La empresa sueca Primare, distribuida en nuestro país por el longevo y prestigioso importador Sarte Audio Elite, nos ofrece en su actual catálogo una completa relación de componentes de audio-video de diseño audiófilo de gama alta, dentro de la cual se encuentra el nuevo lector multicanal universal de bluray de carácter audiófilo apellidado BD32.
Con objeto de poder evaluar sus cualidades más destacadas y descubrir sus puntos más críticos, este importador me ha enviado recientemente una unidad en exposición de este modelo, de la que he podido disfrutar durante suficiente tiempo para poder sacar algunas primeras conclusiones de primera mano, al estar insertado dentro de mi equipo habitual de audio-video, en el que también milita otro lector universal de bluray similar de gama media con cualidades multimedia y acceso a la red, con el que poder sacar alguna comparación desde el punto de vista técnico, estético, prestacional y porque no, musical. Una magnífica oportunidad por tanto para evaluar la calidad de este lector exclusivo.
Diseño y versatilidad ante todo
Tras luchar contra el voluminoso doble embalaje que protege a nuestro invitado en su transporte, nos encontramos con un llamativo y pesado chasis de cerca de de 10 Kg y 38 centímetros de profundidad, un grueso frontal macizo de medio centímetro de espesor en aluminio anodizado de color negro de diseño minimalista y una bandeja de carga contrastada en color titanio (hay otra versión con los colores de los acabados invertidos). Embutidos en este frontal se encuentran los clásicos pulsadores de encendido y control de reproducción realizados en un impecable acero inoxidable pulido, con un tacto muy preciso y un discreto pero muy visible y completo display realizado con tecnología OLED, que permite la programación de la intensidad y el color de la información visualizada en función de diversos parámetros de configuración, permitiendo su atenuación completa cuando el aparato se encuentra de frente a la pantalla de visualización o proyección en salas oscuras.
Tres patas anti vibratorias cilíndricas de aluminio dispuestas en configuración triángulo aseguran una perfecta estabilidad, disipación de energías vibratorias y aislamiento del sistema de lectura digital. Tanto la base como la tapa de metal plegado del chasis tienen un considerable espesor de más de un milímetro y acoplan con el resto del chasis mediante un ingenioso sistema, separadas ambas del frontal macizo formando una ranura de ventilación a lo largo de su perímetro.
Bien alimentado
La fuente de alimentación analógica hace uso de un banco de condensadores de nada menos que 74.000uF, más propio de un pequeño amplificador integrado que de un lector digital y todo ello usando multitud de condensadores de 2200uF y 4700uF para reducir la resistencia serie equivalente (ESR). Así mismo se usan reguladores discretos LM 317 y LM 337 de voltaje programable en las cercanías de la sección analógica del circuito impreso del DAC para mejorar localmente el rizado y minimizar intermodulaciones e interferencias a la salida. Es destacable también el uso de condensadores de la serie SANYO-OS de muy baja inductancia en esta sección.
La fuente de alimentación de la sección digital usa un diseño de alta corriente y también dispone de un banco de 48.800uF conformado por múltiples condensadores de valores menores para reducir la resistencia serie equivalente del conjunto y mejorar las pendientes de carga y descarga del conjunto. También se hace uso de reguladores integrados discretos de alta velocidad de la prestigiosa casa de componentes electrónicos Linear Technology. Los relés miniaturizados son los alemanes de Zettler.
Silencioso y relativamente rápido.
Acústicamente el hecho de tratarse de un diseño macizo, la inexistencia de ventiladores y un sistema de transporte centrado, hermético y bien aislado colabora a la casi ausencia total de ruidos durante el funcionamiento con discos ópticos en rotación. He podido compararlo con un lector Marantz UD5005 que tengo también en la sala e incluso con la última encarnación de la Playstation 3 de Sony, quedando entre 2 y 3 dB por debajo en el peor de los casos. Adicionalmente la señal se mutea mediante relé durante los cambios de programa multimedia.
Los tiempos de carga del software en disco sin embargo no son mucho más rápidos que en el Marantz quedando en el entorno de los 25 segundos para los discos bluray de prueba usados y con una regularidad poco consistente. El Marantz le saca 5 segundos de ventaja y mayor regularidad en las estadísticas de los tiempos, si bien una vez usado una primera vez, el BD32 guarda memoria de la posición del último disco introducido y recorta los tiempos a nivel práctico.
La sección de audio y video
El panel trasero aglutina gran cantidad de conexiones y prestaciones que seguro agradecerán muchos usuarios. Para empezar lleva salidas estéreo balanceadas XLR y no balanceadas RCA específicas además de un conjunto de salidas analógicas 7.1 decodificadas con conectores RCA.
La salida estéreo se beneficia de un DAC Crystal CS 4398 con decodificación DSD para formato SACD y etapa de salida con amplificadores operacionales discretos Burr-Brown OPA 2134, transistores Mosfet configurados en single ended, así como del uso masivo de condensadores WIMA y EPCOS y resistencias MELF. Lleva adicionalmente un filtro propio controlado por relé, de modo que al activarse la salida estéreo, corta la trayectoria de señal hacia la salida HDMI.
La salida multicanal también lleva exactamente el mismo arsenal tecnológico si obviamos el filtro de señal pero está escalado para 8 salidas donde antes lo hacía con tan solo dos en balanceado y dos sin balancear.
Con estas precauciones tecnológicas e ingeniería sobredimensionada se consiguen unos datos muy bajos de ruido y distorsión armónica total (THD).