TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA MÚSICA
Escuela danesa
Todos sabemos que Dinamarca es un referente en cuanto a la Alta Fidelidad se refiere, de eso no hay duda. Ya sea por la cantidad como por la calidad de sus productos en los que suelen utilizar la más alta tecnología disponible. Si nos centramos en los altavoces, protagonistas de este artículo, tenemos marcas tan conocidas y reputadas como Gryphon, Bang and Olufsen, Dynaudio, Dali, Jamo, Audiovector y un largo etc. Pues bien Scansonic brilla con luz propia en este pequeño universo danés por su genética, tecnología y sonido.
Genética
Vamos a empezar a desarrollar cada uno de estos tres aspectos empezando por el primero de ellos, su genética.
Scansonic pertenece a la empresa Dantax Radio A/S, nacida en 1971 y a la que también pertenece Raidho, que como todos sabemos fabrican altavoces de la más alta calidad. Pues bien, las siglas del modelo MB-1 de Scansonic no son más que las iniciales de su diseñador Michael Borresen, que a su vez diseña los altavoces de la marca Raidho. Al hacerse cargo de la veterana Scansonic, el señor Borresen no pretendía nada más y nada menos, que llevar el sonido Raidho a una gama más económica pero sin perder calidad en prácticamente ninguno de los aspectos.
Esto lo explica perfectamente en la página web de la marca Scansonic, donde Michael Borresen declara sus objetivos en el diseño de esta marca de altavoces daneses y su satisfacción por el resultado obtenido. Ciertamente el señor Borresen ha revolucionado la marca danesa utilizando lo que vamos a comentar a continuación: la aplicación de la más alta tecnología para un sonido más que considerable para el nivel de precios en los que se van a mover dentro del mercado.
Tecnología
Pasamos al segundo y no menos importante de los aspectos a destacar, como es la construcción y tecnología empleada en la fabricación de estos contenidos monitores.
No hace falta más que ver los pequeños MB-1 por primera vez para notar su buena calidad constructiva. Recinto curvo tipo laúd, muy de moda por cierto, bastante rígido y con una perfecta terminación. Diseño moderno con materiales de primera. En la parte superior tiene una lámina de fibra de carbono, que según el fabricante aumenta la rigidez del recinto, acompañado de refuerzos internos para conseguir el objetivo de un recinto lo más inerte posible. La verdad es que se consigue dicho objetivo de una forma muy eficaz no apreciándose resonancias o coloraciones molestas en ningún momento.
La base es de un material y color distinto al gabinete, posiblemente algún tipo de aluminio, seguro que con efectos positivos en el sonido. Justo esta base es una de las paredes donde descansa la salida réflex que tiene forma rectangular y que va ubicado en el frontal del altavoz, justo debajo del midwoofer.
Ahora bien, lo que nos llama la atención es su tweeter de cinta y el uso de la máxima tecnología para su construcción. La membrana está formada por una estructura tipo sanwich de kapton-aluminio, con una masa extremadamente baja. Estamos hablando de un espesor de tan solo 20um con una masa 50 veces menor que los tweeter convencionales de cúpula textil, berilio o diamante. Este hecho le confiere una resolución y detalle, así como rapidez en los transitorios extraordinaria.
Acompañando al magnifico altavoz de agudos tenemos uno de medios-graves de tan solo 4,5 pulgadas, pero que también dispone de una alta ingeniería. No en vano su membrana está hecha en carbono, que le proporciona al igual que al tweeter gran rigidez y ligereza. Su imán hereda directamente de los altavoces de Raidho, considerablemente más caros, su diseño tipo “overhung”, es decir suspendidos o en voladizo.
Visualmente a pesar de que yo soy un clásico, amante de la madera y diseños cuadrados, decir que son unos altavoces muy bonitos, discretos, pero agradables a la vista. Quizá la versión en blanco sea más llamativa, pero en negro tienen una sutil elegancia, me gustan.
Por último, en cuanto a su diseño, referir que tienen en su parte trasera dos terminales de buena calidad para el conexionado de los cables de altavoz, por lo que nos olvidamos, una vez más, de la opción del bicableado.
Sonido
¿Qué si me gusta el sonido de estos minimonitores? Sí me gusta, así de claro. Los MB-1 me gustan más de lo esperado en un primer momento, siempre siendo realista con las limitaciones que su tamaño y estructura comportan.
En primer lugar diría que sus frecuencias graves están muy presentes, otorgándole a la música un cuerpo realmente sorprendente para el tamaño de estos altavoces. Me encanta como engarza los medios puros con los medios-graves. No sólo posee un cuerpo destacable, sino que también nos muestra un sonido muy natural. He de reconocer que me ha sorprendido gratamente este aspecto en el sonido de este monitor.
Ahondando en el análisis del grave, aunque sea una obviedad, si tenemos en cuenta el tamaño de su altavoz de graves, he de certificar que la reproducción del extremo más profundo de las frecuencias bajas es un poco limitada. Imagino que la incorporación de un buen subwoofer, por ejemplo de la propia Scansonic, dejará satisfechos a los amantes de los bajos más profundos. En resumen, unos buenos y contundentes graves hasta donde llegan las MB-1, que con 50 Hz declarados no está nada mal. Quiero recalcar que esto es un pecado venial, si partimos de un cono de 4,5 pulgadas que tiene el midwoofer de este monitor.
Por otro lado los altavoces dan un sonido muy natural y neutral. Esto lo certifica el hecho de que su comportamiento con distintos cables de altavoz varía de manera muy apreciable, y aunque siempre raye a gran altura, cuando encuentras el cable adecuado se consigue escuchar música con mayúsculas. En mi caso ha sido con el Audioquest Forest plus con el que mejores resultados he obtenido. Que nadie se lleve al equivoco, con todos los cables probados, tres de Audioquest, uno de Kimber y otro de Chord los altavoces han sonado bien o muy bien. Pero con el vintage de Audioquest se ha adaptado cual guante a los monitores daneses.
Yo he escuchado monitores más audiófilos hablando en términos hifi, pero más musicales o que me hayan transmitido más y mejor la música, pocos, muy pocos. Es que estos Scansonic con una buena amplificación, un buen soporte y unos buenos cables consiguen una coherencia tímbrica asombrosa.
Ahora le toca el turno al extremo agudo. Ya sabemos que monta un tweeter de cinta, y también sabemos de las prestaciones sonoras de estos altavoces de agudos bien implementados: suavidad y transparencia. Pero, ¿aporta algo especial esta configuración en las Scansonic? Yo diría que sí. Primero destacaría como encaja con el midwoofer de carbono de forma perfecta, sin fisuras y sin perder el cuerpo que ya poseen las frecuencias reproducidas por el altavoz de 4,5 pulgadas que se encarga de los medios y los medios-graves.
La escena sonora es más amplia de lo que esperaba en el plano vertical. Ya presuponía que fuera buena en el plano horizontal y en profundidad, pero en el vertical ciertamente no se queda atrás. No es una escena a tamaño real, faltaría más, pero sí que es muy correcta gracias a la buena apertura de estos tweeter de cinta.
Otro punto a resaltar es la coherencia de estos monitores daneses. Todos los instrumentos están en su sitio y nunca apelmazados o emborronados, incluso a volúmenes altos o muy altos. No he encontrado tampoco fisuras según el género musical que reproducían los altavoces ya sea clásica, jazz, pop u cualquier otro estilo reproducido. Desde luego no es que sea un altavoz eminentemente para música rock, pero no lo hace mal ni mucho menos, aunque para estos géneros nunca viene mal altavoces de graves de mayores dimensiones, hay que reconocer este extremo.
Mis conclusiones
Estas cajas acústicas de la danesa Scansonic me han parecido de un equilibrio, un sentido de la música y un timbre fantástico. Desde luego que no estamos hablando del sonido de una Raidho X1, pero hay que tener en cuenta el precio de la MB-1 respecto a esta, aunque basta con escucharla para saber que es señor Michael Borresen está detrás de ambos modelos, cada uno en su categoría pero con genética común.
¿Qué a nivel absoluto podría ser más transparente, tener un bajo más profundo, incluso una mayor escena? Pues sí. Pero teniendo en cuenta su tamaño, su tecnología -insisto en este punto- y por supuesto su precio, me parecen una opción fabulosa para escuchar música de una forma realista, especialmente en la reproducción de los timbres y en naturalidad musical.
Sabemos que dentro de la escuela danesa nos encontramos con muchas marcas de calidad contrastada. Pero cuidado con las Scansonic MB, que juegan con factores relevantes, ya citados anteriormente, para hacerse con un puesto, y en posición de cabeza, de estos fabricantes tan respetados por el resto de marcas y que ya están implantadas en el mercado mundial.
He disfrutado ampliamente de la música, como pocas veces antes, durante el tiempo que han estado conmigo estos contenidos monitores del grupo Dantax en mi sala de audición. Por lo tanto he de decir que he vuelto a mis orígenes, de sentirme más melómano que audiófilo, y esto lo ha conseguido un altavoz de la marca Scansonic.
Adiós pequeñas MB-1… Hola Scansonic.
Scansonic MB-1 – 1850€
EQUIPO UTILIZADO EN LA PRUEBA
- Etapa Quad 909 + previo pasivo Khozmo con upgrade Vishay s102 “naked” resistor
- Amplificador integrado Pure Sound A-30
- Dac Jolida Tube Glass III con válvulas 5751 GE Triple mica silver clips
- Mecánica de transporte North Star
- Cableado Cello String interconexión y Audioquest altavoces