave demasiado apabullante. De calidad por descontado, pero excesivo. Con las primeras horas de uso la impresión ha ido cambiando notablemente. El grave, y más aún el subgrave, han ido ganando en calidad, compactación y fluidez, enseñando matices interesantes que han ido en todo momento a más en las escuchas. Es importante, por lo tanto, que el que lo pruebe brevemente no saque conclusiones precipitadas: si su preferencia es, como la mía, por los estilos más bien neutros o equilibrados puede llegar a descartarlo rápidamente. Y eso sería un error, desde luego.

Una vez admitido este perfil nos encontramos ante un auricular de un refinamiento sonoro extremo. La gama media es de una riqueza asombrosa, y aunque aporta una influencia de las frecuencias bajas evidente, haciendo por ejemplo las voces un punto más cálidas de lo natural, el resultado es tremendamente agradable y emotivo. Y lo más importante: el timbre, a pesar de su coloración, es siempre natural y creíble. No encontramos aquí sonidos artificiales o extrañas distorsiones. La intensidad de los matices y la fuerza de la reproducción de esta gama son tremendamente adictivas. Y posee lo más importante para mí en la gama media, que es un cierto toque incisivo e intenso que logra que nos impliquemos en la escucha, e incluso que nos detengamos, fascinados por la riqueza de detalles y su sorprendente presencia, a fijarnos con especial atención en algunos fragmentos concretos de la reproducción que creíamos conocer bien y que nos suenan aparentemente nuevos, como escuchados por primera vez. Es realmente un verdadero vicio en este sentido.

Los agudos están en un punto que considero perfecto. No es un agudo brillante ni chillón en ningún momento, pero se muestra con una presencia importante, y un carácter físico todavía más enfatizado que en los modelos ortodinámicos. Encontramos, por tanto, detalle y precisión en ellos, sin sibilancias de ningún tipo, y de nuevo sin perder la naturalidad. No es nada fácil, y menos cuando se apuesta por un carácter extremo, resolver los agudos como lo hace el Pioneer.

El aspecto de la reproducción escénica es para mí de vital importancia para disfrutar de un auricular. El Pioneer SE Master 1 cumple con sobresaliente también este apartado. La escena es muy grande, y también profunda. Nos movemos en los mejores registros que podemos encontrar en este sentido. Es muy superior a unos Lcd2, y se acerca mucho a lo que nos ofrece un hd800 en este aspecto, lo cual es mucho decir. Sin embargo, a diferencia de éste, el Pioneer ofrece una cohesión mayor, logrando que la amplitud no difumine la presencia, lo cual junto a su excelente focalización da un resultado ejemplar.

Si nos atenemos al resultado de conjunto, estamos ante un auricular tremendamente musical, con garra y pegada, que aporta una intensidad de escucha muy superior a lo que nos ofrecen otros flagships del mercado. Logra diferenciarse del resto, lo cual es meritorio, y aporta una carácter especial que lo hace único. Entiendo que su perfil puede no ser el ideal para algunos aficionados, pero creo sinceramente que acabaría gustando a casi todos. Porque a pesar de su perfil algo extremo, posee lo que para mí es más indispensable: un timbre natural y creíble que hace que el disfrute musical crezca con la escucha. Es un auricular que suena más natural y creíble cuanto más se usa. Ofreciendo una capacidad técnica tremenda nos permite rockear a lo bestia sin ningún problema, permitiéndonos disfrutar de multitud de grabaciones que otros modelos, más pulcros y equilibrados, no pueden siquiera soportar o cuanto menos no lucen ni de lejos a su verdadero nivel.

Amplificación

Hemos podido disfrutar en la prueba de este auricular del amplificador de la marca Pioneer U-05-S, así como de los cables en se y en balanceado. También lo hemos probado con otros previos de auriculares de diferentes gamas y con otras fuentes y transportes. Se trataba sobre todo de encontrar la sinergia que más se adaptase a nuestro gusto y de conocer al mismo tiempo el rendimiento relativo del Pioneer como amplificador y DAC.

El resultado de este conjunto es más que aceptable: es agradable, musical y con una capacidad técnica muy acorde a su posición de mercado. Lo considero una compra muy recomendable. No obstante creo importante destacar que estamos hablando de equipos de gamas diferentes. Entiendo que Pioneer haya construido un previo y DAC que combine bien con su auricular, así como también hay un reproductor portátil de la marca que se anuncia con él y que seguramente funcionará bien. Pero entiendo también que es lo que Pioneer considera como mínimo nivel al que conectar su flagship, ya que el auricular ha mostrado que puede dar mucho más de sí de lo que el amplificador saca de él. Ahora nos explicaremos.

El característico perfil del SE Master 1 hace importante el escoger bien la combinación. El perfil que aporta el amplificador U-05-S da un buen resultado ya que a pesar de ser de carácter musical, muy al estilo de los antiguos Musical Fidelity (v2-v3), contiene relativamente el grave más profundo y potencia claramente la gama media, lo que al Master 1 le va bastante bien. El resultado es intenso, corpóreo y muy musical. Para mi gusto personal tal vez sea algo denso en conjunto, así que lo probé con el Gs1 de Headamp usando un Benchmark DAC 1 como fuente. Y aquí el resultado fue más de mi agrado. El Gs1 sujeta mejor las bajas frecuencias, le da más control y rapidez, afina la gama media y aporta una resolución mayor.

También he podido probarlo con el Rudistor RPX-33, y aquí el resultado no me convenció del todo. Ya sea porque en ese equipo estoy muy acostumbrado al hd800, o porque el perfil ya cálido del auricular se vea además potenciado por un amplificador de similar carácter, lo cierto es que se me hacía excesivo en todo.

Por tanto, y sin entrar en esta ocasión a profundizar demasiado en el amplificador de la marca, que analizaremos en una posterior review, creo que el Pioneer pide una amplificación lo más neutra posible, que tenga transparencia y rapidez suficiente para que el resultado sea un punto más equilibrado y natural. En este caso, como ocurre con el Gs1, el Pioneer se transforma en uno de los auriculares más espectaculares y capaces que han pasado por mis manos.

En cuanto a los reproductores portátiles, he encontrado que el Master 1 se deja mover fácilmente desde un simple iPad. No estamos ante la tremenda versatilidad de un k812, por ejemplo, pero tampoco ante un auricular como los hd800 o los Lcd2, que son totalmente incompatibles con fuentes portátiles. Creo, no obstante, que el Master 1 pide un amplificador capaz de sacar todas sus virtudes con precisión y potencia, y recomiendo su uso con previos de auriculares de cierto nivel.

Conclusión

Desde que comencé en esto de la escucha con auriculares he probado ya muchos equipos. Diferentes calidades, diferentes objetivos comerciales, diferentes estilos… un poco de todo. Siempre me he considerado muy abierto a los diferentes enfoques de la afición, y en general soy tolerante: me van más los estilos neutros y equilibrados, incluso analíticos, pero no tengo problema en escuchar y disfrutar un auricular con carácter al estilo Grado.

Sin embargo debo reconocer que en todos los casos he notado siempre cierta carencia en la escucha en auriculares que no encuentro en las cajas acústicas. Es una especie de sensación de intensidad musical, como si a pesar de conocer multitud de modelos que lo hacen casi perfecto siempre echase de menos ese pulso físico de las cajas, esa intensidad. Con los auriculares puede decirse que uno debe imaginarla: el equipo recrea todo excepto eso.

Con los ortodinámicos, en especial con los Lcd2, creí encontrar un poco de ese toque físico, de esa intensidad que echo en falta en la escucha de auriculares. Y ahí es donde precisamente más destaca este auricular. El Pioneer SE Master 1 transmite ese carácter físico en su reproducción. El grave golpea de verdad, las voces y los instrumentos suenan claros y fuertes al mismo tiempo, y todo parece estar más integrado y acercarse más a una escucha de cajas que con el resto de auriculares que he conocido hasta ahora.

Sé que es una impresión muy subjetiva y que no todo el mundo busca eso, pero es algo que me ha convencido en esta ocasión. He escuchado un auricular con su particular curva sonora, pero con una corrección tímbrica muy lograda y correcta y con una intensidad de escucha sin igual. Pioneer ha hecho un trabajo más que interesante con este modelo, y me alegra que existan auriculares así.

Lo recomiendo a todo aquel que sienta algo similar a lo que he descrito con los modelos que posee. Me parece un complemento perfecto para unos hd800, por ejemplo. No se pisan el terreno en absoluto, y cada uno hará perfecto aquello en lo que el otro no brilla. Un saludo y gracias a todos por llegar hasta aquí. Nos veremos en la siguiente prueba.

Pioneer SE-Master 1 – 2499€

Distribuye Supersonido

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS

Type: Open-air dynamic(Closed-front, open-back)
Driver: φ50 mm (neodymium magnet)
Sensitivity: 94 dB
Frequency response: 5 Hz to 85 000 Hz
Maximum input power: 1 500 mW
Impedance: 45 Ω
Cable: 3.0 m OFC litz wire
Plug: φ6.3 mm standard stereo plug (gold plated)
Weight: 460 g (without cable, tension rod)
Accessories: Tesion rod A: φ1.6 mm (product sold with rod A in place)  Tension rod B: φ2.0 mm

EQUIPO UTILIZADO EN LA PRUEBA

Dispositivos portátiles: