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La colaboración entre las firmas estadounidenses Rogue Audio y Eggleston Works, a la hora de exponer juntos en las más importantes Ferias Internacionales, es estrecha y se remonta varios años atrás. En el último High End Show 2012 de Munich, nuevamente pudimos escuchar a sus productos en perfecto maridaje. En una sala no demasiado grande, disfrutamos de las nuevas etapas digitales de Rogue Audio, en concreto el modelo Medusa con las cajas Eggleston Works Rosa.

No es un secreto que estas dos empresas entran en el grupo de mis marcas favoritas. Concretamente mis cajas acústicas son unas Eggleston Works Andra III, y conociendo la buena sinergía existente entre las firmas, se despertó en mí un gran interés por los productos de Rogue Audio, que desembocó en la realización de la evaluación de las etapas de potencia tope de gama de la marca, las Apollo. No pude salir más satisfecho de esa revisión – leer aquí -, y esta circunstancia me encaminó a solicitar ahora el preamplificador más alto de gama de Rogue, el modelo Hera II al distribuidor de nuestro país, Audiohum, para revisarlo.

Descripción

El preamplificador Rogue Audio Hera II llegó a mi casa alojado en una única caja de cartón de tamaño considerable. Las dos piezas independientes que lo conforman, unidad principal y fuente de alimentación externa, se encuentran perfectamente inmovilizadas en su interior, resultando un embalaje adecuado y seguro.

Externamente ambas piezas están construidas en aluminio mecanizado, como es costumbre de la firma de Pennsylvania. Las dos unidades se han diseñado para situarse una encima de la otra, y de esta manera los frontales de ambas piezas conforman un óvalo de color negro que contienen la mayoría de los botones de control en la unidad principal y el nombre de la marca escrito en la fuente de alimentación. Ambas unidades se interconectan mediante tres cables con conectores Neutrik tipo balanceado, pero con diferente número de pines.

La unidad principal tiene un tamaño que casi dobla en altura al de su fuente de alimentación. Cuenta con un gran número de selectores en el frontal, que dan pistas sobre la enorme versatilidad y capacidad de ajuste que este previo trae consigo, resultando para mi sorprendente alguna de ellas. De izquierda a derecha encontramos, primero uno de los dos selectores de mayor tamaño que corresponde al que nos permite escoger la fuente de entrada. Después de él tenemos el botón TAPE MONITOR de selección del bucle de cinta para grabaciones, a continuación el botón PROCESSOR que activa un bucle que permite insertar un ecualizador o corrector de sala, etc. Pasamos a un selector de ganancias con cinco posiciones diferentes, un botón de BYPASS para conectar un procesador AV, un botón PHASE INVERT para variar la fase, un selector de balance seguido por un pulsador BALANCE para conectar dicho control, un botón MONO de funcionamiento en mono y para acabar y en el extremo derecho el selector de volumen.

Su parte trasera está generosamente equipada, con cuatro parejas de entradas RCA y una pareja de entradas XLR. En cuanto a salidas, no hay ningún problema para los amantes de la multiamplificación, pues cuenta con 2 parejas de salidas RCA y 2 parejas XLR.

El chasis está irreprochablemente construido, con una solidez fuera de toda duda, derivada de las placas de aluminio de gran grosor que forman su estructura. La cubierta presenta unas generosas aperturas que permiten que el previo se refrigere, pues las ocho válvulas 6H30P que el previo alberga en su interior, hacen que éste se caliente de manera considerable durante su funcionamiento. Esta construcción tan robusta que muestra, choca un poco con el tacto y acabados de los botones y selectores situados en el frontal. Sin tener constancia de averías ni problemas en su funcionamiento, el tacto y su aspecto no están a la altura del nivel que presenta el resto de su construcción, pues presentan ciertas holguras que deberían mejorar un poco.

Mi impresión acerca de la filosofía de la marca, es que Rogue Audio es una empresa dedicada en conseguir para sus clientes, la mejor relación calidad-precio posible, primando sobre todo la calidad en su sonido sobre otras consideraciones, incluso cosméticas. Siendo esta actitud, bajo mi punto de vista muy loable, no puedo dejar de pensar que comercializando productos de 9000€ como este previo, todos los parámetros de un aparato deben estar cuidados con igual esmero y dedicación. Y la vista y el tacto también deben ser satisfechos.

El mando a distancia es absolutamente austero en su diseño, totalmente construido en aluminio, sólo tres botones lo conforman, los de subida y bajada de volumen y el de Mute. Recalcar que no resulta muy cómodo en su funcionamiento, pues el motor del potenciómetro presenta cierta inercia y después de dejar de pulsar los botones que lo controlan, no se detiene de inmediato, resultando dificultoso el ajuste fino del volumen deseado. La mayoría de las veces es necesario realizar varias pulsaciones hasta situarlo en la posición de nuestro total agrado.

Sonido

El Rogue Audio Hera II nada más conectarlo, y como siempre tras mi rutina habitual de esperar casi dos horas hasta iniciar la escucha, para asegurarme un correcto calentamiento, demuestra un sonido pleno de autoridad e impacto. Si describo el sonido de los productos Rogue Audio de forma general, resaltaría que su intención no es alcanzar un sonido romántico, ni demasiado suave, ni basado en presentar una extrema delicadeza a costa de sacrificar algo de contundencia y pegada. Por supuesto el preamplificador Rogue Audio Hera II no es una excepción.

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