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RMD Fono

Perseguir nuestros sueños es algo común en muchos de nosotros, aunque más complicado es que éstos se hagan realidad. En la mayoría de los casos es un mucho de constancia, otro tanto de amor propio, algún que otro empujón y una pizca de suerte. Lo que está claro es que si la idea es buena, más tarde o más temprano saldrá adelante. Una gran parte de las marcas que se dedican a nuestro querido mundo de la alta fidelidad han empezado como una buena idea, o mejor, un concepto acertado, revolucionario en algunos casos, pero sobre todo, un planteamiento diferente para dar solución a un mismo problema. Como ya les he comentado en otras ocasiones, personalmente me parece tan respetable una gran marca con muchos años de trayectoria y por ende de investigación, como alguien al que un día se le enciende la bombilla y de repente crea productos, de una forma totalmente novedosa y con un resultado sorprendente. Cierto es que actualmente no dejan de aparecer nuevas marcas constantemente, unas se quedan y otras desaparecen al tiempo, aun así, debemos estar atentos, siempre dispuestos a oír lo nuevo, quien sabe si entre estos proyectos surgirá una nueva referencia o un componente que solucione nuestros problemas. RMD Audio Design es una de estas marcas y por tanto merece nuestra atención. Veremos cuáles son los resultados.

El alma mater de esta marca lusa es Ricardo Domingos, un apasionado del audio que inició su afición como muchos de nosotros, hace ya bastante tiempo y con las habituales restricciones de presupuesto. Algunos reaccionamos ante esta situación haciendo auténticos malabarismos para configurar un equipo aceptable, pero otros más avispados en el mundo de la electrónica se atreven a fabricar sus propios componentes. Ricardo llevaba veinte años experimentando hasta que finalmente se ha decidido a lanzar su propia marca al mercado. El nombre de la marca tiene un pequeño secreto, aunque se trata simplemente de sus iniciales, esconde un homenaje a su abuelo, un ebanista de prestigio que firmaba sus trabajos con estas mismas letras.

El debut de la marca fue en diciembre del 2014, pero la marca empezó a conocerse sobre todo tras su presentación durante el Audioshow de 2017 de la mano de Ultimate Audio. Yo mismo pude escuchar este mismo previo de fono que ahora analizamos, asociado al Dohmann Helix 1 en el Audioshow y lo cierto es que el tándem funcionaba a la perfección. Parece que en breve tendremos un amplificador integrado con fuente de alimentación separada y una nueva versión del Phono PH-1 también con alimentación externa. Estas cosas van despacio y no es preciso forzar los tiempos. En mi opinión, lo más importante de un nuevo componente cuando sale al mercado, es que sea una obra totalmente terminada y no pendiente de nuevos cambios o actualizaciones. El PH-1 es un fono que según su diseñador no presenta un sonido característico: según apunta Ricardo, se trata de un componente objetivo, cuya máxima virtud es la neutralidad y que los discos suenen tal cual fueron grabados. Lo que sí se ha buscado es la máxima limpieza y resolución, con un ruido de fondo lo más bajo posible.

 

Después de años de trabajo y de innumerables pruebas el primer prototipo del PH-1 se realizó en 2012. Se trata de un previo de fono para cápsulas de bobina móvil que posee entradas y salidas, tanto balanceadas como Single Ended, con un par con conectores RCA y otro balanceado con XLR. Por tanto las posibilidades de conexión están bien cubiertas a falta de una entrada para un plato o brazo adicional. Exteriormente el PH-1 presenta un aspecto innovador por la ingeniosa solución de los cuatro pilares de aluminio de sus extremos. Se trata de una diseño visual muy inteligente que rompe con el habitual cajón cuadrado y además tiene un aspecto funcional, pues sirve para la apertura del chasis con los cuatro embellecedores superiores que en realidad son los tornillos que sujetan la cubierta superior. El panel frontal solamente muestra el pulsador de apagado y encendido, pero tiene la peculiaridad de seguir iluminado, aunque más débilmente mientras permanece en Standby. El panel posterior contiene la dotación de entradas y salidas que he descrito anteriormente más una robusta toma de masa y en conector IEC para la toma de corriente.

El interior está impecablemente ejecutado, con una parte dedicada a la alimentación y otra completamente separada y aislada para el circuito de fono. Fíjense en cómo están dispuestos y aislados todos los cables de audio, además todas las soldaduras se han realizado a mano, en el que, según el fabricante, es un circuito único en todo el mundo. Uno de los aspectos más destacables de este previo de fono son sus múltiples ajustes. En primer lugar tenemos dos conmutadores con diferentes posibilidades en el panel inferior que puede manipularse fácilmente con un pequeño destornillador. Un conmutador para cada canal en el que se selecciona la impedancia de entrada entre nueve posibilidades, pero desde el que también se seleccionan los tres modos de operación disponibles: single-ended recomendada para cables sin cable de masa separado, semi-balanceado para la gran mayoría de los brazos con conectores RCA y cable de masa separado y el modo balanceado que ofrece los mejores resultados, aunque requiere a priori, un brazo con conectores XLR.

A continuación, tenemos un par de ajustes más que deben realizarse desde el interior del chasis, la ganancia que viene ajustada de fábrica a 64 dB aunque puede cambiarse a 70 dB simplemente retirando unos jumpers. Lo mismo ocurre con la ecualización RIAA que viene ajustada en su modo standard, pero que retirando otros jumpers puede sustituirse por la curva RIAA Neumann –una leve modificación del standard introducida en el mercado por la conocida cortadora Neumann, y que sigue siendo objeto de debate entre los más entusiastas, pues hay quien piensa que es totalmente innecesario–.

La escucha

Como siempre, he escogido una pequeña selección con grabaciones que conozco a la perfección y que me ayudan a valorar cualquier nuevo componente que incorpore a mi equipo. Ello no quiere decir que haya basado mi análisis estrictamente en estos cuatro discos, pues a diario he ido escuchando a mis habituales compañeros de viaje.

La configuración con la que mejor ha funcionado el RMD ha sido la semi-balanceada con una carga de 47 ohm y la ganancia standard de 64 dB, aunque también he probado con una carga más ligera de 100 ohm –recuerden que la mayoría de los fabricantes recomiendan multiplicar por diez la impedancia interna de la cápsula para encontrar el valor más óptimo–. También he experimentado con el modo completamente balanceado con lo cual se gana en ganancia, aunque la señal es mucho más sensible a cualquier tipo de interferencia. Pero veamos cómo suena nuestro invitado.

En primer lugar, me quiero referir al Stabat Mater de Vivaldi, en una grabación de L’oiseau Lyre interpretada por el contratenor James Bowman y la Academy of Ancient Music bajo la dirección de Christopher Hogwood. Una grabación superlativa que les recomiendo a todos ustedes, una música sobrecogedora que encuentra en esta grabación su plena expresión. He oído cientos de veces este disco y les diré que con el RMD hay algo que es totalmente diferente, el planteamiento sonoro. El PH-1 plantea una escena mucho más amplia, donde la voz pierde un poco su centralidad estática para inundar toda la sala, la orquesta se abre lateralmente y ahora toda la composición respira un aire más etéreo, menos compacto. La voz del contratenor es tratada exquisitamente, pueden oírse hasta las más mínimas inflexiones, pero lo más sorprendente es la parte baja de la orquesta que ahora se muestra mucho más contundente, para algunos quizá sea un poco excesivo, pero es posible que sea meramente una cuestión de reajuste de algunos parámetros de la cápsula.

Les hablaré ahora de una obra de sobras conocida para la gran mayoría del público. Cuadros para una exposición es una obra a la que vuelvo una y otra vez, porque es una música de una inmediatez y una genialidad exquisitas. Les confieso que prefiero la versión original para piano sobre la más conocida versión orquestada por Ravel, pero he de reconocer que esta versión tiene un poder de atracción irresistible, un referente a la hora de analizar un buen componente de audio. Cuento con gran cantidad de interpretaciones, unas veinticuatro, todas de excelente factura, unas realmente impresionantes y otras que simplemente nos quieren impresionar, pero hay unos pocos discos de una calidad superlativa, de entre ellos he elegido para el presente análisis la lectura que Ricardo Muti efectuó para EMI en 1979 con la Orquesta de Filadelfia, no es una casualidad, porque otra de mis preferidas también fue interpretada por la misma orquesta bajo la batuta del gran Eugene Ormandy. Lo cierto es que esta orquesta ofrece un rico colorido orquestal, un nivel de detalle insuperable y unos contrastes dinámicos espectaculares, amén de unos “tutti” de auténtico delirio. El comportamiento de nuestro joven principiante ha sido impecable, sobre todo en lo que respecta a los contrastes dinámicos, deleitándome con unas descargas orquestales de primer nivel. Quizá se le podría exigir una mayor concisión a la hora de ubicar perfectamente los instrumentos, no porque no lo haga correctamente, sino porque en su afán de presentar una escena de gran amplitud, parece que pierde un poco de concreción. Pero en este punto cada cual que valore sus preferencias, porque en una obra de estas dimensiones el RMD ofrece una escena de gran extensión y abundante profundidad, algo que pocos equipos son capaces de ofrecer.

 

Siguiente parada. He de reconocer que no conocía esta obra de Sarasate ni mucho menos la presente interpretación de Alfredo Campoli. Han sido mis amigos coreanos de Analogphonic los que con su reedición me han acercado a esta maravillosa grabación. Sí había oído el famoso Zapateado que es la sexta danza de esta bella composición que comprende ocho danzas, piezas estas que requieren altísimos niveles de virtuosismo. Aunque lo que ha sido toda una revelación para mi es la séptima danza que me tiene totalmente enganchado, hasta el punto que en ocasiones me sorprendo tarareándola. Pero no dejen que me vaya por las ramas y veamos cómo se comporta nuestro fono invitado con dicha pieza. Primero una breve aunque contundente introducción del piano, y a continuación, el violín de Campoli nos muestra el exuberante tema principal. El instrumento muestra una suavidad aterciopelada y ahora tengo la sensación de que hay una calma muy especial, todo se revela de una forma más relajada. La sonoridad del violín se muestra muy extendida revelando a la perfección todo el rango de frecuencias, con mucho cuerpo en la parte baja y una aireación muy natural en la parte alta, pero sobre todo con unos medios ricos y expresivos. Este es uno de esos discos de 10 y, ciertamente, no hay detalle que se le escape a nuestro invitado, sobre todo en lo que respecta a las pequeñas inflexiones del instrumento, así como al final de cada nota. Una auténtica delicia.

Última parada y cambio de estilo, pues ahora nos encontramos con el archiconocido Friday Night in San Francisco de John Mc Laughlin, Paco de Lucia y Al di Meola. Un directo de infarto que en esta reedición de Original Recordings Group suena maravillosamente bien. Con el PH-1 he notado un mayor impacto, un directo más creíble, porque los contrastes dinámicos se me antojan más acentuados y lo que más me ha gustado es el alto nivel de detalle –la KAI es fantástica y nunca deja de sorprenderme–. Con este fono tiene una gran sinergia y con estas grabaciones de tanto nivel, el resultado es muy, muy bueno. Pese a los excesos del directo, el comportamiento con las frecuencias altas es muy eficiente y los bajos son poderosos. He de confesarles que con otros fonos de más nivel y por supuesto mucho mayor precio, el resultado es de una presencia e impacto más real, más palpable, pero a cambio de estas pequeñas carencias, el RMD ofrece una escena sonora desbordante, e iguala a éstos gigantes en sus bajos niveles de ruido.

A modo de conclusión

Como les advertí al inicio de este artículo, es preciso permanecer vigilante ante cualquier novedad en nuestra común afición. Otra marca ha llegado a nuestro mundo con la intención de quedarse. En mi opinión, RMD Audio Design ha hecho bien los deberes y ha esperado hasta tener un producto bien definido, uno que pueda ofrecernos algo diferente que despierte nuestro interés.

El PH-1 es un fono con una construcción impecable, algo que se está mostrando como un factor esencial y que nos ayuda a entender uno de los principales atributos de nuestro invitado, un nivel de ruido extremadamente bajo. Otro de sus puntos fuertes también está relacionado con la electrónica que incorpora en su interior, ya que su configuración balanceada o semibalanceada, ofrece múltiples posibilidades de ajuste al usuario, difíciles de encontrar en un componente de este precio. En cuanto al sonido, pienso que su característica principal es la de ofrecernos una amplia escena con una presentación de amplia proyección lateral, algo que es muy de mi gusto, pues prefiero un sonido menos estático –quizá se pierda un poco de definición, pero me gusta que la música fluya y el PH-1 me ofrece lo que quiero–. También considero que estamos ante un sonido potente capaz de resolver con éxito los más grandes contrastes dinámicos, pero mostrándose refinado cuando la melodía lo requiere.

Terminaré diciéndoles que estamos ante un producto de precio contenido que ofrece unas características y un sonido de gran nivel. Es un componente que merece una escucha relajada, a buen seguro que en alguno de los próximos eventos programados en España o Portugal podrán escucharlo, sino en cualquiera de los distribuidores de Ultimate Audio. Lo importante es poner un buen disco y dejarse llevar, éste es el único secreto.

PVP: 4950€ IVA Incluido

Distribuye Ultimate Audio

Equipo utilizado para la prueba

  • Cajas acústicas Absolute Reference
  • Giradiscos Kuzma XL4
  • Brazo Air Line con cableado Nordost
  • Cápsula Ikeda KAI
  • Previo de línea Jeff Rowland Criterion
  • Etapas de potencia monofónicas Jeff Rowland 301D
  • Cable interconexión entre fuentes y previo Cardas Golden Reference Balanceado
  • Cable interconexión entre previo y etapas Transparent Reference XL Balanceado
  • Cables de Corriente etapas y CD Furutech Alpha 3 con conectores de Rodio
  • Cables de corriente previo y giradiscos Virtual Dynamics Power One
  • Rack Artesania Audio Exoteryc

 

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